Esas amistades peligrosas con las que se augura que se estaba relacionando y ese aura de persona que ha salido en televisión hablando con el periodista Jordi Évole aconsejando al chico que no entrara en una burbuja peligrosa de círculos de la extrema derecha, diciendo incluso que lo conocía porque coincidían para ir a correr o hacer deporte, guarda una relación de cierta forma con los comentarios que años atrás afirmaban haber visto al joven desaparecido muerto en un país centroeuropeo. Tiempo después un programa radiofónico de Hungría, habló especialmente del cadáver que se había encontrado la policía húngara y que lo cotejaba con el de Paco Molina.
Kossuth Rádió introducía dentro de su clásica Krónikas la locución aseverando que la seguridad nacional húngara había encontrado un cuerpo sin identificar y que ponía sobre la mesa todas las sospechas de que se trataba del joven cordobés desaparecido en España. Pero en la península ibérica las líneas de investigación no valoran como ciertas esa hipótesis y trabajan en otras direcciones donde los sujetos pueden ser personas mucho más mayores que Paco Molina.
Francisco Molina desapareció el 2 de julio de 2015 a los dieciséis años de edad. Desde entonces su familia no ha parado de buscarle. Paco salió un viernes con sus amigos y avisó a su padre de que no iba a dormir en casa esa noche porque se quedaba en casa de un amigo al que sus padres conocen.
Escribió un mensaje de WhatsApp a su padre, Isidro Molina, en el que decía que iba a dormir fuera esa noche, pero a su progenitor le extrañó la forma en la que lo hizo y por eso le llamó al móvil. Entonces hablaron y Paco se lo confirmó. Lo último que Isidro le dijo a su hijo antes de que desapareciera fue que no se acostara tarde.
A sus amigos les dijo que había quedado en un bar con un amigo que ellos no conocían. Pero según su padre, Paco nunca acudió a dicho local ya que preguntó a la mañana siguiente al camarero y le dijo que nadie le había visto por allí.
Isidro fue también a la estación de autobuses de Córdoba a preguntar si habían visto a su hijo. Allí, un conductor le confirmó que Paco había tomado un autobús con destino a la estación de Méndez Álvaro, Madrid, esa noche.
Una nueva línea de investigación que está llevando a cabo la Policía. Los investigadores estudian ahora el posible paradero del joven desaparecido en 10 países distintos, entre los que se encuentran Reino Unido, Hungría, Irak e Italia.
"El caso sigue abierto, hay una línea de investigación que parece ser que se fue por un entorno de personas mayores y la policía lo está investigando".
Acerca de su posible relación con esta gente mayor, de la que no se sabe nada, Isidro ha explicado a este medio que "Paco era aficionado al Córdoba Club de Fútbol y al airsoft y ahí va gente de muchas edades, por lo que se podía juntar con gente mayor, pero no sabemos si viene de ahí o de dónde".
Se ha podido comprobar que era un ultra del club cordobés y muy afín a los movimientos ultraderechistas, posiblemente dentro de esas peñas conoció a una amistad peligrosa encubierta y no detectada.
"Seguimos con la esperanza de que un día de estos lo van a encontrar" dice el padre, que piensa que "a Paco le ofrecieron algo que él aceptó, lo que pasa es que eso que aceptó se ha vuelto en su contra, porque si no él nos hubiese llamado y si no llama es porque no puede".
Además, muestra su confianza en la policía, gracias a los cuales no pierde la esperanza. "La policía no nos informa sobre la investigación, pero nos dicen que están trabajando, que están haciendo cosas. Yo también lo sé porque así me lo transmite el juzgado". "Después de tanto tiempo desaparecido que sigan investigando me transmite la esperanza de que pueden estar cerca de encontrarle" añade Isidro, que no pierde la esperanza por encontrar a su hijo y por poder pasar página.
No hay comentarios:
Publicar un comentario