El asesinato de Alex, miembro de los Renegados Moto Club,
es el primero que se produce entre miembros de dos
asociaciones moteras. Pero no rivales, los Mossos
d’Esquadra detuvieron a tres integrantes de los Hells Angels del
capítulo de Sabadell, autodenominados Nomads, acusados del crimen. La
reconstrucción realizada por los investigadores de la unidad central de
Bandas Criminales desvela un funcionamiento y una organización
perfectamente jerarquizada. Eso se sabía, lo sorprendente es que de
los tres acusados, uno, el autor material de los golpes con un bate de
béisbol mientras los otros dos sujetaban a la víctima para inmovilizar,
sólo tiene 22 años. Estaba en lo que podía definirse como un proceso
de “prácticas”, haciendo méritos ante los jefes del club para ganarse un
puesto entre ellos. Su función de “becario” tenía un nombre, prospect. Para los suyos, era un proyecto de Ángel del Infierno.
Hay que contextualizar en este proceso de “aprendizaje y dar muestras de compromiso con el club” el asesinato de Alex. La víctima tenía amigos entre los Hells Angels y de hecho su club, los Renegados, con sede en Reus, formaban parte de la alianza de clubs moteros que estaba bajo la tutela de los Ángeles del Infierno. La investigación revela que la paliza mortal no se debió a una trifulca entre bandas rivales, sino que el acusado retó a la víctima y que de esa manera se pretendía también evidenciar la “supremacía” de los Hells sobre el resto de clubs de motos.
Los hechos se remontan al 24 de septiembre del 2017,aquel día se celebraba en Castellar del Vallès una concentración de motos y vehículos, la Speed Fest. Álex y otro miembro de los Renegados se dirigían en sus motos a la cita, se detuvieron en un semáforo de un polígono industrial a las afueras de Castellar del Vallès. La casualidad quiso que en ese mismo punto, en paralelo a la moto de Alex, se detuviera un miembro de los Nomads de Sabadell, el más joven del grupo, el recién llegado, el de 22 años.
Varios testigos y las cámaras de seguridad de algunos negocios de la zona constataron que los dos hombres se intercambiaron palabras amenazantes, discutieron sin bajarse de las motos. El Angel del Infierno retó al de los Renegados a apartarse a una zona más discreta.
¿Acaso eran enemigos? Los investigadores constataron alguna trifulca anterior, protagonizada por Alex y otros Hells Angels, pero sin importancia, en concentraciones moteras. El otro miembro de los Renegados que iba con Alex intentó en varias ocasiones convencerle de que debían largarse de allí. Ya en el escenario elegido, el tercer motero decidió abandonar el lugar, aunque intentó de nuevo sacar a su amigo de la zona. Pese a marchar, el hombre aún miro hacía atrás y presenció la llegada de otros dos miembros de los Ángeles del Infierno en coche,de nada le sirvió pedir ayuda.
La pelea empezó a puñetazos entre los dos moteros, acabó con dos Hells Angels inmovilizando a Alex, mientras el tercero le golpeaba en la cabeza con un bate de béisbol. Le abandonaron inconsciente, antes de huir, le arrebataron el chaleco de los Renegados MC e intentaron llevarse su moto. Una cámara grabó a uno de los detenidos tratando de encender la moto de la víctima, no lo consiguió.
Alex falleció tres meses después de recibir la paliza y tras pasar por dos hospitales. Estuvo todo ese tiempo en coma inducido, luchando por sobrevivir, aunque no pudo superar la gravedad de las lesiones. Tenía 40 años y trabajaba de repartidor de Amazon. Una de sus últimas imágenes, en su moto, con una amiga en la parte trasera, aparece en la página oficial que los Renegados MC conservan en Facebook. Aunque la dirección del club decidió disolverse por temor a represalias tras las detenciones.
Las operaciones policiales contra los Ángeles del Infierno, los antiguos Centuriones, arrancaron en los años noventa. Durante todo ese tiempo algunos de sus miembros han estado en el punto de mira de los investigadores por sus actividades más parecida a las bandas del crimen organizado, que a los moteros. Los primeros Centuriones se han convertido en viejos conocidos de la policía, muchos tienen antecedentes y se han apartado de los negocios ilícitos. Son los Mossos los que tutelan desde hace tiempo los movimientos de los nuevos, de esos recién llegados. Los investigadores reconocen que están “muy atentos” a la renovación de los clubs con estos nuevos moteros “mucho más violentos y con ganas de demostrar a los veteranos que no tienen miedo”.
Hay que contextualizar en este proceso de “aprendizaje y dar muestras de compromiso con el club” el asesinato de Alex. La víctima tenía amigos entre los Hells Angels y de hecho su club, los Renegados, con sede en Reus, formaban parte de la alianza de clubs moteros que estaba bajo la tutela de los Ángeles del Infierno. La investigación revela que la paliza mortal no se debió a una trifulca entre bandas rivales, sino que el acusado retó a la víctima y que de esa manera se pretendía también evidenciar la “supremacía” de los Hells sobre el resto de clubs de motos.
Los hechos se remontan al 24 de septiembre del 2017,aquel día se celebraba en Castellar del Vallès una concentración de motos y vehículos, la Speed Fest. Álex y otro miembro de los Renegados se dirigían en sus motos a la cita, se detuvieron en un semáforo de un polígono industrial a las afueras de Castellar del Vallès. La casualidad quiso que en ese mismo punto, en paralelo a la moto de Alex, se detuviera un miembro de los Nomads de Sabadell, el más joven del grupo, el recién llegado, el de 22 años.
Varios testigos y las cámaras de seguridad de algunos negocios de la zona constataron que los dos hombres se intercambiaron palabras amenazantes, discutieron sin bajarse de las motos. El Angel del Infierno retó al de los Renegados a apartarse a una zona más discreta.
¿Acaso eran enemigos? Los investigadores constataron alguna trifulca anterior, protagonizada por Alex y otros Hells Angels, pero sin importancia, en concentraciones moteras. El otro miembro de los Renegados que iba con Alex intentó en varias ocasiones convencerle de que debían largarse de allí. Ya en el escenario elegido, el tercer motero decidió abandonar el lugar, aunque intentó de nuevo sacar a su amigo de la zona. Pese a marchar, el hombre aún miro hacía atrás y presenció la llegada de otros dos miembros de los Ángeles del Infierno en coche,de nada le sirvió pedir ayuda.
La pelea empezó a puñetazos entre los dos moteros, acabó con dos Hells Angels inmovilizando a Alex, mientras el tercero le golpeaba en la cabeza con un bate de béisbol. Le abandonaron inconsciente, antes de huir, le arrebataron el chaleco de los Renegados MC e intentaron llevarse su moto. Una cámara grabó a uno de los detenidos tratando de encender la moto de la víctima, no lo consiguió.
Alex falleció tres meses después de recibir la paliza y tras pasar por dos hospitales. Estuvo todo ese tiempo en coma inducido, luchando por sobrevivir, aunque no pudo superar la gravedad de las lesiones. Tenía 40 años y trabajaba de repartidor de Amazon. Una de sus últimas imágenes, en su moto, con una amiga en la parte trasera, aparece en la página oficial que los Renegados MC conservan en Facebook. Aunque la dirección del club decidió disolverse por temor a represalias tras las detenciones.
Las operaciones policiales contra los Ángeles del Infierno, los antiguos Centuriones, arrancaron en los años noventa. Durante todo ese tiempo algunos de sus miembros han estado en el punto de mira de los investigadores por sus actividades más parecida a las bandas del crimen organizado, que a los moteros. Los primeros Centuriones se han convertido en viejos conocidos de la policía, muchos tienen antecedentes y se han apartado de los negocios ilícitos. Son los Mossos los que tutelan desde hace tiempo los movimientos de los nuevos, de esos recién llegados. Los investigadores reconocen que están “muy atentos” a la renovación de los clubs con estos nuevos moteros “mucho más violentos y con ganas de demostrar a los veteranos que no tienen miedo”.
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