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miércoles, 13 de noviembre de 2024

El Extraño Caso de la Muerte de Marcos Olmedo en Leganes

Marcos Olmedo Burón, un psicólogo de 37 años, desapareció el 18 de agosto de 2024 en Fuenlabrada, generando una gran preocupación entre sus familiares y amigos. Desde esa fecha y hasta el 30 de agosto, se movilizaron para encontrarle, solicitando la colaboración de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de la ciudadanía, ante la falta de avances en la investigación hasta que el viernes 30 de agosto se encontró su cuerpo sin vida en las vías del tren de cercanías en Leganés. A pesar de sus esfuerzos, el juez encargado del caso rechazó varias solicitudes que podrían haber sido clave para dar con su paradero, lo que incrementó la desesperación de sus allegados. 1. Rastreo del teléfono móvil: Una de las primeras peticiones fue la geolocalización del teléfono móvil de Marcos, que podría haber proporcionado información valiosa sobre sus últimos movimientos. Sin embargo, el juez consideró que esta medida no era necesaria en este momento, privando a los investigadores de una herramienta crucial para seguir su rastro. 2. Acceso a las cámaras de seguridad: El coche de Marcos fue encontrado en el aparcamiento de la estación de Cercanías de La Serna, a un kilómetro y medio de la casa de su madre. La familia solicitó la revisión de las cámaras de seguridad de la estación, con la esperanza de obtener imágenes que pudieran aclarar cómo llegó allí y qué hizo después. Esta solicitud también fue denegada, bajo el argumento de que no había indicios suficientes para justificar la medida. 3. Seguimiento de tarjetas bancarias: Otro intento por localizar a Marcos fue a través del rastreo de sus movimientos bancarios. Aunque llevaba consigo sus tarjetas, el juez no autorizó el seguimiento de las mismas, lo que impidió conocer si había realizado alguna transacción que pudiera orientar la búsqueda.
Marcos estaba en tratamiento psiquiátrico debido a una depresión, y sus amigos afirman que su estado se había deteriorado tras una reducción en su medicación. La última vez que se le vio, exhibía un comportamiento errático y mencionó vagamente su intención de viajar, sin especificar a dónde. La falta de rastros y las decisiones judiciales no ayudaron a evitar el desafortunado desenlace que sus familiares vivieron el pasado 30 de agosto, una fecha que jamás podrán olvidar.
Al entender que con estos antecedentes se trata de una desaparición de riesgo, familia, amigos y compañeros de Marcos iniciaron una intensa campaña y medios sociales, contando con la ayuda de la asociación SOS Desaparecidos y de su abogado Juan Manuel Medina. Querían localizar a Marcos y quedarse tranquilos, aun si desea voluntariamente no volver a casa. Además, la familia reclamó que se abra la vía judicial para que se visionen las cámaras de la estación de Cercanías donde aparcó su vehículo y se geolocalicen los movimientos de su teléfono móvil y tarjetas que se llevó consigo, pero el Juzgado número 5 de Fuenlabrada que lleva el caso no lo ha visto de momento pertinente.
La Asociación SOS Desaparecidos emitio un aviso de búsqueda, donde se indicaba que el día 18 iba vestido con un pantalón pirata gris oscuro, una camiseta verde y zapatillas negras. Además, recuerda que Marcos tiene el cabello rapado, ojos marrones, es de complexión delgada y mide 1,85 metros. Por su parte, sus allegados siguen buscándole por las calles de Fuenlabrada y alrededores, hospitales, estaciones de tren y todos los lugares que Marcos solía frecuentar, pero hasta ahora no han encontrado ninguna pista que les acerque a su paradero.

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