El Crímen de Lorena Dacuña, Ensañamiento Total

 

La madrugada del 2 de febrero de 2020, José Manuel Sánchez Merino asestó hasta 20 puñaladas cortantes y punzantes a Lorena Dacuña. La mató cuando le provocó un taponamiento cardiaco tras una puñalada en el corazón. «Una herida mortal de manera sumamente rápida», aseguraron los médicos forenses que presentaron declaración en la tercera sesión del juicio, que se celebró en la Sección Octava de la Audiencia Provincial.

«La puñalada en el corazón alcanzó profundidad. No creo que fuera una herida casual», aseguró la forense a preguntas de la fiscal Marta Seijas, descartando así la versión del asesino confeso de que la había matado sin intención: «Piensen lo que quieran. Fue accidental. Surgió así», dijo en su declaración.

Las pruebas periciales consistieron también en la declaración de los psicólogos que han tratado y tratan a Sánchez Merino en prisión, quien los primeros meses de condena preventiva los pasó en el Centro Penitenciario de Asturias para posteriormente ser trasladado a la cárcel de Palencia. «Me refirió todos los detalles del crimen. Aquella noche su memoria no estaba alterada. Comprendía todo lo que estaba haciendo«, explicó el psicólogo de Palencia. En la cárcel de Dueñas se encuentra el acusado –refirió el forense– sin actos de furia, sin estados depresivos, sin preocupaciones y fuera del programa de protección de suicidios. En términos médicos a esto se le denomina un estado eutímico.

Sí tuvo un ataque de furia en la Unidad Terapéutica y Educativa de la cárcel de Asturias. El psicólogo del centro refirió que fue expulsado de la unidad porque había manifestado a varios presos de que no se arrepentía del crimen y que Lorena « se lo merecía». También había asegurado que cuando saliese de la cárcel quería acabar con el acompañante de Lorena aquella noche y con la familia de la fallecida. Tras aquel episodio, Sánchez Merino se mostró siempre «coherente y lúcido» durante su estancia en la cárcel asturiana.

Por último, declararon los policías que participaron en la recogida de vestigios y en la detención del asesino. Los agentes de la Policía Nacional confirmaron que Lorena se encontraba vestida e incluso con el bolso puesto cuando la encontraron muerta en la cama del segundo dormitorio de la casa. También que el cuchillo que utilizó para matarla estaba en la cocina. En este punto, las acusaciones reclamaron que el arma blanca fuera mostrada al jurado. Igualmente, se les mostró el primer cuchillo que sacó de su mochila y se desprendió del mango.

El artículo 22.5 del Código Penal define el ensañamiento como el «aumento deliberado e inhumano del sufrimiento de la víctima, causándole padecimientos innecesarios para la ejecución del delito».