El Violador del Ascensor

Pedro Luis Gallego nació el 13 de noviembre del año 1957, en la ciudad española deValladolid. De su infancia y adolescencia poco se conoce, sin embargo cuando ya era un joven muchacho y aparentemente normal, comenzó a ejercer  como técnico reparador de ascensores. Él se encargaba de acudir al rescate, de cualquier persona que se quedara  atrapado en un ascensor, en cualquier  punto de la ciudad del Pisuerga.
En uno de estos rescates en los  ascensores, y cuando solo tenía 19 años de edad, cometió la que sería su primera agresión sexual, contra una joven colegial. Esto sucedió en el año 1976, y fue posteriormente condenado en 1979.

En los años 1981 y 1982, volvió a ser condenado por tres abusos sexuales contra chicas jóvenes, sus presas favoritas. Sin embargo y a pesar de su preferencia por "carne fresca", tampoco le hacía ascos incluso a gente de su mismo género, y es que en la cárcel obligó a dos presos compañeros suyos de celda, a practicarle masturbaciones bajo amenazas y coacciones. 

A partir de aquí, comenzó un auténtico vaivén de salidas y entradas en prisión, y aprovechando algunas de esas salidas en forma de permisos, cometió varias violaciones más, por las cuales volvía a ser apresado, algo que a él parecía preocuparle poco, por no decir nada.

Bueno, ya sabéis que la justicia española tiene una forma de proceder con este tipo de delincuentes, un tanto curiosa, por no decir otra cosa...
En el año 1985 y aprovechando otro incomprensible permiso más, violó brutal y vilmente a una joven turista proveniente de Bélgica, a la cual le destrozó la vida para siempre. Fue detenido y juzgado posteriormente, y por supuesto condenado. Sin embargo el juez no tuvo en cuenta el informe psiquiátrico que emitió el correspondiente colegiado y entendido en la materia, el cual aconsejaba enérgicamente su ingreso en el hospital psiquiátrico de la cárcel, como reconocido enfermo mental, y con altísimas probabilidades de reincidencia. 

De este modo lo que se quería buscar era simple y llanamente algo que marca el sentido común, y que era el evitar que volviera a salir a la calle, y por ende que dejara de cometer sus repugnantes fechorías sexuales, pero como dijimos, el juez hizo caso omiso y no fue declarado como perturbado mental...

Su reguero de delitos no solo los llevaba a cabo en Valladolid, también en otros puntos de España, como por ejemplo en la ciudad de Palencia, cuando volvió a ser detenido por varios delitos de robo y abusos sexuales contra chicas jóvenes.

En julio de 1987, fue condenado como autor penalmente responsable de una agresión sexual brutal, a la pena de 10 años de cárcel. Aún así, él seguía a la suya, y el juzgado de turno también...

A alguien por fin se le encendió la bombilla, y en 1990 fue ingresado en un psiquiátrico, por conducta mental anormal. Pero incomprensiblemente otra vez más, fue liberado dos años después, y en este permiso la cosa no se iba a quedar en una violación, si no que llegaría mucho más lejos...
Leticia Lebrato, una joven que no superaba la mayoría de edad, y por lo tanto era una niña que todavía vestía muñecas, fue violada y asesinada brutalmente en Valladolid, a manos de nuestro protagonista de hoy...

La cosa ya estaba en un punto insostenible, y el pánico se había instalado en las familias de Pucela, aterrorizadas cada vez que alguna joven debía subirse en un ascensor...

Al asesinato de Leti, como la conocían sus amigas, le siguieron varias violaciones más, entre otros delitos varios, todos ellos execrables.

Aún, sin ser detenido por las autoridades por falta de pruebas, Pedro continuó haciendo de las suyas, y en este caso se trasladó a Salamanca, donde no consiguió afortunadamente matar a ninguna chica, pero si desgraciadamente abusar y violar a 3. Posteriormente puso rumbo a Burgos, donde si caería otra joven ángel que tuvo la desgracia de toparse con este indeseable y depredador sujeto.

La joven burgalesa de casi 23 años de edad, Marta Obregón, era una joven guapísima y muy religiosa, y se encontró con Pedro "el violador del ascensor" en un rellano de su portal, y presentó una dura oposición a su depredador, el cual acabó consiguiendo su cometido, y tras violarla le asestó hasta 14 puñaladas, que acabaron con la vida de la preciosa y beata joven.

Pedro Luis Gallego fue detenido y procesado judicialmente, y condenado a la pena de 273 años de prisión, por los asesinatos de Leticia y Marta, y por las atroces violaciones cometidas contra un buen número de chicas.

Y como la justicia española es un circo de feria, en diciembre del año 2013 por decreto de la doctrina parot aprobado por el consejo de la unión europea, el gobierno español gobernado por Mariano Rajoy, aceptó usar dicha decisión y como muchos otros asesinos y violadores, salieron en libertad y a la calle, llenando y poblando el país de crueles asesinos psicópatas, Pedro Luís Gallego incluido.