El hospital Grantham Kesteven en Lincolnshire, fue escenario de
cinco crímenes que estremecieron a Inglaterra. En 1991, Beverly Allitt,
una enfermera de 24 años, asesinó a cinco bebés y causó daños corporales
en otros más.
Beverly es una de las asesinas más conocidas en Gran Bretaña. Allitt mató sin piedad a los cinco pequeños en un período de 59 días entre febrero y abril de ese año 1991.
Allitt era enfermera pediátrica, trabajaba en Lincolnshire. Se encargaba de cuidar y brindar atención a los menores. Berverly, era un Ángel convertido en “Satán” que sin ningún motivo aparente se deshacía de los pequeños que solo buscaban recuperarse y recibir amor de Beverly, quien detrás de su uniforme era un “monstruo.”
Beverly no tentaba el corazón y acababa con sus víctimas inyectándoles insulina o potasio para provocarles paros cardíacos. Otra manera que empleaba para deshacerse de los menores era sofocándolos.
Cometió su primer crimen en 1991. Un pequeño de siete meses llamado Liam Taylor fue su primera víctima. Su segunda víctima fue Timoteo Hardwick, un niño de 11 años de edad con parálisis cerebral. En ambos decesos no se despertaron sospechas y ella siguió cometiendo más crímenes y ejerciendo su violencia sin control hasta que fue capturada.
El personal médico comenzó a sospechar por los constantes paros cardiacos que se registraban en la sala de niños por lo que decidieron llamar a las autoridades para que comenzaran una investigación.
Beverly Allitt era la única enfermera que tenía acceso a los medicamentos controlados. Se descubrió que era la única enfermera en servicio cuando se presentaban los paros cardíacos.
En 1993 la enfermera fue declarada culpable y condenada a cadena perpetua por el Tribunal de Nottingham.
Actualmente se encuentra recluida en un hospital psiquiátrico.
Los abogados defensores alegaron que Beverly sufre una extraña alteración de la personalidad, conocida como síndrome de Munchausen, que la lleva a automutilarse y a hacer daño a aquellas personas que tiene a su cuidado con el único fin de llamar la atención.
La mujer disfrazada de gentil enfermera nunca habló de los motivos por los que asesinó a los cuatro niños y ejerció su violencia en cinco más.
Beverly es una de las asesinas más conocidas en Gran Bretaña. Allitt mató sin piedad a los cinco pequeños en un período de 59 días entre febrero y abril de ese año 1991.
Allitt era enfermera pediátrica, trabajaba en Lincolnshire. Se encargaba de cuidar y brindar atención a los menores. Berverly, era un Ángel convertido en “Satán” que sin ningún motivo aparente se deshacía de los pequeños que solo buscaban recuperarse y recibir amor de Beverly, quien detrás de su uniforme era un “monstruo.”
Beverly no tentaba el corazón y acababa con sus víctimas inyectándoles insulina o potasio para provocarles paros cardíacos. Otra manera que empleaba para deshacerse de los menores era sofocándolos.
Cometió su primer crimen en 1991. Un pequeño de siete meses llamado Liam Taylor fue su primera víctima. Su segunda víctima fue Timoteo Hardwick, un niño de 11 años de edad con parálisis cerebral. En ambos decesos no se despertaron sospechas y ella siguió cometiendo más crímenes y ejerciendo su violencia sin control hasta que fue capturada.
El personal médico comenzó a sospechar por los constantes paros cardiacos que se registraban en la sala de niños por lo que decidieron llamar a las autoridades para que comenzaran una investigación.
Beverly Allitt era la única enfermera que tenía acceso a los medicamentos controlados. Se descubrió que era la única enfermera en servicio cuando se presentaban los paros cardíacos.
En 1993 la enfermera fue declarada culpable y condenada a cadena perpetua por el Tribunal de Nottingham.
Actualmente se encuentra recluida en un hospital psiquiátrico.
Los abogados defensores alegaron que Beverly sufre una extraña alteración de la personalidad, conocida como síndrome de Munchausen, que la lleva a automutilarse y a hacer daño a aquellas personas que tiene a su cuidado con el único fin de llamar la atención.
La mujer disfrazada de gentil enfermera nunca habló de los motivos por los que asesinó a los cuatro niños y ejerció su violencia en cinco más.
Víctimas
- Liam Taylor (siete semanas) - fue admitido a la sala por infección en el pecho y fue asesinado el 21 de febrero de 1991.
- Timothy Hardwick (once años) - un chico con parálisis cerebral que fue admitido a la sala después de tener un ataque epiléptico. Fue asesinado el 5 de marzo de 1991.
- Kayley Desmond (en ese entonces un año de edad) - admitida a la sala por infección en el pecho. Allitt intentó asesinarla el 8 de marzo de 1991 pero la niña fue reanimada y transferida a otro hospital, donde se recuperó.
- Paul Crampton (en ese entonces cinco meses) - admitido a la sala por infección en el pecho el 20 de marzo de 1991. Allitt intentó asesinarlo con una sobredosis de insulina en tres ocasiones ese día antes que fuera transferido a otro hospital, donde se recuperó.
- Bradley Gibson (en ese entonces cinco años de edad) - admitido a la sala por neumonía. Sufrió dos paros cardíacos el 21 de marzo de 1991, debido a las sobredosis de insulina suministrada por Allitt, antes de ser transferido a otro hospital, donde se recuperó.
- Yik Hung Chan (también conocido como Henry, en ese entonces dos años de edad) - admitido a la sala por una caída el 21 de marzo de 1991. Sufrió un ataque de desaturación de oxígeno antes de ser transferido a otro hospital, donde se recuperó.
- Becky Phillips (dos meses) - admitida a la sala por gastroenteritis el 1 de abril de 1991. Se le administró una sobredosis de insulina por Allitt y murió en su casa dos días después.
- Katie Phillips (en ese entonces dos meses de edad) - la gemela de Becky fue admitida a la sala como una precaución tras la muerte de su hermana. Tuvo que ser reanimada dos veces después de inexplicables episodios de apnea (que luego se descubrieron ser sobredosis de insulina y potasio). Luego de la segunda vez que paró de respirar, fue transferida a otro hospital, pero, esta vez, había sufrido de daño cerebral permanente, parálisis parcial y ceguera parcial debido a la falta de oxígeno. Sus padres habían estado tan agradecidos por el cuidado de Allitt a Becky que le pidieron que fuera la madrina de Katie. En 1999, Lincolnshire Health Authority le dio a Katie £2.125 millones, para pagar su tratamiento y equipo durante el resto de su vida. Lincolnshire Health Authority no aceptó la responsabilidad, pero sí reconoció que Katie tenía derecho a una indemnización.
- Clarie Peck (quince meses) - admitida en sala tras un ataque de asma el 22 de abril de 1991. Después de ser puesta en un ventilador, fue dejada sola al cuidado de Allitt durante un breve intervalo durante el cual tuvo un paro cardíaco. Fue reanimada pero murió después de un segundo paro cardíaco, de nuevo seguido de un período cuando ella fue dejada sola con Allitt.
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