El terrible caso que envolvió la trágica muerte de Marta Calvo Burón, estuvo mezclada con dosis de mucho sexo, alimentada por cocaína y drogas que a escondidas el asesino le introducía a través de vagina y ano, mediante bolas de plástico del tamaño de una canica y finalmente cuando llegaba a la muerte, era descuartizada y envuelta en grandes bolsas de plástico donde Jorge Ignacio Palma las fue tirando en diversos contenedores.
Durante la madrugada del 7 de noviembre del 2019, Marta Calvo Burón comunicó a su madre la ubicación del lugar donde se hallaba, en el número 9 de la calle San Juan Bautista, en la localidad valenciana de Manuel (comarca de la Ribera Alta) y éste fue su último rastro. Ante la ausencia de noticias, la madre decidió ir hasta el lugar desde donde su hija había enviado su último whatsapp para averiguar su paradero. Llegó a hablar con Jorge Ignacio Palma , quien dijo desconocer a Marta, y éste después huyó tras esa entrevista. Tras dos días sin noticias, la madre denunció la desaparición de Marta el 9 de noviembre, a las 21.15 en la comisaría de policía.
El grupo de homicidios de la Guardia Civil se encargó del caso temiéndose lo peor, mientras el hombre con el que había quedado estaba desaparecido. El 25 de noviembre del 2019 los investigadores fueron reforzados por la sección de Homicidios, Secuestros y Extorsiones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que se desplazó desde Madrid a Valencia.
Tras las primeras indagaciones en la vivienda alquilada, que había sido limpiada a conciencia con lejía, su inquilino pasó a ser el principal sospechoso. El intento de deshacerse de su vehículo en un desguace de El Puig, añadió más razones para su búsqueda.
Inicialmente el operativo de búsqueda se desarrolló en el río Albaida, en cuevas y pozos, con apoyo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y con la pretensión de hallar el cadáver de Marta Calvo Burón.
El principal sospechoso, Jorge Ignacio Palma, entonces en libertad condicional por tráfico de drogas, se entregó el miércoles 4 de diciembre en el cuartel de la Guardia Civil en Carcaixent (Valencia). En su declaración afirmó que la muerte fue accidental tras practicar sexo mezclado con alcohol y cocaína. Cuando se despertó y encontró a la joven sin vida no sabía qué hacer; pensó en el suicidio y finalmente optó por deshacerse del cadáver. Para ello adquirió en distintos establecimientos dos serruchos, bolsas de plástico, lejía y ácido. Al día siguiente se deshizo del cuerpo, descuartizándolo en trozos que metió en bolsas de plástico y distribuyó en diferentes contenedores de las localidades de Alzira y Silla. Ese mismo día la policía ordenó la paralización de la Planta de Reciclaje de Guadassur para intentar encontrar restos del cadáver.
Tras su comparecencia el 10 de diciembre ante el Juzgado nº 6 de Alzira, la juez ratificó la prisión provisional, comunicada y sin fianza del detenido.
Acompañados por el homicida y por perros adiestrados para la detección de restos biológicos, la Guardia Civil hizo de nuevo una inspección exhaustiva de las tuberías del cuarto de baño de la vivienda de Manuel, tras haber sido levantado el suelo con una picota y una radial por operarios del Ayuntamiento. Los investigadores, agentes del Equipo Central del Inspecciones Oculares (ECIO) de la Guardia Civil y del laboratorio de criminalística de la Comandancia de Valencia, encontraron restos de piel de Marta Calvo con algunos pelos en las cañerías. Dichas muestras fueron enviadas al laboratorio del Servicio de Criminalística madrileño donde afirmaron que coincidían con el ADN de Marta Calvo.
Jorge Ignacio Palma fue enviado a prisión mientras se instruye la causa contra él por ese homicidio de Marta Calvo, los de Arliene Vargas y Lady Marcela Ramos y los ataques a otras doce mujeres más.
El asesinato de Marta Calvo Burón, desveló otros casos en los que se le vincula al asesino por drogar con cocaína a las mujeres.
Calvo desapareció el 7 de noviembre de 2019. La joven tenía 25 años, se citó con el detenido, identificado como Jorge, de 37 años.
Ambos se trasladaron hasta la vivienda del asesino en Manuel, a poco más de una hora de Valencia.
Allí, Jorge le habría suministrado la droga a Marta Calvo Burón hasta provocarle una sobredosis y posterior muerte.
Al verla inconsciente,el hombre la descuartizó y repartió los restos por varios contenedores, los que aún no han sido encontrados.
Jorge se entregó el 4 de diciembre del 2019 en la Comandancia de la Guardia Civil de Carcaixent, donde confesó los hechos.
A raíz del procesamiento criminal, otras prostitutas salieron a denunciar a Jorge Ignacio Palma.
Una de ellas, de origen colombiano, dijo que tuvo que acudir a la sala de emergencias de un hospital después de que perdiese el conocimiento en medio de un encuentro con el asesino.
La víctima de 31 años contó que el alegado abusador le hizo varios masajes con las manos llenas de cocaína; en los pies y luego, en la cabeza y los senos. Agregó que, tras perder el conocimiento, realizó actos sexuales que, en otras circunstancias, “no hubiera realizado introduciendole droga en bolas de plástico por el ano y la vagina ”.
Otro de los casos en el que se señala al homicida es la relacionada con la muerte de una prostituta brasileña,en abril de 2019 tras mantener relaciones con Jorge.
El hombre concertó una cita con la mujer en un prostíbulo situado en el barrio de Ruzafa, en la capital valenciana. Poco tiempo después, Jorge Ignacio Palma salió corriendo de la habitación que había compartido con la chica. La mujer fue hallada muerta por amigas en la cama, inconsciente y le salía espuma por la boca. Había muerto por sobredosis.
Las autoridades, además, investigan la muerte de otra mujer en la ciudad portuaria, tras un encuentro sexual con el hombre. Una compañera de piso halló el cadaver de la mujer horas después.
Jorge Ignacio Palma fue condenado a una condena de 155 años sin fianza y sin comunicación.
El jurado solicitó que en la sentencia se contemplara que no se le ofrezcan beneficios penitenciarios y que no se solicite al Gobierno Español el indulto de las penas que le impuso el tribunal.
Sin embargo, el día 1 de septiembre del 2022, celebrado el juicio final con todas las pruebas reunidas del total de homicidios que Jorge Ignacio Palma acometió contra las doce mujeres, el veredicto reflejó una realidad totalmente opuesta a lo realmente pensado, ya que se esperaba una condena de prisión permanente revisable y resultó ser de 155 años, que en la práctica puede conducir a que el asesino pueda estar disfrutando de sus primeros permisos en 40 años.
La sentencia principalmente dejó a mucha gente indignada, en especial a la madre de Marta Calvo Burón.
Marisol Burón, madre de Marta Calvo, anunció que recurrirá la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia que condenó a penas que suman 155 años y 11 meses de prisión a Jorge Ignacio Palma, acusado de los crímenes de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela, al considerarla "un insulto para la sociedad". "No me voy a rendir, voy a continuar luchando",garantizó. Visiblemente emocionada, Burón aseguró que todavía está "en 'shock'" tras conocer que la sentencia, es "un insulto para la sociedad". "Aún no la he podido digerir".
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