sábado, 29 de diciembre de 2018

Witmar Benítez, El Asesino de la Maleta Fugitivo de Guatemala

El grupo de Homicidios de la Policía Nacional arrestó a Witmar Benítez, de 26 años, como autor del crimen de la maleta en Zaragoza, el asesinato de un madrileño de 48 años. El asesino ya había escapado de su Guatemala natal tras haberse reabierto otro caso de asesinato en el que fue absuelto. Fue puesto a disposición judicial y fue enviado a prisión. La Policía barajó un móvil de ámbito sexual como principal hipótesis en el crimen.
El joven es de hecho el inquilino del piso, el 4ª D del número 1 de la calle Vía Verde del barrio Oliver, donde fue encontrada la maleta. Residía allí desde hacía tiempo, tras haber llegado desde Guatemala, y subarrendaba una habitación por horas. Las primeras informaciones sobre el caso, había sido uno de estos subarrendatarios quien había descubierto el cuerpo y avisado a Emergencias.
 El cuerpo cuya desaparición fue denunciada una semana antes en Madrid, fue encontrado en posición fetal, desnudo, dentro de una maleta de grandes dimensiones. De hecho también había otra ropa. Tras el análisis de la Policía Científica y con apenas dos días de pesquisas, el grupo de Homicidios arrestó al inquilino del piso como autor del crimen, sin que consten más cómplices que otro joven investigado como encubridor. La causa de la muerte son los fuertes golpes en la cabeza que recibió la víctima.
Si macabras son las circunstancias de este asesinato, más aún lo fueron las del cometido tres años atrás en Guatemala, por el que fueron detenidos el asesino y su padre, entre otras personas. Un asesinato del que fueron absueltos, pero que tras recurso de la Fiscalía, iba a ser reabierto. De hecho, el recurso del joven contra la reapertura fue desestimado por la Justicia guatemalteca en abril de 2018. Pero ya antes de que fuese firme esta decisión en su contra.
El asesinato por el que fue juzgado en su país fue el de Tránsito Ranferí Méndez Méndez. Según el escrito del fiscal, el 27 de marzo del 2015 por la noche, tras asistir a un servicio religioso en una localidad del departamento de Quiché, la víctima, con Witmar Benítez y un tercer hombre iban en una furgoneta en la que se quedaron solos los dos primeros.
Esto ocurrió, consideraba el ministerio público, porque previamente el joven había convencido a Tránsito de que le tenía que contar un secreto. Con ello le condujo hasta un camino en el que le esperaban su padre y otros cómplices, y allí le atacó por la espalda con un objeto contundente, provocándole una fractura en la nuca que le causó la muerte.



Un modus operandi sorpresivo similar al que se usó en Zaragoza, dado que la víctima era bastante corpulenta como para haber sido golpeada en una pelea frente a frente. Una discusión que, además, los vecinos del inmueble no oyeron.
PENE CORTADO
Volviendo al crimen en Guatemala, tras haber cometido el asesinato –en el escrito judicial no se reflejaba el móvil del mismo–, los conspiradores ocultaron el cuerpo de la víctima en una cercana plantación de bambú y le cortaron el pene. Y para descartar cualquier sospecha de participación de Witmar, le dejaron en su propia casa, atado y amordazado y con el pene de la víctima en la boca. Según el ministerio público, todo ello como coartada.
El joven y el resto de implicados fueron absueltos por falta de pruebas en el primer juicio, pero la Fiscalía recurrió y las instancias superiores le dieron la razón y reabrieron el caso.


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