Es una cruel lacra, el arrollador y criminal machismo que azota a toda la sociedad humana consume en sangre unos resultados impotentes, demasiado doloroso y que a pesar de toda lucha para erradicar la plaga, parece no vislumbrarse en el horizonte final alguno. Triste pero la dura realidad, mal nos pese a todos dentro del mundo.
Virginia desapareció el 25 de abril del 2022. Desde entonces nadie sabía nada acerca de su paradero. Es muy posible que el homicidio fuera cometido ese mismo día, dado el avanzado estado de descomposición que presentaba el cuerpo. Su hermana denunció la desaparición ante la Policía Nacional el 4 de mayo,pero llevaba diez días sin tener noticias sobre ella.
Virginia Torre Galiana , la víctima, de 30 años y de nacionalidad boliviana. Su ex pareja, Alfredo Gutiérrez Chuco, de la misma edad y nacionalidad, fue detenido el martes 21 de junio del 2022 por la Policía Nacional, después de una investigación que se prolongó durante casi dos meses y en la que poco a poco se fue estrechando el cerco sobre él.
La Policía sospechó de la ex pareja de la víctima desde un primer momento. De hecho, a diferencia de otras desapariciones, no se difundió información sobre la ausencia de la mujer ni su foto para que pudiera ser vista o reconocida por los ciudadanos, como se hace habitualmente en otros casos de desaparecidos. En esta ocasión, los agentes del Grupo de Homicidios optaron por llevar una investigación con la máxima discreción para tratar de hacer que el sospechoso incurriera en algún error.
El hombre tenía antecedentes por malos tratos y la víctima estaba en el sistema Viogen, de protección de víctimas de la violencia machista. Tras ser detenido, el ex compañero sentimental de la víctima confesó haberla matado después de que ella pusiera fin a la relación, y haber arrojado su cuerpo al río Guadalquivir. El detenido llevó a los agentes del Grupo de Homicidios hasta el punto exacto en el que se deshizo del cadáver.
El cuerpo de Virginia se encontraba envuelto en una bolsa negra entre unos juncos, sin que llegara a estar sumergido en el agua. Estaba en una zona de la dársena del Guadalquivir muy próxima al barrio de San Jerónimo, no muy lejos del domicilio de la víctima. Al estar envuelto en una bolsa y oculto entre los cañaverales, no podía verse a simple vista por parte de los numerosos ciudadanos que acuden a diario al paseo del río a hacer deporte, pasear o pescar.
La Policía Nacional mantuvo abierta la investigación y está aún a la espera de seguir practicando gestiones. El caso está bajo secreto de sumario y no han trascendido más detalles de cómo y cuándo se cometió el crimen. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Sevilla, donde se le practicó la autopsia. Esa prueba forense será determinante para conocer las causas y la data de la muerte. Las primeras hipótesis apuntan a que pudo morir antes de que se denunciara la desaparición.
En 2021 hubo un asesinato machista en la capital andaluza, en el barrio del Cerro del Águila, donde un hombre mató a su mujer disparándole con una escopeta y luego se quitó la vida. En la provincia hubo otro caso en Estepa, donde un joven de 21 años mató y descuartizó a su ex novia, Rocío Caíz, de 17 años.
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