Fish nació el 19 de mayo de 1870 en Washington, tras la muerte de uno de sus hermanos decidió cambiarse el nombre por el de Albert, para olvidarse de sus apodos, Ham and Eggs (huevos con jamón), que tantos problemas le habían causado en los orfanatos donde pasó gran parte de su infancia. Como su madre no podía mantener a la familia , su progenitor (cuarenta años mayor que su esposa) había fallecido, ingresó a la criatura en un centro donde sufría constantes maltratos y abusos, tan sólo contaba con cinco años.
Sin embargo, Albert no intentaba escapar de los castigos, todo lo contrario, el pequeño Fish deseaba que llegara ese momento,ya que sentía placer por cada paliza, incluso lograba alcanzar el orgasmo, ahí empezaron sus tendencias masoquistas y su deterioro cerebral.
Los informes de la época describían a Fish como problemático y con una tendencia imperiosa a padecer dolor, se infligía cortes y golpes en el cuerpo y también los propinaba a otros compañeros, coleccionaba recortes de prensa donde se hablaba de crímenes y admiraba a los caníbales, decir que se sentía identificado con el hecho de comer carne humana.
Los expertos apuntan que ese carácter se fraguó debido a la infancia que vivió y sobre todo a las dos generaciones de enfermedades psiquiátricas que habían padecido varios miembros de su familia, un total de siete personas de su parentesco más directos, entre ellas su madre, que escuchaban voces y tenían fuertes alucinaciones.
Los informes de la época describían a Fish como problemático y con una tendencia imperiosa a padecer dolor, se infligía cortes y golpes en el cuerpo y también los propinaba a otros compañeros, coleccionaba recortes de prensa donde se hablaba de crímenes y admiraba a los caníbales, decir que se sentía identificado con el hecho de comer carne humana.
Los expertos apuntan que ese carácter se fraguó debido a la infancia que vivió y sobre todo a las dos generaciones de enfermedades psiquiátricas que habían padecido varios miembros de su familia, un total de siete personas de su parentesco más directos, entre ellas su madre, que escuchaban voces y tenían fuertes alucinaciones.
Albert Fish en el año 1903 |
Cuando se graduó en la escuela con quince años empezó a
frecuentar baños públicos para ver a los jóvenes desnudos y practicar sexo
con ellos, acabó ejerciendo la prostitución con hombres y violando a algunos de ellos durante gran parte del día. El resto del tiempo actuaba como esposo y padre perfecto, esa doble vida la comienza en 1898, cuando se casa con una mujer nueve años menor que él con la que tiene seis hijos.
Fish se dedicaba a pintar casas y a la decoración de interiores, pero eso sólo era una estrategia que le servía para establecer contactos con jovencitos. Nunca repetía en el mismo lugar, viajaba por todo el país. Estuvo hasta en veintidós estados, donde cometió multitud de perversiones con menores, cuando empezaban los problemas se marchaba, y así estuvo durante muchos años.
La obsesión por el dolor le llevó a autoinfligirse castigos y mutilaciones, se introducía alfileres en la pelvis y en los genitales ,en las radiografías hallaron casi una docena, rebozaba su cuerpo desnudo sobre rosales de espinas y le pillaron masturbándose en su habitación mientras se golpeaba la espalda con un palo con clavos. La sugestión que le provocaban aquellos actos le hacía obnubilarse con la idea del pecado, sufrió todo tipo de alucinaciones religiosas y sólo expiaba sus culpas mediante el castigo físico. Aquel dogma lo llevó al extremo afirmando en múltiples ocasiones ser Jesucristo o San Juan y que el Todopoderoso era quien le ordenaba cometer dichos sacrificios humanos.
Las autoridades decidieron ingresarle en un centro psiquiátrico, sin embargo aunque fue internado tres veces, le dejaban salir al no demostrarse que estuviera “loco”. La personalidad psicopática de carácter sexual que sufría Fish no era suficiente para mantenerlo en un centro, además le arrestaron en ocho ocasiones por cometer estafas, robos y enviar cartas obscenas a las mujeres que se anunciaban en los periódicos para buscar pareja.
Fish se dedicaba a pintar casas y a la decoración de interiores, pero eso sólo era una estrategia que le servía para establecer contactos con jovencitos. Nunca repetía en el mismo lugar, viajaba por todo el país. Estuvo hasta en veintidós estados, donde cometió multitud de perversiones con menores, cuando empezaban los problemas se marchaba, y así estuvo durante muchos años.
La obsesión por el dolor le llevó a autoinfligirse castigos y mutilaciones, se introducía alfileres en la pelvis y en los genitales ,en las radiografías hallaron casi una docena, rebozaba su cuerpo desnudo sobre rosales de espinas y le pillaron masturbándose en su habitación mientras se golpeaba la espalda con un palo con clavos. La sugestión que le provocaban aquellos actos le hacía obnubilarse con la idea del pecado, sufrió todo tipo de alucinaciones religiosas y sólo expiaba sus culpas mediante el castigo físico. Aquel dogma lo llevó al extremo afirmando en múltiples ocasiones ser Jesucristo o San Juan y que el Todopoderoso era quien le ordenaba cometer dichos sacrificios humanos.
Las autoridades decidieron ingresarle en un centro psiquiátrico, sin embargo aunque fue internado tres veces, le dejaban salir al no demostrarse que estuviera “loco”. La personalidad psicopática de carácter sexual que sufría Fish no era suficiente para mantenerlo en un centro, además le arrestaron en ocho ocasiones por cometer estafas, robos y enviar cartas obscenas a las mujeres que se anunciaban en los periódicos para buscar pareja.
Radiografía donde se ven las agujas introducidas |
Una de sus predilecciones era buscar niños negros con los que practicar sus terribles fantasías sexuales, la primera víctima que desapareció fue de raza blanca. Se trataba de un niño llamado Billy Gaffney
que el 11 de febrero de 1927 fue raptado por Fish mientras jugaba con
otros dos amigos en la puerta de su casa, cuando el más mayor se
percató de que el pequeño no estaba, otro de los niños le contó que se
lo había llevado el “coco”, un anciano de complexión delgada, con cabello y bigote gris. Ésa fue la primera vez del “abuelo asesino".
El único asesinato por el que se le pudo juzgar a Fish fue el de Grace Budd, una niña de sólo diez años, ese crimen lo cometió gracias a su rostro aparentemente amable y pacífico y por supuesto, a su poder de convicción.
Tedd, el hermano mayor de la chica, publicó un anuncio en el periódico en el que pedía una oportunidad laboral, el criminal lo leyó y acudió a la dirección familiar con la excusa de ofrecerle un puesto de trabajo. Fue allí donde conoció a Grace Budd y acabó obsesionándose por ella, así que urdió el plan para que sus padres accedieran a que lo acompañase a la fiesta de cumpleaños de su sobrina. Fish había logrado establecer una buena relación con la familia Budd, con quienes compartió una mañana de charla y desayuno.
Los padres de Grace dieron el visto bueno y Fish les prometió que la tendrían de vuelta antes de las nueve de la noche, jamás regresaron. Se inició la búsqueda desesperada por toda la región, pero no lograron dar ni con el paradero de la niña ni con el de su secuestrador Albert Fish, durante su rapto, él se comía las heces y se bebía la orina de la pequeña Grace.
El único asesinato por el que se le pudo juzgar a Fish fue el de Grace Budd, una niña de sólo diez años, ese crimen lo cometió gracias a su rostro aparentemente amable y pacífico y por supuesto, a su poder de convicción.
Tedd, el hermano mayor de la chica, publicó un anuncio en el periódico en el que pedía una oportunidad laboral, el criminal lo leyó y acudió a la dirección familiar con la excusa de ofrecerle un puesto de trabajo. Fue allí donde conoció a Grace Budd y acabó obsesionándose por ella, así que urdió el plan para que sus padres accedieran a que lo acompañase a la fiesta de cumpleaños de su sobrina. Fish había logrado establecer una buena relación con la familia Budd, con quienes compartió una mañana de charla y desayuno.
Los padres de Grace dieron el visto bueno y Fish les prometió que la tendrían de vuelta antes de las nueve de la noche, jamás regresaron. Se inició la búsqueda desesperada por toda la región, pero no lograron dar ni con el paradero de la niña ni con el de su secuestrador Albert Fish, durante su rapto, él se comía las heces y se bebía la orina de la pequeña Grace.
Grace Budd y momentos durante su búsqueda |
6 años después de la desaparición de Grace Budd y con las esperanzas ya rotas, la familia recibió una carta de Albert Fish
en la que les contó qué había ocurrido aquella tarde y qué hizo con su hija.
Sus palabras dejaron en estado de shock a la madre y fue su hijo Tedd
quien tuvo que terminar de leerla, sin poder creer lo que habían
leído, entregaron la carta a la policía. El contenido era aterrador y éste es el texto de la carta:
“El domingo 3 de junio de 1928 llamé a su puerta en la calle 15, 406 oeste, llevé queso y fresas y almorzamos, Grace se sentó en mi regazo y me besó, me propuse comérmela. Con la excusa de llevarla a una fiesta, les pedí que le dieran permiso a venir conmigo, a lo que ustedes accedieron. La llevé a una casa vacía que había elegido con anterioridad en Westchester, al sótano”.
“Cuando llegamos, le dije que se quedara afuera, mientras ella recogía flores, subí y me desnudé”, “Sabía que si no lo hacía podía mancharme la ropa con su sangre, cuando todo estaba listo, me asomé a la ventana y la llamé, me escondí en el armario hasta que ella estuvo en la habitación. Al verme desnudo, comenzó a llorar y trató de escapar por las escaleras, la atrapé y me dijo que se lo diría a su mamá”.
“Primero la desnudé, pataleó, arañó y me mordió,se hizo caca y orinó, pero ya la asfixié hasta matarla,me comí su caca y bebí su orina. Después la corté en pequeños trozos para poder llevar la carne a mi habitación, herví y guisé su rico y tierno trasero, tardé nueve días en comerme su cuerpo entero. No la violé, murió virgen, su vagina también la cociné y me la comí”.
Al principio se pensó que lo que contaba la carta no era real y que ésta era obra de un sádico, pero el detective William King se percató de que había detalles que sólo el secuestrador de Grace podía conocer, una pista clave les llegó en forma de símbolo.
El sobre de la carta tenía impresa una insignia hexagonal junto a las siglas de una asociación benéfica, una vez hallado el lugar y al criminal, la policía acudió al domicilio de Albert Fish y lo arrestaron el 13 de diciembre de 1934.
“El domingo 3 de junio de 1928 llamé a su puerta en la calle 15, 406 oeste, llevé queso y fresas y almorzamos, Grace se sentó en mi regazo y me besó, me propuse comérmela. Con la excusa de llevarla a una fiesta, les pedí que le dieran permiso a venir conmigo, a lo que ustedes accedieron. La llevé a una casa vacía que había elegido con anterioridad en Westchester, al sótano”.
“Cuando llegamos, le dije que se quedara afuera, mientras ella recogía flores, subí y me desnudé”, “Sabía que si no lo hacía podía mancharme la ropa con su sangre, cuando todo estaba listo, me asomé a la ventana y la llamé, me escondí en el armario hasta que ella estuvo en la habitación. Al verme desnudo, comenzó a llorar y trató de escapar por las escaleras, la atrapé y me dijo que se lo diría a su mamá”.
“Primero la desnudé, pataleó, arañó y me mordió,se hizo caca y orinó, pero ya la asfixié hasta matarla,me comí su caca y bebí su orina. Después la corté en pequeños trozos para poder llevar la carne a mi habitación, herví y guisé su rico y tierno trasero, tardé nueve días en comerme su cuerpo entero. No la violé, murió virgen, su vagina también la cociné y me la comí”.
Al principio se pensó que lo que contaba la carta no era real y que ésta era obra de un sádico, pero el detective William King se percató de que había detalles que sólo el secuestrador de Grace podía conocer, una pista clave les llegó en forma de símbolo.
El sobre de la carta tenía impresa una insignia hexagonal junto a las siglas de una asociación benéfica, una vez hallado el lugar y al criminal, la policía acudió al domicilio de Albert Fish y lo arrestaron el 13 de diciembre de 1934.
Durante el interrogatorio Fish explicó con todo tipo de detalles qué había hecho con la niña, afirmó que tras matarla,
le cortó la cabeza con un cuchillo y el resto del cuerpo con una sierra. “No soy un demente, sólo un excéntrico, a veces ni yo mismo me comprendo”,
dijo. Se confesó autor de varios crímenes más, el de un
niño de cuatro años al que flageló hasta la muerte cortándole las
orejas, la nariz y los ojos, se bebió su sangre y lo desmembró para después prepararse un estofado.
También contó lo ocurrido con un vagabundo al que obligó a realizar actos sádicos, masoquistas y coprófagos durante varias semanas, le acuchilló las nalgas para beber su sangre,le cortó el pene y se lo comió. En el juicio que se celebró el 11 de marzo de 1935, Albert Fish narró con una sonrisa en los labios todas las depravaciones que había realizado con cien niños, aseguró haber matado a quince de ellos, el asesinato que la policía logró demostrar fue el de Grace Budd.
Diez días después de que diera comienzo la vista y que subieran al estrado los psiquiatras para explicar la despiadada personalidad de Fish, el jurado lo encontró culpable y el juez lo sentenció a morir en la silla eléctrica, la ejecución se produjo el 16 de enero de 1936.
Entre los periodistas se encontraba el reportero del Daily News que escribió: “Sus ojos llorosos destellaron de alegría ante la idea de ser sometido a un calor mucho más intenso, comparado con el que usualmente se quemaba para satisfacer su lujuria. Fish preguntó si estaría consciente en el momento de su muerte, era el único placer que le faltaba probar, su propia muerte, el delicioso dolor de morir”.
Tres minutos después de la descarga eléctrica, se certificó su muerte. Aquél fue su último escalofrío.
También contó lo ocurrido con un vagabundo al que obligó a realizar actos sádicos, masoquistas y coprófagos durante varias semanas, le acuchilló las nalgas para beber su sangre,le cortó el pene y se lo comió. En el juicio que se celebró el 11 de marzo de 1935, Albert Fish narró con una sonrisa en los labios todas las depravaciones que había realizado con cien niños, aseguró haber matado a quince de ellos, el asesinato que la policía logró demostrar fue el de Grace Budd.
Diez días después de que diera comienzo la vista y que subieran al estrado los psiquiatras para explicar la despiadada personalidad de Fish, el jurado lo encontró culpable y el juez lo sentenció a morir en la silla eléctrica, la ejecución se produjo el 16 de enero de 1936.
Entre los periodistas se encontraba el reportero del Daily News que escribió: “Sus ojos llorosos destellaron de alegría ante la idea de ser sometido a un calor mucho más intenso, comparado con el que usualmente se quemaba para satisfacer su lujuria. Fish preguntó si estaría consciente en el momento de su muerte, era el único placer que le faltaba probar, su propia muerte, el delicioso dolor de morir”.
Tres minutos después de la descarga eléctrica, se certificó su muerte. Aquél fue su último escalofrío.
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