Tiziana Cantone había luchado
durante meses para que se retirara de internet un video en el que se la
veía teniendo relaciones sexuales.
Pero las imágenes nunca dejaron
de estar disponibles en la red, siendo vistas por cientos de miles de
internautas en páginas de pornografía y dando incluso pie a parodias.Tiziana incluso decidió cambiar de nombre y trató de empezar una nueva vida, pero la historia la seguía persiguiendo.
Finalmente, la joven de 31 años se suicidó en la casa de una tía en Mugnano, cerca de Nápoles, Italia, el martes 13 de septiembre del 2016.
Tiziana envió el video de contenido sexual a su exnovio y a otras tres personas, quienes lo publicaron en las redes.
Más de un millón de personas lo vieron y la joven se convirtió en objeto de burlas e insultos.
Las palabras "¿Estás filmando? Bravo", dichas por ella en la grabación, se convirtieron en una broma en línea y la frase fue impresa en camisetas, carcasas de celulares y otros artículos.
Incluso se realizaron parodias de la escena. Una de ellas fue grabada por los jugadores italianos de fútbol Cannavaro y Floro en un supermercado.
En las imágenes se ve a Cannavaro repitiendo las palabras de Tiziana Cantone y riéndose con su compañero.
A la joven también la reconocían por la calle.
En un caso judicial, Tiziana ganó el "derecho a ser olvidada" y se ordenó que el video fuera eliminado de varios sitios y buscadores, incluyendo Facebook.
La procesión fúnebre de Tiziana fue transmitida por televisión y fue seguida por decenas de personas.
La familia de la mujer ha pedido justicia y que se ponga fin a la vergüenza.
"Ahora hacemos un llamado a la justicia para que la muerte de Tiziana no sea en vano", dijo la familia.
"La mujer que quería ser olvidada es ahora recordada en todo el país.
"¿Estás grabando un vídeo? Bravo". Una sola frase pronunciada al principio de las imágenes. Pocas palabras pero las suficientes para convertir en un infierno la vida de Tiziana Cantone, la joven italiana de 31 años que se quitó la vida después de que varios vídeos privados en los que aparecía manteniendo relaciones sexuales fueran publicados en Internet sin su consentimiento.
Una historia que comenzó en 2015 cuando la joven rompió la relación con su pareja y volvió a la casa familiar. Poco tiempo después descubrió que varios vídeos con contenido sexual en los que aparecía y que ella misma había enviado a varios amigos de su confianza a través de Whatsapp, habían sido subidos a diversas plataformas de Internet y páginas web porno.
Vídeos que rápidamente se convirtieron en virales al igual que las parodias que inundaban la red. Camisetas con la frase maldita que la joven pronunciaba al inicio de uno de los vídeos, imitaciones que se burlaban de ella y que se compartían a la velocidad de la luz entre usuarios, con comentarios en páginas de Facebook o canales de Youtube creados a propósito para ridiculizarla. Tiziana se había convertido, muy a su pesar, en una estrella mediática de las redes sociales. La joven abandonó la casa familiar en la periferia de Nápoles tratando de huir de las miradas acusadoras de sus vecinos. Una humillación que no pudo soportar. La joven se ahorcó en el sótano de su casa el 13 de septiembre del 2016. La fiscalía de Nápoles investiga la instigación al suicidio.
"Mi hija había intentado quitarse la vida otras dos veces. No conseguía liberarse de esta historia", contó la madre a los investigadores. Todo comenzó cuando la joven se fue a vivir con su entonces pareja en el verano del 2014. Un año más tarde volvió a la casa familiar y contó como su ya expareja la había obligado a grabar varios vídeos manteniendo relaciones sexuales con otros hombres. "Su pareja no estaba presente durante esas relaciones pero encontraba placer en ver a Tiziana con otros hombres", explicó la madre. " Los vídeos fueron publicados por su expareja para obligarla a estar con él". Una acusación que tendrán que verificar las autoridades italianas. Otras hipótesis apuntaron a que la joven había grabado los vídeos con un presunto amante y los habría enviado a varios amigos para dar celos a su pareja. Por el momento el ex novio de Tiziana, no ha sido acusado.
Tiziana intentó huir de la presión de su entorno más cercano pero las redes sociales no conocen fronteras. Se trasladó a la región de la Toscana, pidió formalmente a las plataformas que difundieron sus videos que fueran suprimidos, intentó cambiar legalmente de identidad. La justicia italiana le reconoció su derecho a eliminar el rastro en Internet dejado por esos vídeos en Facebook, Google, Yahoo, Youtube y el diario local online Citynews. Ordenó suprimir los vídeos y los comentarios que los usuarios habían subido a las redes. Sin embargo la sentencía consideró que Tiziana había consentido las grabaciones y por lo tanto fue condenada a pagar 20.000 euros en concepto de costas.
Como si de una macabra ironía se tratase, la muerte de Tiziana Cantone se convirtió en Trending Topic en Italia abriendo un debate que traspasó las redes sociales. "El derecho a la privacidad y a la libertad sexual es constitutivo de cualquier democracia". "Tiziana no murió por su ligereza o por algo que haya hecho sino porque en Italia con el sexo se tiene una relación increíblemente morbosa. La mujer que se divierte practicando sexo es una prostituta. El hombre es 'uno bueno'", fue publicado en Facebook. "Mi sobrina fue asesinada por la web y por la indiferencia de muchos", denunciaba una de las tías de Tiziana.
No es la primera vez que Internet y las redes sociales sean el cómplice perfecto para el acoso hacia una persona. Varias jóvenes de 17 años habían grabado con sus móviles a una amiga en evidente estado de embriaguez, mientras estaban manteniendo relaciones sexuales contra su voluntad en el baño de una discoteca. Más tarde habían compartido el vídeo a través de Whatsapp.
Pero el caso más grave fue el de Carolina Picchio, que se quitó la vida en 2013 con apenas 14 años después de la publicación de un vídeo en Facebook. En las imágenes se aprecia como cinco compañeros de colegio realizan tocamientos a la joven durante una fiesta en la que ella está seminconsciente a causa del alcohol. Los cinco, con edades de entre 13 y 16 años, fueron acusados por la Justicia italiana de difundir material pedopornográfico y violencia sexual. Fue el primer caso en Italia de una adolescente suicida por acoso en Internet. El Centro nacional de prevención de cyberbullying y actividades ilegales en la red lleva su nombre. "Esperamos que su muerte no sea en vano", aseguró el padre de la joven , "Lo que le pasó a Carolina podía sucederle a cualquiera".
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