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jueves, 11 de mayo de 2017

La Ley de Protección de Menores,otra Chapuza en Justicia

El hombre  detenido en A Coruña por la muerte de su hijo de 11 años durante una visita,  Marcos M. M., fue quien llevó a los agentes hasta una zona de monte de la localidad gallega de Oza-Cesuras (A Coruña) donde se halló el cuerpo del menor. La mujer había denunciado su desaparición a última hora del dia anterior,domingo 7 de mayo, Día de la Madre, después de que su ex marido no lo devolviera al punto de encuentro tras pasar el fin de semana con él.
Según el Cuerpo Nacional de Policía, la madre presentó la denuncia en la comisaría de la ciudad. Tras esta denuncia, los investigadores pudieron localizar al padre y lo interrogaron. El hombre, de 43 años, acabó derrumbándose y terminó llevando a última hora de la tarde del 7 de mayo a los agentes hasta una zona boscosa del municipio  de Oza-Cesuras, próximo al ayuntamiento de A Coruña.

El cadáver del pequeño, que presentaba un golpe en la cabeza, había sido abandonado entre la hojarasca, en una repoblación de eucaliptos próxima a la aldea de Rodeiro. Cerca del lugar, a unos dos kilómetros y al final del pueblo, se sitúa la casa donde antiguamente residían los abuelos paternos. La policía buscó en la zona una pala como supuesta arma homicida y sospecha que el crimen se produjo en el lugar donde fue hallado el cuerpo del menor por los restos de sangre encontrados.
El asesino no tiene antecedentes psiquiátricos, tuvo una orden de alejamiento con respecto a la madre del menor que estuvo en vigor hasta 2013. Pero no existía ningún tipo de medida contra Marcos. La orden se dictó después de que la ex mujer lo denunciase en 2008 por amenazas. En aquella ocasión el juzgado dictó una sentencia condenatoria contra el hombre por delitos de coacciones. Según el Tribunal Superior, la madre del niño volvió a presentar otra denuncia en 2013 por amenazas a través de las redes sociales. Sin embargo el caso fue sobreseído al no acreditar quién era el autor de los mensajes.
Tras recibir la llamada del cuerpo policial, el 112 Galicia movilizó al equipo de psicólogos de la Axega (Axencia Galega de Emerxencias) para atender a la familia del menor. Eran vecinos de A Coruña aunque la familia del detenido es originaria de Oza y todavía residen en el lugar varios parientes.
El pequeño estudiaba en un centro de la capital provincial, el colegio San Francisco Javier, en la zona de Cuatro Caminos. La madre es la conserje del centro educativo. Tanto ella como su hijo eran conocidos y queridos, y el colegio se sumió en un estado de conmoción. Las medidas que tomó el colegio para atender a los alumnos y profesores del centro ante la situación, la Consellería de Educación ofreció a la dirección "el apoyo que sea necesario".
Mientras se empezaba a practicar la autopsia del niño,la investigación del caso se hizo cargo en el juzgado de Instrucción 7 de A Coruña, que se encontraba en turno de guardia en el momento en que la madre presentó la denuncia en la comisaría del barrio de Lonzas. Este juzgado, según el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, tramita las diligencias urgentes. El asesino pasó a disposición judicial.
Los ayuntamientos de Oza-Cesuras y A Coruña decretaron dos días de luto oficial por la muerte violenta del pequeño,ante todo esto queda de manifiesto que la ley de protección al menor requiere de una reforma urgente dado que dicha ley tiene muchas grietas que tapar y actualmente es una chapuza jurídica.

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