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viernes, 9 de diciembre de 2016

Necrofilia y Parafilia Según Anneke Necro

Sacado de un extracto del famoso tabloide "El Sexo Mandamiento" extraigo este artículo para comentar que la noche es para la radio y para disfrutar del sexo. El sexo, ese mundo que alberga tantas posibilidades alternativas, como lo son las parafilias y, dentro de estas, algunas tan llamativas como la necrofilia o la parafilia. Para romper mitos erróneos sobre estas actividades -no, una persona necrófilica no asalta tumbas- contamos con el testimonio de Anneke Necro, que desde sus experiencias rompe creencias erróneas sobre esta forma de disfrutar del sexo.

Tras iniciar la sesión con un repaso a la actualidad sexual de la semana, la entrevistada no tuvo problemas en responder a las preguntas más personales e íntimas al respecto de esta afinidad sexual. Tras explicar de dónde le procede este disfrute, Anneke describió cómo una persona necrofílica puede dar rienda suelta a sus fantasías. La combinación de morbo, imaginación y el riesgo de ser descubiertos potencia las ganas de disfrutar, incluso en el camposanto.
La clave, según nuestra acompañante nocturna, es dar con un acompañante sexual que esté de acuerdo en mantener este tipo de actividades, ya que sin consenso no hay nada. También hay que seguir la legalidad, dado que en España no está permitido irrumpir en un cementerio y profanarlo, ya sea con pintadas y destrozos o perturbando el sueño eterno de los difuntos.
Después de esta reveladora charla, en la que el aprendizaje marcó la pauta, el relato erótico de @mujer_arácnida levantó las pasiones de la audiencia y de los asistentes. Cómo no, con Toni Marqués en la mesa técnica y Juan y Patri a la voz. El juguete erótico que cada semana ayuda a rematar el programa, que con tanto mimo prepara Cleto, no fue sino un motivo más para ir pensando planes nocturnos y poco inocentes.Este es uno de los programas más indicativos de El Sexo Mandamiento,lo pueden escuchar en el post de la columna derecha titulado Necrofilia y Parafilia con Anneke Necro que descubrió de primera mano la necrofilia y cómo se disfruta de esta variedad del sexo. 
Su piel azulada… el hinchazón de sus venas, los ojos sin brillo, la carne fría. Una declaración real de amor eterno, hasta que nuestros huesos se fundan a dos metros bajo tierra. Que nos consuman las moscas azul eléctrico, que la madera se aplaste contra nuestros cuerpos.
Sentir tu amor y tu sexo mientras permaneces en la penumbra, devolver el calor a tus labios por un solo instante, dormir a tu lado hasta que deba dejarte ir. Me excita pensar en que eres inevitable, todopoderosa, omnipresente. A veces dulce y esperada, otras violenta y arrebatadora. ¿Dónde te encuentras  ahora?
Permanezco en mi habitación pensando en tus largos dedos postrados en mis hombros mientras acaricio mi clítoris, me siento tan fría que ardo. Te espero paciente, te espero tranquila porque se que no puedo huir de tu sombra. Y mientras sigo acariciándome, mojando las sábanas pensando en mi esquela. Salgo corriendo jamás mirando atrás, es de noche, luna llena. 
Vas detrás de mí, yo te cazo, tú eres la presa. Los cementerios de esta ciudad los conozco desde que empecé a vestir de negro.Son mi refugio, mi  salvación. Me escondo en la cripta y te arrastro, nos  besamos con fuerza rompiendo un  cristal. Y no importa nada, ni los cortes, ni el ruido, ni  la sangre que emana, en esta casa nadie respira.
Me muerdes, lames toda la sangre que recorre mis piernas, no siento ningún dolor mientras me follas, pese a todos esos pedacitos  de cristal que se han  clavado en mis muslos. Me  subo encima tuyo, tirando  por el camino un par de  ramos de flores secas, nos  caemos encima del  mármol… ¿Qué más da si  nadie va a levantarse?
Duermes profundamente… la penumbra afila tus rasgos de zorro. Tu  respiración tan imperceptible, como un hilo que emana de tus labios  entreabiertos, que se escapa tenue y me hace imaginar oscuros deseos de  muerte y amor. Tu corazón, como el de un reptil, bombea suave y lento, como  una crisálida atrapada. Suficiente para despertar mi deseo. Mis bragas ya  están húmedas y tú ni siquiera eres consciente de ello. ¿Dónde te encuentras?  ¿Soñando?
Yo estoy en mitad de una  fantasía oscura, un cuento  de hadas macabro. Lamo  tus dedos, estás frío, me  acerco a tu cara lamiendo  tus labios, sigues  descansando con la vista al frente… Uno por uno tus  dedos de monstruo en mi  boca, los humedezco, la  saliva recorre mi pecho, que  se acelera cada vez más.
Encima de tu mano, mirando hacia el techo,poso  mi coño y tus dedos se  deslizan en su interior, poco a poco voy acelerando  el ritmo, me retuerzo como una serpiente negra mientras me aseguro de que  tus latidos siguen siendo casi ínfimos.
Me inclino hacia tu rostro  que no se inmuta, mi saliva  se pierde entre tu piel hasta  que llegan los primeros  espasmos, tus dedos se  retuercenen mi interior y se  arquea mi espalda.
Somos seres infernales. Pienso en quién eras, ¿cómo  era tu vida? Pienso en besar  tus labios porque es lo  único que alcanzo a hacer.
Miro tu cuerpo estirado  sobre el metal y se que es la  última vez que voy a verte. ¿Dónde estás? ¿Podrías  llevarme? No ahora, quizás  más adelante. Es la historia  de amor más corta de  nuestras vidas.
LA ABASIOFILIA,QUÉ ES??
Todo empieza en la  guardería. Por aquel  entonces salía con, sin duda  alguna, el niño más  guapo de todo el jardín de  infancia. Nos conocimos un  carnaval, él iba disfrazado  de Batman y yo de Blancanieves. Todas las niñas querían ser su novia, pero  allí estaba yo, dándole la mano mientras él me besaba la mejilla.
No se en que momento me percaté de que había un niño que llevaba un ojo  tapado con un parche, ni siquiera recuerdo haberlo visto antes, no se muy  bien como fue la cosa pero una fuerza superior me indujo a dejar tirado al  niño guapo de párvulos, para preguntarle a ese crío con un ojo sepultado en  un parche color carne con dibujos de coches, si quería ser mi novio. Salimos lo  que le duró el ojo tapado.
No pasó mucho tiempo hasta que en esta  ocasión una niña apareció en el patio de la  guardería con un ojo tapado, (el “ojo vago”  me dio muchas alegrías de pequeña), pero  ella me rechazó porque “las niñas no  pueden ser novias”. A decir verdad, en ese  momento a mi también me pareció absurdo  el concepto, así que fuimos muy  amigas hasta la primaria.
Hasta entonces traté de ser la novia del niño  que llevaba unas abrazaderas metálicas en  una de sus piernas, a decir verdad, ni  siquiera me caía bien. Las pocas  sensaciones que recuerdo de aquella época  son confusas. Por un lado esos compañeros  de párvulos me gustaban entendiéndolo de  una manera estrictamente  superficial, la estética que les otorgaban sus parches o hierros me atraía  irracionalmente.
El hecho de que mis  compañeros sintieran  aversión hacia ellos y que  en ocasiones les  despreciaran, despertaba  en mi un sentimiento  protector, la necesidad de  cuidarlos, una  especie de instinto  maternal extremadamente  precoz. No tengo la  sensación de que existiera  alguna connotación sexual  en ello y no porque crea que  los niños no tengan pulsión sexual, sino que  simplemente no lo recuerdo  así.
Los años pasaron, y crecí  rodeada de relatos oscuros. Libros de Chambers, Poe, Lovecraft, Beckford y  Hoffman dormían en mi  mesita de noche, enamorándome así de  muchos de sus terroríficos  personajes. Fantasmas, vampiros, seres de  ultratumba a los que rápidamente adherí a mi imaginario todavía infantil.
Sus colmillos afilados, los  cuerpos retorcidos, dedos  sobrenaturalmente  alargados, manchas, cicatrices, sus cuerpos decrépitos.
Crecí y con ello descubrí el  sexo y la pornografía, dos  cosas que me  decepcionaron mucho. Los chicos me aburrían, las  chicas con las que había intentado ligar dudaban demasiado y el porno era  terriblemente feo. A todo esto si le sumamos mishormonas totalmente  desbocadas, obtenemos una tragedia de dimensiones astronómicas.
Así que me refugié en la  literatura, entre los  monstruos encontré mis  primeros amores  platónicos. Amaba sus  cicatrices y deformidades, esas que no encontraba en  las personas de mi  entorno. Estuve tiempo  indagando en la pornografía sobre diferentes filias, incluida la abasiofilia, pero detesto el  tratamiento que se les da, degradándolo a vídeos de  mala calidad e irrespetuosos tanto para los performers como para  los espectadores.
Finalmente me conformé con imaginarme a todas esas personas que me  ponían de mi entorno con un parche en el ojo, con una prótesis como pierna o  con una inmensa cicatriz recorriéndole la cara. 
La verdad es que mejoraban  todos. También me  obsesiona buscar las  cicatrices que tienen mis  parejas sexuales y  preguntarles por la historia que hay detrás, “¿cómo te la hiciste?”, “me atacó un gato en la cara cuando era  pequeño”, esta es la historia  de mi cicatriz favorita de  mi novio.






Me he cruzado en mi  vida con personas  amputadas, gente con  quemaduras que  ocupaban gran parte de  su cuerpo, cicatrices  espectaculares, o  secuelas de  enfermedades. Con  algunas de ellas he  tenido experiencias  sexuales divinas, con  otras, muy a mi pesar no  llegamos nunca a ese punto. Pese a ello, guardo un buen recuerdo  de todas ellas. Solo espero algún día poder rodar una escena de abasiofilia, tanto como performer como directora.
AUTORA: @ANNEKENECRO. 









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