“Pegadme un tiro”, eso pidió a la policía Gregorio Cano Beltri, el violador de La Verneda,
cuando lo detuvieron el 9 de mayo de 1998. Gregorio tenía 27 años y
había cometido 17 violaciones, aunque después reconoció otros 40
intentos. En el momento de su detención decía que
tenía un grave problema de control de impulsos, en la cárcel
pidió la castración química. Advirtió a sus conocidos que si salía a la
calle volvería a cometer los mismos delitos, le cayeron 167 años de
cárcel, pero sale en libertad el jueves 3 de mayo del 2018 habiendo cumplido sólo 20 de
condena, y lo peor es que va a volver a reincidir.
El violador de La Verneda sale el jueves 3 de mayo del 2018 de la cárcel de Brians 2 y los informes son claros: Gregorio Cano no está rehabilitado, es irreversible.
Por ese motivo contará con vigilancia especial de los Mossos
d'Esquadra. Cano sale de prisión sólo tres días después de que un
violador sin rehabilitar haya asesinado a una niña menor de edad en Francia. Nadie imaginaba en el momento de se almacén
de El Corte Inglés, hijo de un Guardia Civil y hermano de un policía, fuese uno de los mayores violadores de la historia de Españu detención que aquel mozo da. Estaba prometido y a punto de casarse.
Años antes había tenido algunos escarceos con las drogas, pero nada
fuera de lo habitual en su humilde barrio de La Verneda (Barcelona). Ya
estaba limpio, rehabilitado y tenía trabajo fijo. Nadie imaginaba que en
realidad, Gregorio llevaba una doble vida. Que por las noches se
transformaba en el monstruo que siembra el pánico entre
las mujeres.
Gregorio Cano escoge a sus víctimas, todas veinteañeras que caminan solas por
zonas despobladas de los suburbios, esencialmente descampados. Al
principio Gregorio actua solamente los fines de semana, a partir de
medianoche y en el entorno de su barrio, cerca del Puente del Trabajo de
La Verneda. Cuando localiza a una chica sola, asalta a punta de navaja y obliga a practicarle una felación, si la mujer opone demasiada resistencia, él huye. El violador amplía horarios, calendario y
hasta radio de acción. Empieza a cometer violaciones a partir de las
nueve de la noche, entre semana y en otras zonas de Barcelona, aborda a sus víctimas en
portales, y no sólo de su barrio, comete delitos en Horta, Sant Andreu,
Meridiana, Poble Nou, L'Hospitalet y Montcada i Reixac, llega a consumar 17 violaciones.
El 9 de mayo de 1998 una mujer a la que intentó forzar era en realidad una agente de paisano de la Policía Nacional, uno de los dos cebos que puso la Policía Nacional, era un sábado por la
noche y dos mujeres agentes caminaban separadas por un descampado
de Barcelona. Gregorio divisó a una de ellas y la abordó con su navaja, mientras la otra avisaba a los refuerzos, en pocos minutos el violador
de la Verneda estaba esposado en el suelo y pidiendo que le pegasen un
tiro.
En el juicio confesó los hechos, evitó que las
vícano Beltri fue condenado a 167 años de prisión, ni 10 años por víctima, empezó un periplo por varias prisiones, primero en La Modelo, luego en Can Brians y en Brians 2.timas tuviesen que revivir el calvario declarando, su abogado alegó
esquizofrenia, pero de nada le sirvió. Gregorio C
No fue considerado un preso especialmente
peligroso porque huía cuando su víctima oponía mucha resistencia, las
altas posibilidades de recaer hicieron que fuese el primer caso de
España en el que el juez aplicara medidas para que el reo no saliera en
libertad antes de haber cumplido 20 años de prisión, el máximo en
España, ni por el buen comportamiento, como sí había conseguido otro
famoso agresor sexual , el violador de L'Eixample, que a los 13 años salió a la calle.
Lo preocupante del caso de Cano Beltri es que los informes penitenciarios son unánimes, no está rehabilitado,es irreversible.
Él lo reconoce e incluso solicita la castración química, que le ha sido denegada. Beltri tiene cuentas en las redes sociales abiertas en
permisos y talleres penitenciarios. Ahí denota claramente que sigue obsesionado por
el sexo, sus únicas interacciones tienen motivos sexuales.
Pero a pesar de todo lo sacan a la calle con la alarma roja de reincidencia, a pesar de los informes penitenciarios y a
pesar de sus propios miedos a recaer. Este violador
abandona la cárcel el jueves 3 de mayo por la mañana. El ministerio fiscal
activa el protocolo especial de vigilancia, medida excepcional
para presos peligrosos que pondrá a varios Mossos d'Esquadra cerca del
preso para controlar sus movimientos.
También habrá protección a sus víctimas, ellas también han sido debidamente informadas
de la puesta en libertad del hombre que les causó el trauma de sus vidas
y que ha cumplido un 10% de la pena que le impusieron,
también saben que no esta rehabilitado, y que volverá a
reincidir.
Aquel violador que cuando lo detuvieron pidió que
le pegasen un tiro, no lo consiguió, también pidió la castración química
y se la negaron, aceptó 167 años de prisión, pero sale a los 20 y sin
rehabilitar. Todo un despropósito en la justicia española que en cada caso va dando palos de ciego y patinando a tropezones imperdonables.
1 comentario:
No puedo creer lo que leo. .. Primer mundo las pelotas
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