martes, 7 de septiembre de 2021

Isidre y Dolors Orrit Pires, Resplandor en la Habitación 229

 

Como si de un resplandor se tratase, los hermanos Isidre y Dolors Orrit Pires, fueron sacados de la habitación 229 del hospital Sant Joan de Deu en Manresa ( Barcelona), por personal relacionado con la familia paterna de los niños, cuyo padre había fallecido dos meses atrás,aunque una parte testifical apunta hacia el personal médico. 

Es la hipótesis de más peso y que además, después de muchos años , apareció ese testigo cuyo relato puede hacer reabrir la causa de este suceso intrigante. 

Eran solo dos de los quince hijos de Alfredo Pires y María Orrit. Ni ellos ni el resto de sus hermanos que siguen con vida se explican que pudo haber pasado aquel 5 de septiembre de 1988. Nada raro debería haber sucedido en el hospital Sant Joan de Déu de Manresa, en Barcelona, dónde estaba ingresado Isidre,con 5 años acompañado por Dolors que tenía 17 años.

Antes, en el mes de julio de 1988, el padre, Alfredo Pires, había fallecido como consecuencia de un cáncer. Después, el día 3 de septiembre, se acordó por facultativos médicos, ingresar al pequeño Isidre Pires Orrit, de tan sólo 5 años de edad, para tratarle una estomatitis aftosa, unas llagas que le habían salido en la boca.

El ingreso fue en el hospital Sant Joan de Deu en Manresa, y aunque esa patología se podía tratar en el propio domicilio, alguien decidió y planificó que el niño estuviese en el centro hospitalario. 

Pero dos días después, en la noche del día 5 de septiembre de 1988 de manera totalmente inexplicable se esfumaron. "Ellos estaban en la segunda planta, en la habitación 229", explica Mari Carme, una de sus hermanas. Su familia ha tenido que ver cómo sus esfuerzos para encontrarlos han sido en vano. 


Todo después de recibir un varapalo judicial. Su abogada, Itziar Iriondo, presentó un nuevo testigo ante la justicia. Pero los magistrados no quisieron aceptarlo aludiendo que el caso está prescrito desde el 2016. 

Este nuevo testimonio salió a la luz en un programa de televisión. Allí habría dado algunas novedades sobre el caso. Pero según Mari Carme que solo le dice que " también ya conté lo que sabía, no quiero problemas con el juez ni con la Policía". 

Ese testimonio es de un hombre que tiene actualmente 46 años y tenía 13 el día de la desaparición de Isidre y Dolors en 1988.

Él también se encontraba dentro cuidando de un hermano. Habría explicado que se dirigía a la sala de fumadores cuando escuchó gritos. 

Entonces se acercó y vio a una persona vestida con bata blanca como si fuera un médico que se llevaba a los hermanos Orrit en una silla de ruedas. Estuvo siguiéndolo con cuidado hasta el sótano, en el que había otra persona vestida de sanitario esperándolos. Él piensa que les inyectaron algo y que luego los taparon con sábanas blancas. 

También pudo ver a otras personas cubiertas con sábanas verdes. En ese momento se asustó y se fue corriendo del hospital en búsqueda de su madre. Dejó a su hermano solo. 

Mari Carme Orrit afirma que esta persona posiblemente no había dicho nada por temor. "La familia de este hombre decidió que no dijera nada porque tenían miedo, por si les hacía algo a ellos también. Ahora este hombre tiene 46 años, es padre y lo ha querido contar para que descansáramos", afirmaba la hermana de Isidre y Dolors. 

El pequeño Isidre había ingresado en el hospital unos días antes, el 3 de septiembre. Sus hermanos se tenían que turnar para cuidarlo por las noches. Y es que la madre, María Orrit apenas dos meses atrás,había enviudado y pasaba mucho tiempo limpiando casas. 

La noche del día 4 al 5 de septiembre de 1988 le tocó el turno a Dolors para quedarse en el hospital junto a su hermano Isidre.

La última persona en verlos allí fue la enfermera del turno hasta las 23:00 horas del día 4 de septiembre, luego a la mañana siguiente,aproximadamente a las 07:00 horas del día 5 de septiembre de 1988, cuando el correspondiente personal médico fue a la habitación 229, ellos ya no estaban.

En el día de la desaparición la Guardia Urbana fue a la casa y a la madre, Maria Orrit, le preguntó por sus hijos y ella respondió: "Aquí están". "No, no, sus hijos los del hospital", insistieron los agentes y ella volvió a decir: "Pues en el hospital, ¿dónde van a estar?". Tras esto, alarmada, acudió con una de sus hijas al centro hospitalario para saber qué pasaba allí. 

La última persona que habría visto a los menores, además del testigo, fue una enfermera a las 23:00. En la ronda de las 07:00 ya no los encontró en su habitación.

Desde entonces, son muchas las hipótesis que se han barajado. Desde una huida a un secuestro por razones sexuales. También hay quien dice que alguien los quería para darlos en adopción al saber que la madre era viuda. Incluso alguna organización criminal para trafico de órganos. 

Mientras este misterio sigue sin resolverse, la familia ha sufrido otros duros golpes a lo largo de los años. La hermana mayor, Angelina moría de cáncer y en 1974 con 3 meses de vida otra hermana, Montserrat, moría por un virus.

El mellizo de Dolors, Manel, fallecía a los 24 años arrollado por un tren. Según su hermana, presionado por aquellos que afirmaban que debía saber algo. Dejó una carta escrita bien clara con sus intenciones: "Doy palabra de honor que cuando salgan mis hermanos Dolors e Isidre voy a vengarme de toda la gente que se ha puesto en contra mía y me ha acusado de la desaparición de mis hermanos. Esto no es una amenaza, solo una aclaración, claro que lo que yo estoy pasando no lo sabe nadie más que yo". 


La familia confía en que la nueva prueba sea suficiente para retomar el caso. El juez lo denegó en un primer momento porque el caso está prescrito, pero el hombre acaba de dar su versión en un periódico local.

Ha hablado para el periódico Regió7, y lo que cuenta pone los pelos de punta.

"No recuerdo la hora, era de noche y en el hospital no había nadie". Así empieza el relato de los hechos que hace este vecino de Manresa, llamado Antonio. Entonces tenía 13 años y cuidaba a un hermano que estaba ingresado en el hospital, en la misma planta donde estaban Isidre y Dolors.

Según el sumario del caso, una enfermera pasó por la habitación de Isidre a las 23:15 horas de la noche del día 4 de septiembre de 1988. Al ver que estaba durmiendo no quiso molestarlo. En una sala al final del pasillo estaba Antonio, que escuchó unos gritos que le llamaron la atención y se acercó hasta la habitación 229.

Según explica Antonio, vio a un médico ordenando a Dolors que se sentara en una silla de ruedas mientras esta lloraba. Luego le puso encima al niño de 5 años, que también lloraba y preguntaba por su madre. "Pasaron por mi lado, y el médico se me quedó mirando", relata este testigo.

Eso le llamó la atención, y siguió con el camino que hacían el médico y los dos hermanos. Les vio meterse dentro de un ascensor reservado solo para el personal médico. "No sabía a qué planta habían ido, pero aquel ascensor solo iba hacía el sótano". Afirma Antonio. 

Antonio explica que una vez llegó al sótano vio que un médico esperaba a los niños. "Primero le puso una inyección al pequeño, que dejó de llorar, y luego le puso otra a la chica". Dice que les colocaron cada uno en una camilla, y que entonces uno de los médicos advirtió de la presencia de Antonio al que había visto en la segunda planta del hospital.

En ese momento asegura que huyó corriendo del hospital: "Volví a casa y le dije a mi madre que no quería estar allí porque me daba miedo". Antonio no explicó nunca lo que supuestamente había visto en el sótano del hospital aquella noche.Ahora, cuando ha decidido romper su silencio.

Dice que es todo lo que recuerda de aquella noche y que no había dicho nada hasta ahora por miedo. Al ver el caso en un programa de máxima audiencia de televisión, decidió contar la verdad. Su relato ha sido el clavo ardiendo al que se agarra la familia de los desaparecidos para reabrir la investigación.


Según el sumario del caso, nadie volvió a la habitación hasta las 7 de la mañana y fue entonces cuando vieron que los niños habían desaparecido. Lo que pasó horas antes había estado sumido en el misterio hasta la aparición de este nuevo testimonio. Aunque de momento, el juez se niega a reabrir el archivo.Seguir leyendo más abajo!.















Este testigo afirma que al ver el caso en un programa de máxima audiencia, decidió contar la verdad. Su relato ha sido el clavo ardiendo al que se agarra la familia de los desaparecidos para reabrir la investigación.Continuar leyendo mas abajo!.Según el sumario del caso, nadie volvió a la habitación hasta las 7 de la mañana y fue entonces cuando vieron que los niños habían desaparecido. Lo que pasó horas antes había estado sumido en el misterio hasta la aparición de este nuevo testimonio. Aunque de momento, el juez se niega a reabrir el archivo.

Un miembro del equipo médico que trabajaba en el hospital cuando sucedió todo asegura que el relato de Antonio no es cierto. Lo califica de "fantasioso" y pide no buscar cosas extrañas en versiones inventadas. Sin embargo, la familia reprocha a los médicos la falta de implicación en este extraño suceso,ya que gran parte de toda esta negligencia fue responsabilidad del personal que había en el hospital.

Decenas de personas se concentraron ante el ayuntamiento de Suria, localidad de la familia Pires Orrit, para pedir la reapertura. En el acto intervinieron miembros de la familia, y también autoridades locales.

La responsable de Seguridad Ciudadana y Sanidad del ayuntamiento de Suria mostró abiertamente su apoyo a la familia. "Han sufrido mucho durante todo este tiempo", expresó. El alcalde, Albert Coberó, también acompañó a familiares de Isidre y Dolors durante la concentración.


Carme, hermana de los desaparecidos, volvió a pedir a la jueza que reconsidere su posición y reabra el caso. "Hay un nuevo testigo, y todos sabemos lo que ocurrió", sentenció. La versión oficial hasta hoy, la teoría de que alguien de la familia paterna se los hubiera llevado, está a punto de dar un giro definitivo con este testimonio.


 

3 comentarios:

  1. Soy Ma Carme Òrrit Pires
    Agradezco el interés por nuestro Caso, está bien explicado pero deberian preguntar a los familiares para no poner datos erroneos.No se ha demostrado que fuera la familia paterna.
    El testigo apunta al personal médico.
    Nos faltan tres hermanos ya fallecidos.
    Isidre se llama Pires Òrrit ,los apellidos están invertidos por una ley que había entonces...
    Ingresó el día 3
    Los cambiaron a la habitación 229 a las 22h del día 4
    Icíar Iriondo
    Fue la policía local, guardia urbana,que fue a casa de mi madre
    Fuimos mis hermanos mayores,mi pareja y mi cuñado el mayor con mi madre
    Ellos dicen que fue a las 00:00 la última vez que les vieron y a las 6:00 ya no estaban
    Montserrat murió con tres meses de edad en 1974.
    Mi hermano Manel,el mellizo de Dolors murió por un accidente no fue suicidio.

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    1. Un saludo muy cordial Mari Carme, agradecerte honestamente tu comentario y procederé a ir modificando todo lo que la prensa y las investigaciones aparecidas al día de hoy habían redactado. Saludos cordiales y mucha perseverancia y fuerza.

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  2. Muchas gracias por hacerlo, normalmente ni me contestan asi que te lo agradezco,són muchos años y muchas publicacions que a diferencia de ti,cuando lo hemos comentado ni nos contestan. Gracias de nuevo

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