Hadden Irving Clark nació el 31 de julio de 1952 en Troy, Nueva York. Creció en un hogar desestructurado, con padres alcohólicos que abusaron de sus cuatro hijos. Hadden no solo sufrió el abuso que sufrieron sus hermanos, sino que su madre, cuando estaba borracha, lo vestía con ropa de niña y lo llamaba Kristen y su padre le puso otro nombre cuando estaba borracho, lo llamaba "retrasado".
El abuso físico y emocional pasó factura a los niños Clark. Uno de sus hermanos, Bradfield Clark, asesinó a su novia, la cortó en pedazos, la cocinó y se comió parte de sus pechos. Cuando recobró la sobriedad, confesó su crímen a la policía.
Otro hermano, Jeffrey, fue declarado culpable de abuso conyugal y su hermana, Allison, se escapó de casa cuando era una adolescente y luego denunció a su familia.
Hadden Clark mostró tendencias psicopáticas comunes durante su infancia. Era un matón que disfrutaba lastimando a otros niños y también encontraba placer torturando y matando animales.
Después de salir de casa, Hadden Clark asistió al Culinary Institute of America en Hyde Park, Nueva York, donde se formó y se graduó como chef. Las credenciales lo ayudaron a conseguir empleo en los mejores restaurantes, hoteles y cruceros, pero sus trabajos no durarían por culpa de su comportamiento extraño, lo vieron orinar en platos y disfrazado de mujer.
Hadden Irving Clark, en su época de chef de cocina.
Después de pasar por 14 trabajos diferentes entre 1974 y 1982, Clark se unió a la Marina de los Estados Unidos como cocinero, pero a sus compañeros de barco no les gustaba su afán de usar ropa interior femenina y en ocasiones, lo golpeaban. Recibió el alta médica tras ser diagnosticado como esquizofrénico paranoico .
Al dejar la Marina, Clark se fue a vivir con su hermano Jeffrey en Silver Springs, Maryland, pero le pidió que se fuera después de que lo atrapara masturbándose frente a sus hijos pequeños.
Era el 31 de mayo de 1986 y entonces mientras empacaba su ropa y pertenencias en su maleta, una vecina de seis años, Michelle Lee Dorr, fue a buscar a su sobrina, y como no había nadie en casa, Hadden Irving Clark le dijo a la joven que su sobrina estaba en su habitación y la siguió por toda la casa donde la mató con un cuchillo y se la comió en partes, luego enterró su cuerpo en una tumba poco profunda en un parque cercano.
El padre de la niña fue el principal sospechoso de su desaparición.
Después de mudarse de la casa de su hermano Jeffrey, Hadden Clark vivió en su camioneta y tomó trabajos ocasionales para sobrevivir. En 1989 su estado mental se estaba deteriorando y fue arrestado por cometer delitos que incluían agredir a su madre, robar ropa de mujeres y destruir propiedades alquiladas.
En 1992, Clark trabajaba como jardinero a tiempo parcial para Penny Houghteling , una psicoanalista de Bethesda, Maryland. Un día cuando Laura Houghteling, la hija de Penny, regresó a casa de la universidad, Hadden Irving Clark se enfureció por la competencia que creó para llamar la atención de Penny.
Hasta que el 17 de octubre de 1992, se vistió con ropa de mujer y entró sigilosamente en la habitación de Laura Houghteling en la medianoche, despertándola de su sueño, Hadden Irving Clark quiso saber por qué estaba durmiendo en su cama. Sosteniéndola a punta de pistola, la obligó a desnudarse y bañarse. Cuando terminó, le tapó la boca, los ojos y la nariz con cinta adhesiva, hasta que se asfixió.
Luego la enterró en una tumba poco profunda cerca de un campamento.
Las huellas dactilares de Clark se encontraron en una funda de almohada empapada en sangre de Laura que Clark había guardado como recuerdo. Fue arrestado pocos días después del asesinato.
En 1993, se declaró culpable de asesinato en segundo grado y recibió una sentencia de prisión de 30 años.
Mientras estaba en prisión, Clark se jactó ante sus compañeros de celda sobre el asesinato de varias mujeres, incluida Michelle Lee Dorr a quien su crimen se lo atribuyeron al padre. Uno de sus compañeros de celda reportó la información a las autoridades y Hadden Clark fue arrestado de nuevo, juzgado y declarado culpable del asesinato de Michelle Lee Dorr. Se le impuso una pena de prisión adicional de otros 30 años más.
Clark comenzó a creer que uno de los prisioneros con cabello largo era en realidad Jesús. Comenzó a confesarle otros asesinatos que decía haber cometido. Se encontró un cubo de joyas en la propiedad de su abuelo. Hadden Irving Clark afirmó que eran recuerdos de sus víctimas. Afirmó haber asesinado al menos a una docena de mujeres en las décadas de 1970 y 1980.
Hadden Irving Clark en prisión
Los investigadores no han podido encontrar ningún cuerpo adicional que se vincule a Clark.
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