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miércoles, 18 de mayo de 2016

El Asesinato del Canito en Almendralejo














Allá por el otoño de 1985 hubo un suceso que conmocionó a la localidad de Almendralejo porque la víctima fué un anciano muy querido por todos y por la manera en la que se produjo,ya que le arrebataron la vida por unas miserables quinientas pesetas de las de entonces.


El Canito era un adorable viejo pastor de cabras que vivía en la barriada de las Mercedes en Almendralejo,era tosco,rudo,campechano y muy cercano a sus amigos,frecuentaba los bodegones del barrio,hablaba mucho y le gustaba lo que hacía con sus cabras,cómo las alimentaba,dónde las llevaba,tenía la costumbre de enseñar a los presentes mientras charlaban lo que llevaba guardado en sus bolsillos ó en su zurrón de pastor,solía llevar navajas para pelar las naranjas ó manzanas,estampas de mujeres desnudas,papeles para ver,alguna linterna y hasta su cartera donde llevaba dinero.










La rutina con las cabras era siempre igual,por lo que los animales conocían perfectamente el trayecto que hacían a diario,desde que salían del terreno donde El Canito las tenía guardadas hasta donde iban a pastar para comer y el correspondiente regreso a su hora una vez concluyen su paseo.En el terreno,que entonces estaba ubicado en la actual Avenida de Goya justo en la esquina con la calle Condesa de Torreseca y enfrente del Parque de las Mercedes,tenía una vaquería que llevaba junto a sus nietos Pedro y Juani,las vacas les servía para vender la leche,donde Pedro,actual propietario del Mesón El Canito,repartía y vendía la leche portándola en una motocicleta,su hermana Juani la llevaba en cántaros cargada en sus brazos,iba puerta por puerta por todo el vecindario,el viejo Canito siempre sacaba a sus cabras y hacía el recorrido por la zona de la antigüa carretera de Fuente del Maestre,entre viñedos y por detrás de lo que era el casi iniciado Parque de las Mercedes que en aquel año todavía estaba por asentarse,ya que había muchos huertos y tierras de plantaciones,pasaba un regacho que provenía de las pizarrillas yendo a parar por debajo de los canales que llegaban hasta la Avenida de la Paz.

Una de las tardes de aquel otoño de 1985,las cabras habían llegado solas al terreno,uno de los nietos viéndolas en la puerta las entró,enseguida les comentó a sus padres que ya las cabras habían llegado,pero al abuelo no lo había visto,los animales llegaron solos,como ya mencionamos se conocían el recorrido perfectamente.Félix,uno de los hermanos del nieto pequeño que abrió las puertas del terreno a las cabras,comprobó que efectivamente habían llegado solas,extrañado comenzó a indagar y preguntar a los vecinos y familiares si sabían algo del abuelo Canito,nadie sabía nada,ni en bodegones,tiendas,amigos,comercios,etc...











Alarmados por las horas que transcurrían y porque el viejo Canito no aparecía por ningún lado,dieron la alarma a la policía y a la Guardia Civil,donde tras las primeras pesquisas y las investigaciones,tanto vecinos como amigos relataron que tenía una costumbre de llevar materiales y dinero en su cartera y en sus ropas,procedieron a realizar el trayecto que a diario hacía con sus cabras,no había indicios de nada.La primera pista que llamó la atención fué el comentario del dueño del bodegón de Las Mercedes,el viejo Canito siempre llevaba una cartera de piel marrón con dinero,acostumbraba a enseñar mucho lo que tenía,era el supuesto móvil por el que comenzaron a moverse las sospechas,el robo.

Pero donde? el Canito no aparecía,en el trayecto de las cabras estaba todo bien,pero unas huellas condujeron hacia unos cientos de metros mas adelante,viñas rotas y señales de tierra removida,algunas huellas eran del viejo Canito,había huellas de dos individuos mas.











Hubo testigos entre los vecinos que vieron al viejo Canito con las cabras por la zona donde a diario acostumbraba a llevarlas,había amigos que sospechaban de unos jóvenes a los cuales había visto llegar en motocicletas por las cercanías del trayecto del pastor y que se dieron cuenta que estaban nerviosos,otros vecinos coincidían en los relatos de dos jóvenes que habían llegado a sus casas algo alterados y con caras de circunstancias,conocidos de esos individuos sospecharon de ellos ya que según sus declaraciones,sus rutinas aquella tarde-noche,era diferente y estaban ausentes.
La policía recabó todas las pesquisas y entre las declaraciones dieron con la identificación de unas huellas que coincidían con las que hallaron en la zona registrada,el cuerpo del abuelo Canito seguía sin aparecer,Antonio Mateos Copete fue llevado a comisaría donde reconoció unos hechos,había estado en la carretera con su motocicleta y se citó con otro amigo que llegó en su coche para acercarse hasta el camino donde el viejo Canito andaba con sus cabras.El modus operandi,el robo y el asesinato con un machete que el otro tipo había llevado desde su vehículo.











El Villalbeño,como todo el barrio lo conocía había sido arrestado,tras la declaración reconociendo su implicación en el suceso y la forma en la que se llevó el asesinato,residía justo a la vuelta de la esquina de la vaquería que tenía el Canito junto a sus hijos y nietos,donde guardaba las cabras y las vacas,en la calle Manuel Antolín,la investigación continuaba y debía identificar al otro jóven implicado para proceder a la localización del cadáver del viejo Canito,el Villalbeño accedió a dar con el nombre y la vivienda del otro implicado,era Francisco Cortés González ,que residía junto a sus padres y hermanos en la calle Pablo Ruiz Picasso,registraron la vivienda,interrogaron a la familia y con los indicios se procedió a localizar a Francisco Cortés González y el vehículo,tras la pista de su matrícula,fué hallado justo cuando se iba a poner en camino hacia Mérida para escapar.














Tras los interrogatorios  y una vez reconoció los hechos y habiendo prestado declaración, fueron puestos en marcha junto al Villalbeño para llevarlos hacia los parajes donde sucedieron los hechos,la zona que era habitual por el viejo Canito para andar con sus cabras,las descripciones de los detenidos llevaron la escena hacia la carretera de Fuente del Maestre,muy cerca de un lugar conocido por el camino de las Aguas,por su ubicación alrededor de un antiguo procesador de aguas,caracterizado por un depósito de cemento que se puede ver desde cientos de metros de distancia.Llegaron hasta unos viñedos y al área dónde encontraron sus huellas,unos metros mas adelante habían cavado y enterrado al viejo Canito,estaba con toda su ropa,incluso su gorra a un lado,el cadáver presentaba diecisiete puñaladas en diferentes partes del tórax y abdómen,así como en el cuello,lo había degollado Francisco Cortés,por otro lado el Antonio Mateos Copete ayudó a enterrarlo y bajo su cuerpo habían escondido el arma blanca con la que acabaron con la vida del viejo pastor,un machete con hoja perfilada como sierra,el motivo del crímen no fué otro que el robo, pero por sorpresa el botín que suspiraron los asesinos no llegó apenas para las quinientas pesetas,unas quinientas pesetas que le costó la vida al Canito y que a los criminales les cayeron veinte años de prisión.
Actualmente,el hijo del viejo Canito,regenta un Mesón y en memoria hacia el viejo pastor se llama Mesón el Canito,situado frente al parque de las Mercedes,donde anteriormente tenían la vaquería y guardaban las cabras,aquellas cabras que una tarde noche del otoño de 1985 llegaron solas sin su entrañable pastor.
En la actualidad, Francisco Cortés González y Antonio Mateos Copete disfrutan de la libertad y residiendo en distintos municipios de la comarca.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Triste historia 😢 yo creo q todo habitante de Almendralejo se la sabe. Esta muy bien narrada

Gabinete Criminología Judicial dijo...

Gracias Alicia,personalmente este suceso lo viví de cerca,ya que la vaquería del Canito me caía justo a la vuelta de la esquina de donde vivía antes,y realmente nos conmocionó por el pobre anciano y por lo miserable del acto,por unas míseras 500 pesetas de las de antes,que no daban para mucho.Saludos cordiales.

Erica Gabriela Guzmán dijo...

Muy buena historia, no tendrían que haber salido nunca los perpetradores, se merecían perpetua, pobre anciano, impresionante parecido con mi abuelo.

Gabinete Criminología Judicial dijo...

Gracias Erica Gabriela, así es, al menos las familias de los asesinos sufrieron el rechazo social , ellos debieron irse a vivir a otros municipios.