El modus operandi de los cuatro jóvenes que agredieron sexualmente a una chica en la Nochevieja de 2018 en
Callosa d’En Sarrià (Alicante)
recuerda en gran medida al de los cinco sevillanos conocidos como la
Manada. Sin ir más lejos, la Guardia Civil no descartó que los cuatro
jóvenes conocidos como la Manada de Callosa d’En Sarrià- perpetraran en el pasado al menos dos agresiones idénticas.
Los agentes continúan las investigaciones para localizar a más víctimas del grupo de hombres, que desde el viernes 4 de enero del 2019 se encuentran en prisión como autores de un delito de agresión sexual, dos delitos de abusos sexuales y un delito contra la intimidad “A raíz de esta investigación han salido otros casos que esperamos que, incluso, puedan aumentar porque parece ser que no era la primera vez que lo habían hecho”, aseguraron desde el Instituto Armado.
Las mismas fuentes aseguraron que existen pruebas que “evidencian” la agresión sexual ocurrida la madrugada del día 1 de enero. Tres de los cuatro jóvenes fueron detenidos en el lugar donde sucedieron los hechos después de que la Guardia Civil y la Policía Local, tras recibir el aviso de la hermana de uno de los agresores,se desplazaran hasta un inmueble en cuyo sótano había cuatro individuos con una mujer semidesnuda.
La joven se encontraba en estado ebrio y bajo los efectos de alguna droga, ya que “no era capaz de saber” dónde se encontraba o dónde vivía, ni recordaba lo que había sucedido durante las últimas horas. Varios testigos relataron que uno de los detenidos había sido sorprendido subiéndose los pantalones, mientras que otro de ellos se encontraba recostado encima de la víctima y abusaba de ella.
Al igual que la Manada sevillana, los cuatro hombres grabaron en vídeo la violación. Un documento, de unos cinco minutos de duración, en el que se aprecia que la víctima opuso resistencia en todo momento a pesar de su estado de embriaguez.
Uno de los detenidos, el de 22 años, tiene antecedentes por violencia de género y abusos sexuales a una menor y por abusar de una mujer el mes de octubre de 2018. La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Marina Baixa de Villajoyosa para ser sometida a un reconocimiento médico y recibir atención psicológica.
Dos de los hombres conocían a la víctima, y se encontraron con ella en Benidorm la noche del 31 de diciembre, y con la excusa de seguir tomando copas, sobre las 5 de la madrugada, le sugirieron ir a casa de un conocido de la madre de ella en esa localidad, a lo que la chica accedió.
Una vez allí y tras tomar varias copas más, habrían comenzado los abusos, si bien, la joven no recordaba nada de lo sucedido. Uno de los habitantes de la casa se dio cuenta de lo que estaba pasando y dio por finalizada la fiesta por lo que los cuatro hombres decidieron ir a Callosa, al local de uno de ellos, y se llevaron a la joven, “que estaba en tal estado que apenas podía andar sola”.
Durante la investigación del caso, la Guardia Civil localizó a otra mujer, que también habría sufrido abusos sexuales en octubre del año 2018 por parte de uno de los detenidos, y que lo denunció. La investigación continúa abierta porque los agentes sospechan que los detenidos podrían haber protagonizado dos situaciones idénticas con otras dos mujeres, por lo que no descartan que la cifra de afectadas pudiera aumentar.
Los agentes continúan las investigaciones para localizar a más víctimas del grupo de hombres, que desde el viernes 4 de enero del 2019 se encuentran en prisión como autores de un delito de agresión sexual, dos delitos de abusos sexuales y un delito contra la intimidad “A raíz de esta investigación han salido otros casos que esperamos que, incluso, puedan aumentar porque parece ser que no era la primera vez que lo habían hecho”, aseguraron desde el Instituto Armado.
Las mismas fuentes aseguraron que existen pruebas que “evidencian” la agresión sexual ocurrida la madrugada del día 1 de enero. Tres de los cuatro jóvenes fueron detenidos en el lugar donde sucedieron los hechos después de que la Guardia Civil y la Policía Local, tras recibir el aviso de la hermana de uno de los agresores,se desplazaran hasta un inmueble en cuyo sótano había cuatro individuos con una mujer semidesnuda.
La joven se encontraba en estado ebrio y bajo los efectos de alguna droga, ya que “no era capaz de saber” dónde se encontraba o dónde vivía, ni recordaba lo que había sucedido durante las últimas horas. Varios testigos relataron que uno de los detenidos había sido sorprendido subiéndose los pantalones, mientras que otro de ellos se encontraba recostado encima de la víctima y abusaba de ella.
Al igual que la Manada sevillana, los cuatro hombres grabaron en vídeo la violación. Un documento, de unos cinco minutos de duración, en el que se aprecia que la víctima opuso resistencia en todo momento a pesar de su estado de embriaguez.
Uno de los detenidos, el de 22 años, tiene antecedentes por violencia de género y abusos sexuales a una menor y por abusar de una mujer el mes de octubre de 2018. La víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Marina Baixa de Villajoyosa para ser sometida a un reconocimiento médico y recibir atención psicológica.
Dos de los hombres conocían a la víctima, y se encontraron con ella en Benidorm la noche del 31 de diciembre, y con la excusa de seguir tomando copas, sobre las 5 de la madrugada, le sugirieron ir a casa de un conocido de la madre de ella en esa localidad, a lo que la chica accedió.
Una vez allí y tras tomar varias copas más, habrían comenzado los abusos, si bien, la joven no recordaba nada de lo sucedido. Uno de los habitantes de la casa se dio cuenta de lo que estaba pasando y dio por finalizada la fiesta por lo que los cuatro hombres decidieron ir a Callosa, al local de uno de ellos, y se llevaron a la joven, “que estaba en tal estado que apenas podía andar sola”.
Durante la investigación del caso, la Guardia Civil localizó a otra mujer, que también habría sufrido abusos sexuales en octubre del año 2018 por parte de uno de los detenidos, y que lo denunció. La investigación continúa abierta porque los agentes sospechan que los detenidos podrían haber protagonizado dos situaciones idénticas con otras dos mujeres, por lo que no descartan que la cifra de afectadas pudiera aumentar.
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