Hacía poco tiempo que Noemí se había mudado al cuarto A del número 71 de la avenida Gaspar García Laviana. Nadie sabe muy bien cuándo aterrizó, pero como muy pronto lo hizo la primavera. Era una mujer "esquiva, poco habladora y algo retraída", que había llegado a territorio asturiano gracias a una oferta de trabajo. Nadie imaginaba que esta madre soltera pudiera protagonizar el asesinato de su hija de 6 años en el bloque del barrio de 'El Llano' en Gijón.
Noemí era digitalizadora y vivía de alquiler. El domingo 1 de noviembre del 2022 no abría la puerta; el padre de su hija había denunciado la desaparición de la menor el viernes anterior. La Policía Nacional montó un operativo y tuvo que llamar al dueño del piso, a través de una vecina, para que les permitiera el paso. Cuando los agentes accedieron a la vivienda, la madre yacía abrazada a su hija, ya sin vida. Llevaba así 12 horas.
Álvarez puso sobre la mesa las diferencias entre la madre y la niña. "Mi hija me comentó que se encontró con ellas y le dio la sensación de que le hablaba mal a la niña".
El apunta que la mujer había aterrizado en Gijón poco tiempo antes. Toda su familia pertenece a El Espinar, un pueblecito de unos 10.000 habitantes en la provincia de Segovia.
Noemí se encontraba inmersa en un litigio con el padre de su hija 5 años. Ella perdió la custodia de la menor dos días atrás y sólo podría verla los fines de semana. Dos días después, la policía entraba en su casa y la encontraba abrazada a su hija, ya sin vida por una gran ingesta de barbitúricos, presuntamente, administrados por su madre.
La mujer pasó la noche en el calabozo y no pasó a disposición judicial este lunes. Se está a la espera de que el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Gijón, encargado de la investigación, le tome declaración para conocer la versión de la parricida.
Hacía poco tiempo que Noemí se había mudado al cuarto A del número 71 de la avenida Gaspar García Laviana. Nadie sabe muy bien cuándo aterrizó aquí, pero como muy pronto lo hizo la pasada primavera. Era una mujer "esquiva, poco habladora y algo retraída", que había llegado a territorio asturiano gracias a una oferta de trabajo. Nadie imaginaba que esta madre soltera pudiera protagonizar el asesinato de su hija de 6 años en este bloque del barrio de 'El Llano' en Gijón.
Noemí era digitalizadora y vivía aquí de alquiler. El pasado domingo no abría la puerta; el padre de su hija había denunciado la desaparición de la menor el pasado viernes. La Policía Nacional montó un operativo y tuvo que llamar al dueño del piso, a través de una vecina, para que les permitiera el paso. Cuando los agentes accedieron a la vivienda, la madre yacía abrazada a su hija, ya sin vida. Llevaba así 12 horas.
Álvarez pone sobre la mesa las diferencias entre la madre y la niña. "Mi hija me comentó que se encontró con ellas y le dio la sensación de que le hablaba mal a la niña".
El mencionado diario apunta que la mujer había aterrizado en Gijón hacía poco tiempo. Toda su familia pertenece a El Espinar, un pueblecito de unos 10.000 habitantes en la provincia de Segovia.
Noemí se encontraba inmersa en un litigio con el padre de su hija 5 años. El pasado viernes perdió la custodia de la menor y sólo podría verla los fines de semana. Dos días después, la policía entraba en su casa y la encontraba abrazada a su hija, ya sin vida por una gran ingesta de barbitúricos, presuntamente, administrados por su madre.
La mujer pasó la noche en el calabozo y no pasó a disposición judicial. Se está a la espera de que el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Gijón, encargado de la investigación, le tome declaración para conocer la versión de la parricida.
Eugenio García era el padre de la menor. Llegó a Gijón desde Segovia. "Vengo a darle el último abrazo a mi hija. El viernes me dieron la custodia de mi hija y ahora estoy aquí... No os podéis imaginar el dolor inmenso que es esto; esto no va de hombres ni de mujeres, esto va de que no se le puede hacer esto a un niño, por Dios", dijo ante los medios de comunicación.
Repartió fotos de la menor con él, y pidió a los medios que hicieran buen uso de las imágenes. Su intención era escoralizarla de nuevo en el Claret de Segovia, donde la pequeña había estado en la etapa de infantil.
El prestigioso centro emitió un comunicado: "La niña había sido alumna de nuestro Colegio durante la etapa de Infantil. Y nos consta la intención del padre de escolarizarla nuevamente en nuestro Centro una vez que, en los próximos días, estuvieran ya en Segovia. Desde Claret nos hemos puesto en contacto con el padre de la niña y le hemos hecho llegar nuestra cercanía, cariño y solidaridad. También nos hemos puesto a su disposición para todo aquello en lo que podamos colaborar en unos momentos tan difíciles".
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