Antonio David Barroso, Victima de una Madre Cruel

 

A falta de que pueda aparecer Antonio David Barroso Diaz, el joven discapacitado desaparecido en la población de Talavera de la Reina ( Toledo) durante la madrugada del 12 de septiembre de 2021 cuando su madre Macarena Díaz lo llevaba desde su municipio sevillano de Morón de la Frontera hasta posiblemente algún lugar de Galicia,  es evidente que aunque lo deseable es que finalmente pueda darse por cierto uno de los puntos que dijo Miriam Barroso Diaz,  hija de Macarena Díaz y hermana del chico desaparecido,  en la que afirmaba que él realmente estaría en algún convento escondido o alguna institución religiosa. Pero dando esa teoría como una incógnita,  lo más claro que se puede decir es que Macarena Díaz,  una mujer de 38 años,  inestable mental, que precisa ayuda psiquiátrica, con medicamentos y ansiolíticos,  que se deshizo de su hijo discapacitado en esa madrugada, al igual que lo había intentado en otras ocasiones de diferentes maneras. Una persona incapaz de responsabilizarse por la vida de un adolescente dependiente, por mucho que le haya dedicado sus esfuerzos durante sus quince años de vida del joven Antonio David.

 

Entre tanto los investigadores creen que mató al chico y que lo hizo, probablemente, en la provincia de Madrid, en la zona suroeste, entre Arroyomolinos y Cuatro Vientos-Batán. Vamos a analizar la cronología del viaje de Macarena Díaz.

-Noche del 11 de septiembre, sábado. Macarena Díaz le pide a un  fontanero, que acuda a su casa sobre las 21.30 para arreglar un grifo de la cocina. Le propone esa hora porque es cuando regresa a su casa de la calle de Los Molares número 2, en Morón de la Frontera (Sevilla).

 El empleado vio a madre e hijo en aparentemente perfecto estado y se marcha a las 22:00 horas, aproximadamente. Esto tira por tierra las versiones aportadas por Macarena de que el niño se murió de manera accidental el 8 de septiembre y la posterior de que fue el día 10. Con lo cual estas dos fechas, del 8 y del 10,como dijo Macarena Díaz, son mentiras.

-Mañana del 12 de septiembre, domingo. La hija mayor de Macarena, de 19 años, a la que echó de casa un mes antes justo después de dar a luz a un bebé, pasa por la puerta de la vivienda y ve a su madre, pero ni se saludan. No ve a su hermano. Las sospechas de que ambas se llevan mal desde hace años puede notarse como ciertas, así mismo manifestaba la propia Macarena,  en la que afirmaba que querían envenenar tanto a ella como al chico Antonio David alguien del entorno familiar. 

-Tarde del 12 de septiembre, domingo. Entre las 14 y las 15 horas, Macarena monta a su hijo, con la silla de ruedas (su discapacidad es del 91%), en su coche adaptado, en la parte trasera. Previamente, se ha deshecho de su móvil, arrojándolo a un contenedor cercano a su casa, y de los muebles. Lleva al menos una pequeña maleta con pertenencias y según explicó se dirigen hacia Galicia. Días después tenían un trámite con especialistas de Asistencia Social de que podrían haber terminado con la retirada de la tutela del chico a la madre, que sufre problemas de bipolaridad grave. El camino hacia el norte lo toman por la A-66, conocida como Ruta de la Plata. Al llegar a Mérida, cogen la A-5 (autovía de Extremadura), camino de Madrid.

-Noche del 12 de septiembre. Tras recorrer 475 kilómetros en algo más de cinco horas, a las 20.30, Macarena se adentra en Talavera de la Reina (Toledo), «para descansar del viaje», explica a la recepcionista de un hotel. Pide una habitación, que no había reservado previamente. Lleva a Antonio David en la silla, tapado con una manta que acaba de comprar en una tienda cercana, por 7,5 euros. Los empleados dicen que «el niño parecía dormido».

-Madrugada del 13 de septiembre. Unas cuatro horas después, entre las 00.30 y la una de la madrugada, se marchan del hotel. El adolescente también parece dormido y va tapado con la manta. Las cámaras captan al coche saliendo de Talavera, rumbo a Madrid. Es la última vez que alguien ve a Antonio David.

-Madrugada del 13 de septiembre. Entre las 2 y las 2.3o horas, las cámaras de la A-5 vuelven a grabar al vehículo, en la entrada de Madrid, entre Cuatro Vientos y la Casa de Campo, por Batán . Ha recorrido 150 kilómetros desde Talavera, lo que lleva una hora y media. La Policía Nacional llevó posteriormente a Macarena a hacer una reconstrucción de noche a esa zona, sin resultados. Luego, se la ve tomando la M-30, aunque tarda unos 15 minutos de más en llegar a la carretera de circunvalación madrileña. Es en ese lapso cuando la Policía sospecha que Macarena se deshizo del menor, de la silla de ruedas y de su documentación, tirándolos a varios contenedores de basura. Cuando fue hallada, dijo que lo había matado y que lo hizo inyectándole agua con una jeringuilla . ¿Lo hizo en el hotel de Talavera o en el camino posterior? Esa es una de las grandes dudas, aunque ni en el establecimiento ni en el coche se hallaron señales de violencia. Tampoco en la casa de Morón.

-Madrugada del 13 de septiembre. Macarena Díaz entra en la M-30, rumbo norte, y se mete en la A-1 (carretera de Burgos), en vez de hacerlo por la A-6 (La Coruña), camino natural si realmente se dirigía a Galicia. A las 3.30-4.00 aproximadamente, tras recorrer 135 kilómetros en una hora y media o menos, se detiene en el municipio segoviano de Riaza. Busca un lugar donde pernoctar y pregunta en una pensión. Ya va sola, sin el niño, y porta una maleta pequeña. El niño ya está muerto y presuntamente se ha deshecho de él, creen los investigadores. La sevillana no consigue hospedaje y vuelve a la carretera.

-Mañana del 13 de septiembre. En torno a las siete, la empleada de una gasolinera Repsol, situada en el kilómetro 131 de la A-1 (término de Carabias, Segovia), ve a Macarena desorientada. Ha recorrido los 35 kilómetros desde Riaza, que apenas llevarían 40 minutos, en unas dos horas y media. Está en pleno brote psicótico. La testigo llama a la Guardia Civil , que al avisar a la hija de Macarena, Miriam les pregunta si su hermano Antonio David está con ella. La respuesta de los agentes es negativa. «Lo he matado y tirado en un contenedor de una salida de Madrid», que ella ubica junto al centro comercial Xanadú, en Arroyomolinos (Madrid), «junto a un edificio blanco abandonado». 

Los contenedores fueron revisados, sin éxito. Luego, en otra de las distintas versiones aportadas, asegura que el niño se le murió en sus brazos, que falleció de manera natural en el vehículo e incluso que lo había arrojado por un barranco. La Policía Nacional también la trasladó a una reconstrucción en Riaza, pero no consiguieron sacar nuevas pistas.

-Actualmente. La Policía Científica rastrea el vertedero de Valdemingómez, en Madrid, que es donde llega la basura de esa zona suroeste de la capital. Aunque no tienen nada cerrado, sospechan, entre otras hipótesis, que lo más probable es que lo matara y lo lanzara a un contenedor del primer área que señaló en su declaración inicial espontánea. La mujer, de 38 años, ha pasado por los psiquiátricos de los hospitales de Segovia y Virgen de Valme (Sevilla) y ha sido dada de alta. Hace vida aparentemente normal en Morón, en casa de su madre. Los investigadores aseguran que el chico está cerca de aparecer y en ese entorno natural se pueden producir hechos que lleve al paradero de Antonio David Barroso Diaz.