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lunes, 8 de diciembre de 2025

El Pequeño Lucas de 4 Años, Golpeado Hasta La Muerte en Garrucha

Son demasiadas veces que venimos proclamando con fuerza la aplicacion de un sistema eficiente e infalible que haga que los menores de edad ,infantes, adolescentes,dejen de estar desamparados y desprotegidos. Este suceso recuerda mucho al sucedido hace tiempo en la localidad oscense de Sabiñánigo cuando Ivan Pardo mato a la sobrina que estaba cuidando,Naiara,la golpeo,la electrocuto,la lanzo contra el suelo en repetidas ocasiones hasta producirle la muerte tras doce horas de sometimiento de torturas. Lucas,un niño de Garrucha (Almería) hallado muerto con muestras evidentes de haber sido golpeado con saña, es la crónica de una muerte anunciada a manos de su madre y la pareja de esta, a quienes el juez de Vera encargado del caso envio a prisión sin fianza. Los dos están investigados por un delito de asesinato y otro de maltrato habitual. Sucedieron los hechos durante comienzos de diciembre del 2025. La autopsia del pequeño desvelaba que había signos de violencia física y sexual en el cuerpo maltrecho del niño, pero todo apuntaba a que no era la primera vez que había sufrido agresiones. Faltaba mucho a clase, cuando lo hacía por lo general iba sólo y en ocasiones, más de las deseadas, acudía al colegio con moretones en el cuerpo, golpes en la cara y hasta brazos en cabestrillo. El abuelo materno de Lucas, Martín, denunciaba a través de su abogado, José Luis Martínez, "el fracaso absoluto" del sistema y de la administración pública que no fue capaz de proteger a su nieto, a pesar de los muchos signos que indicaban que estaba sufriendo violencia en casa.
La tía abuela del menor, una de las primeras en dar la voz de alarma por su desaparición, había acudido a la Guardia Civil con fotos de hematomas visibles en la cara y la sien del niño, pero no había parte de lesiones. Nunca lo llevaron al médico. Y tras hacerse pública la desgarradora noticia de la violenta muerte de Lucas se ha sabido también que sobre la pareja sentimental de su madre, al que la familia de la joven señalan como principal responsable de lo sucedido, pesaba una orden de alejamiento. El 20 de octubre del 2025, la Sección Civil y de Instrucción del Tribunal de Instancia número 1 de Vera, competente en Violencia sobre la Mujer, había dictado una orden de alejamiento del hombre arrestado por la muerte del niño de Garrucha. La orden en cuestión se refería tanto a la madre como al hijo. La realidad es que "Lucas vivía con miedo", comentan sus vecinos. Son muchas las voces entre quienes conocían a los dos detenidos en relación a su muerte, la madre del menor y su pareja sentimental, que no era el padre biológico, que apuntan a que el hombre pegaba al niño con frecuencia y que el pequeño le tenía mucho miedo. En un video que circula por redes sociales se ve como la pareja sentimental de la mujer gritaba y zarandeaba al pequeño y llega, incluso, a lanzarlo contra el suelo mientras el menor se queja del dolor y lloraba desconsoladamente. Luego se acercaba al pequeño para que le diera la mano y el niño, asustado, se cubre instintivamente la cabeza con las manos.
Este triste episodio tiene lugar en la Fuente Virgen de los Dolores, un sitio público donde había, al menos, otras dos personas más: una junto al niño y el compañero sentimental de su madre; y otra, la que grabó el incidente. "Si los vecinos hubiesen denunciado antes y no ahora que ya ha pasado, lo mismo se podía haber evitado. Ahora que lo han asesinado resulta que todos los vecinos lo sabían y nadie hizo nada", claman usuarios de redes sociales al ver la grabación. "Que rabia"!. Y mientras el abuelo de Lucas pedía que "caiga todo el peso de la ley" sobre los responsables de la muerte del niño, su hija Barbara y su actual pareja sentimental declaraban ante la autoridad judicial. Los esfuerzos tanto de los investigadores como del juez instructor del caso, que decreto el secreto sobre las actuaciones que se llevan a cabo para esclarecer las circunstancias en las que se ha producido la muerte del niño, se centran en averiguar qué papel habría desempeñado cada uno de los detenidos en la muerte del pequeño y en los motivos que habrían llevado a los asesinos de Lucas a actuar con tal crueldad. El menor fallecido tenía tan sólo cuatro años y su cuerpecito, brutalmente golpeado y sin vida, apareció el 3 de diciembre del 2025 cerca de la media noche en una playa entre los municipios almerienses de Garrucha y Mojácar, en un antiguo cargadero de mineral.
La madre, una joven de 21 años embarazada de cinco meses en esos momentos, se entregaba en el cuartel de la Guardia Civil esa misma noche y los agentes del Instituto Armado detenían poco después a la pareja de la mujer. Ambos, venezolanos, vivían en el municipio de Vera, cerca del chiringuito en el que trabajaban y no muy lejos del lugar en el que se encontró el cadáver del menor. Si bien la mujer y el niño estaban empadronados en Garrucha, donde también residen otros familiares de la detenida y su hijo. De hecho, fue una de las tías la que alertó en redes sociales sobre la desaparición del niño alrededor de las 19:00 horas de la tarde. Había recibido un mensaje de la madre en el que, al parecer, le informaba de que había dejado al menor, abandonado y malherido, cerca de una caseta en la playa. Aunque no sería hasta pasadas las 22:00 horas de la noche cuando comenzó la búsqueda oficial de Lucas, cuyo cadáver se encontraría alrededor de una hora más tarde. Juan David, pareja sentimental de Bárbara, de 21 años, molió a palos a su hijastro. No era la primera vez porque le había pegado desde el principio, desde que lo conoció. Circula por redes un vídeo grabado por un vecino de Garrucha, Almería, en el que se ve a Juan David cogiendo de una pierna a Lucas, cabeza abajo. Lo tiene en volandas y lo deja caer. Ya en el suelo, lo patea. Después, cuando el pobre se levanta, el niño se agarra de su mano, obediente, para irse caminando. Parece que se aguanta las lágrimas y los lamentos, como sabiendo que cualquier grito o gemido podía provocar mayor violencia y un mayor sufrimiento. Aprendizaje a golpes y palos.
Los investigadores lo tienen claro: Juan David mató al niño, dice la autopsia que lo reventó por dentro. La madre, Bárbara, estaba delante y lo consintió. No hizo nada por protegerle y por evitarlo, por cuidarle y tuvo decenas de oportunidades. Tras el crimen estuvieron pensando qué hacer. Cómo salir impunes de algo que los dos sabían que estaba mal. Tenían que deshacerse del cadáver y lo hicieron. Se lo llevaron a una playa, cerca de Mojácar, y lo dejaron dentro de un búnker de la Guerra Civil. Se sabe porque la Guardia Civil ha encontrado imágenes en la que se ve a los dos, Bárbara y Juan David, con el cadáver en brazos. Por que existe tanta maldad en los humanos?. Sobre las siete y media de la tarde, Bárbara mandó una nota de voz por whatsapp a su pareja sentimental: estaban juntos, pero él quería una coartada. En esa nota de voz se la oye gemir, llorar y excusarse: «Estoy mal de la cabeza. Lucas no reacciona, mi amor. Y yo me siento mal, no sé qué pasó. Él estaba bien, pero se animó a caminar y ya se empezó a poner mal, y yo empecé a caminar como loca pensando a ver qué hacía, mi amor. Y no sé dónde estoy, estoy cegada, mi amor, estoy cegada. Estoy en una alucinación pensando que mi hijo sí está bien. Y yo me quiero morir, perdón, por decirte esto, pero yo me voy a morir, no me imagino la vida sin mi hijo, amor. Yo solo quiero estar con él, amor. Perdón por arruinarte tu vida de esta manera, Juan David. Yo sé que la mejor decisión hubiera sido haberte dejado en paz. Y nada de esto hubiera pasado…». Bárbara llama mi amor a Juan David, su pareja sentimental, mientras el cadáver de su hijo, molido a palos, se enfriaba. Como signo de fingido cariño, dejó un peluche al lado del pequeño Lucas. En la nota de voz alega una enfermedad mental para tratar de reducir sus consecuencias. También asume toda la responsabilidad. Juan David usó ese audio: se lo mandó a sus amigos para que quedase constancia de que la culpa era de Bárbara, no la suya. Ese audio acabó llegando a los abuelos del pequeño Lucas, al Ayuntamiento y a la Guardia Civil. La familia se movilizó pidiendo ayuda para buscar a Lucas y a Bárbara. Finalmente fue el alcalde, junto a la Benemérita, los que encontraron el cuerpo del pequeño Lucas. Los golpes y los restos de sangre se veían a simple vista. La autopsia además desveló algo terrible: agresiones sexuales, penetraciones anales, laceraciones en los genitales. Una semana antes los abuelos del menor fueron al puesto de la Guardia Civil y dijeron que sospechaban de las palizas. Habían estado con Lucas. Le habían visto con una gran herida en la cabeza y moratones. No creyeron a su hija cuando les dijo que se había caído. En el cuartel les invitaron a denunciar, pero tenían miedo y no presentaron denuncia. Se quedó en nada y fue el preludio de una tragedia mascada por la rabia, la ira y el odio.
Por otro lado, mes y medio antes, la justicia dictó una orden de alejamiento contra Juan David respecto de Lucas y Bárbara. Fue el 20 de octubre del 2025. Sabían que lo maltrataban ambos, pero la fiscalía del menor no hizo nada, la misma fiscalía que sí va a todos los juicios de separaciones de adultos cuando tienen hijos menores y piden pensiones de alimentos. Se excusan en los Servicios Sociales, sin su informe, al parecer preceptivo, no pueden instar la retirada de la custodia. Servicios Sociales iba a acudir al piso patera en el que vivía Bárbara con su hijo. La cita era al día siguiente del crimen. Llegaron demasiado tarde. Tras el crimen, el mismo miércoles antes de deshacerse del cadáver, Juan David, compró un billete porque pensaba huir a Madrid al dia siguiente. Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Almería lo detuvieron antes. A Bárbara y a su asesino les espera la prisión permanente revisable. A las instituciones, la mala conciencia de no haber hecho nada. Se tirarán la pelota al tejado de unos a otros, ya lo están haciendo. Bárbara está embarazada de cinco meses. El padre es Juan David y ninguno merece ser padre, pero biológicamente lo van a ser.

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