Madeleine McCann desaparece el 3 de mayo de 2007 mientras su familia se encontraba de vacaciones en un hotel de Praia da Luz, en el Algarve, Portugal, y fue reportada como secuestrada de un apartamento ubicado en la zona central del lugar protegido, donde estaba alojada su familia. El apartamento había sido alquilado en el Mark Warner, para la temporada veraniega. Según la investigación de la policía portuguesa, ésta concluyó en que Madeleine había sido dejada sin supervisión de un adulto durante la noche mientras dormía junto a sus hermanos mellizos menores. La investigación implicó la cooperación de la policía británica y portuguesa y demostró las diferencias entre las metodologías empleadas por cada una de ellas, con respecto a los aspectos tales como la cantidad de información dada al público y la personalidad jurídica de esas informaciones implicadas en el caso . Fue la policía británica quien halló sangre y fluidos en el apartamento mientras la policía portuguesa seguía la información sobre posibles avistamientos. Sin embargo, a pesar de la cantidad de supuestos avistamientos de Madeleine en Portugal y en distintos lugares del mundo, la investigación al respecto no parecía tener un contexto claro, dados el caso y las campañas llevadas a cabo por celebridades internacionales. La familia McCann logró movilizar una campaña internacional de búsqueda que todavía continúa.
El jueves 3 de mayo de 2007, sus padres acostaron a Madeleine y a sus hermanos mellizos y, dejando el apartamento sin cerrar, se fueron a cenar y tomar copas con amigos a 100 metros de distancia en un bar de Tapas dentro del Ocean Blue de Mark Warner. Kate y Gerry McCann confesaron a la policía que comprobaron que sus hijos estaban bien. Esto ocurrió aproximadamente a las 21:00, cuando se comprobó que todo seguía normal. A las 21:30 horas, Kate McCann volvió para ver a los niños y según su versión, encontró la cama de Madeleine vacía. Según su testimonio, la puerta del apartamento y la ventana estaban abiertas completamente. Este dato fue negado a la policía por otro testigo del caso, que realizó un turno posterior. La desaparición fue denunciada a la policía poco después de las 22:00 horas. El personal y los huéspedes en el complejo buscaron hasta las 04:30. Notificaron a Interpol y sellaron la frontera con España así como todos los aeropuertos en Portugal y España. En los informes estos tiempos se diferencian, por ejemplo, Gerry señaló que volvió a ver por última vez a su hija a las 21:30. La policía portuguesa interrogó a todos los amigos que cenaban con ellos y descubrió numerosas contradicciones entre los testimonios. La policía británica envió perros adiestrados que encontraron restos de sangre y fluidos en las paredes y en el coche alquilado de la familia McCann. También se encontró evidencias del uso de sedantes en los restos de fibra capilar de Maddie en el maletero del coche. Por ello, fueron declarados oficialmente presuntos sospechosos. Los McCann abandonaron el país y finalmente la policía abandonó los cargos tras numerosas presiones diplomáticas. La familia abrió un fondo para ayudar a encontrar a Madeleine que recaudó más de un millón de euros. El dinero se utilizó posteriormente para pagar la hipoteca de su mansión en Inglaterra donde actualmente residen con sus hijos mellizos.
Madeleine Beth McCann nació el 12 de mayo de 2003 en Leicester, Inglaterra , es una niña británica, hija mayor de Kate McCann, doctora en Melton Mowbray, y Gerry McCann, un cardiólogo del Hospital Glenfield de Leicester. Madeleine, que tiene dos hermanos mellizos, Sean y Amelie , vivían con su familia en Rothley, Inglaterra.
Una característica notable es su ojo derecho, ya que tiene un tipo de coloboma, una fractura completa en el iris. Lo cual consiste en una línea negra que alcanza desde la pupila hacia el borde del globo ocular en una posición de "7.
Después de la desaparición, una búsqueda por los alrededores fue realizada por la policía con perros, sin obtener ningún resultado. La Policía Judicial admitió que era inseguro el hecho de que Madeleine todavía estuviese viva.
Mientras tanto, la policía portuguesa examinó las fotografías tomadas por los turistas y personas que vacacionaban allí para considerar si algunos sospechosos podrían ser identificados. Los medios portugueses divulgaron que la Policia Judicial perseguía dos líneas de investigación: un secuestro por una red internacional de pedofilia o un secuestro por una red ilegal de adopción.
A las 7:00 horas de la mañana del 14 de mayo de 2007, comenzó la búsqueda en el chalet Casa Liliana, propiedad de Jennifer Murat, ciudadana británica que vivía cerca del apartamento donde Madeleine había desaparecido. La policía y los equipos forenses aislaron la casa, y a las 16:00 la piscina fue drenada. Interrogaron a tres personas, incluyendo a su hijo Roberto Murat, en la comisaría de policía principal en Portimão.
El antiguo compañero de Murat, Gaynor de Jesús dijo: “Sé que él ha sido el traductor oficial para la policía”. Murat dijo que él estaba muy metido en el caso de Madeleine porque recientemente había perdido la custodia de su propia hija de tres años y medio y que se parecía a Madeleine.
El 15 de mayo, Roberto Murat fue declarado sospechoso de manera oficial. No está claro si Murat o la policía pidieron el estado, el cual le otorga derechos adicionales tales como el derecho de permanecer en silencio. El Jefe Inspector Olegário de Sousa dijo en rueda de prensa que un sujeto anónimo de 33 años había sido interrogado, pero no fue encontrada suficiente evidencia para justificar su arresto. Sousa dijo también que la policía buscó en cinco casas el lunes encontrándose “varios materiales” de características similares a las pruebas forenses y que había interrogado a otras dos personas anónimas como testigos. Murat indicó que lo habían usado como “chivo expiatorio” de modo que así, la policía pudiera haber encontrado a un sospechoso.
El 16 de mayo fueron intervenidos dos coches usados por los Murats y habían sido examinados, así como ordenadores, teléfonos móviles y varias cintas de video que fueron requisadas de su chalet. También se supo que no hicieron caso a un arquitecto británico que construyó el chalet cuando él llamó a la policía desde un sótano oculto dentro de la propiedad.
La policía también tomó declaración a Sergey Malinka, 22 años, de origen ruso, a quien los oficiales también incautaron un ordenador portátil y dos discos duros. Malinka había colgado una Website para Murat y los dos intercambiaron llamadas telefónicas frecuentes sobre la desaparición de Madeleine, por ello las autoridades comenzaron a sospechar de él. El Jefe de la Policía Olegário Sousa reiteró que había evidencia escasa para hacer cualquier detención. Con respecto a Sergey Malinka, la policía dijo que lo habían interrogado como testigo durante aproximadamente 5 horas.
Malinka habló mal sobre la cobertura del caso en los medios portugueses, que habían alegado que él era un delincuente sexual condenado, y negó que él hubiera entrado en contacto con Murat. Dijo que él era “totalmente inocente”. Sin embargo, incongruencias en su relación con Roberto Murat salieron a luz pública ; él dijo que no había entrado en contacto con Murat en un año, pero los expedientes del teléfono móvil de Murat demostraron que él llamó al Sr. Malinka a las 23:40 horas en la noche que Madeleine McCann desapareció. El 19 de mayo los detectives portugueses volaron a Inglaterra para entrevistarse con Dawn Murat, la esposa de Roberto Murat, y también interrogaron a otros testigos relacionados con Murat.
Murat fue entrevistado una segunda y tercera vez los dias 10 y 11 de julio para clarificar a cuales detectives había descrito los detalles y contradicciones posibles de su declaración anterior teniendo en cuenta la nueva información. El segundo día, detectives de la Policía Judicial tomaron declaración a tres amigos de los McCanns; Rachel Oldfield, Russell O'Brien y Fiona Payne que cenaban con ellos a la hora de la desaparición, “sobre los acontecimientos del 3 de mayo”, y fueron llevados cara a cara con Murat. Como resultado de las entrevistas, el policía determinó diferencias entre las declaraciones de los tres amigos y la de Murat, particularmente el hecho de que los amigos dijeron haber visto a Murat fuera del complejo en la noche de la desaparición cuando éste había indicado que él estaba en casa con su madre. Sin embargo la madre de Murat, Jenny, corroboró posteriormente su coartada.
El 6 de septiembre de 2007 se declaró oficialmente sospechosa a la madre de Madeleine, Kate McCann, después de ser interrogada aproximadamente once horas. Este giro en la investigación que mira directamente a los padres de Madeleine, se produce después de que unos perros entrenados especialmente para ello, detectaran olor a cadáver y sangre en el apartamento de los McCann.
Mientras tanto, el padre, Gerry, también fue interrogado durante nueve horas en calidad de testigo. Tras su declaración, se le atribuyó la calidad de sospechoso a él también.
El estatus de sospechoso formal es una situación jurídica que no les impide viajar al extranjero, de hecho, y tras notificárselo a la policía, han viajado a Inglaterra.
El 19 de marzo de 2008, dos diarios británicos publicaron sus disculpas en primera plana, tras haber inculpado a los McCann por la muerte de su hija. Los diarios alegan en sus disculpas que no hay evidencia para relacionar a los McCann con la muerte de su hija.
La policía portuguesa divulgó la información, el 25 de mayo de 2007, sobre un segundo sospechoso , un hombre de características caucásicas, de aproximadamente 1,78 metros. Sin embargo, la altura del hombre fue corregida posteriormente , dada en conferencia de prensa como 1,70 metros y posteriormente los datos fueron modificados. El hombre, de entre 35 y 40 años de edad, fue visto por otros residentes del Mark Warner , que llevaba un niño o una niña, o algo que pudo haberse asemejado, entra dentro de la descripción del sospechoso habitual buscado por la policía española y portuguesa por los secuestros de Sara Morales y Yeremi Vargas en las Islas Canarias y Andalucía entre otros muchos casos sin resolver.
Los detectives intentaron detener a un sujeto británico que se había ofrecido a ayudar en la investigación. Un testigo que divulgó haber visto a un hombre llevar un niño en sus brazos hacia la marina, después de la posible desaparición de Madeleine. El 29 de mayo, los detectives preguntaron a cuatro dueños de barcos, tres de ellos ingleses, cuyas embarcaciones fueron amarradas en la marina de Lagos, una ciudad cercana a Praia da Luz.
El 1 de junio, una muestra de sangre y fluidos ADN fueron encontrados en el dormitorio donde desapareció Madeleine. El ADN mostró un porcentaje del 88% con el de los McCann, no de Murat. La policía portuguesa , entregó la muestra a los laboratorios forenses nacionales, el Instituto Nacional de Medicina Legal, e indicó que había un nuevo potencial sospechoso. A principios de agosto, se sugirió una cierta relación con Urs Hans Von Aesch el cual estaba de vacaciones cerca del lugar en el que Madeleine estaba durmiendo sola con sus hermanos. Von Aesch, residente de Benimantell, España, estaba implicado por la policía de Suiza por la desaparición de una niña de cinco años llamada Ylenia Lenhard natural de Appenzell, Suiza,Urs Hans Von Aesch se suicidó tiempo después.
La investigación se giró hacia Marruecos el 4 de junio después de que el Cuartel de comunicaciones gubernamentales en Cheltenham interceptara mensajes de texto (SMS) de un teléfono en árabe el cual hablaba de “la pequeña niña rubia”, de un hombre alemán, y a un balsero de Tarifa en España. Entonces el 7 de junio, la policía española recibió una llamada telefónica de un hombre que decía saber el lugar donde se encontraba Madeleine, usando un teléfono móvil registrado en Argentina, una llamada descrita como “creíble”.
A comienzos de junio, el periodista e investigador español Antonio Toscano dijo que un convicto pedófilo condenado fue empleado por otras dos personas para secuestrar a Madeleine y que vieron al hombre en un bar de Sevilla la semana antes de que desapareciera Madeleine. Entonces, el 28 de junio, Toscano dijo que Madeleine estaba viva en un lugar de Europa pero los padres de la niña rechazaron un encuentro con él. Determinados a no dejar ninguna piedra en el camino, la policía también entrevistó a criminólogos que podían ayudar a la localización de Madeleine.
Sin embargo, el 10 de junio, la investigación se volvió confusa después de que el detective coordinador de búsqueda, Gonçalo Amaral, jefe regional de la Polícía Judicial, y otros cuatro oficiales de policía portugueses, fueran cambiados durante el fin de semana. Todos fueron cambiados alegando acusaciones referentes a la investigación de la desaparición de Joana Cipriano, de un pueblo a 11 kilómetros de donde desapareció Madeleine.
Una resolución parecía posible el 13 de junio cuando el periódico holandés De Telegraaf recibió un mensaje, con los mapas, indicando donde podría estar el cuerpo de Madeleine McCann. Sugería que estaba enterrada en una ladera cerca de Arão, 14 kilómetros al nordeste de Praia da Luz. La policía holandesa describió la información como fiable, porque se asemejó a una carta que había recibido donde se indicaba el lugar exacto de la localización de los cuerpos de dos chicas belgas, que habían sido secuestradas un año antes, pero una búsqueda extensa de la policía portuguesa fue abandonada el 15 de junio.
La controversia llegó el 17 de junio cuando el Jefe Inspector Olegario de Sousa dijo que la presencia de mucha gente en el apartamento del cual Madeleine desapareció, después de que se descubriera que no estaba allí, complicó el trabajo del equipo forense y que ésta habría podido destruir todas las evidencias y podría ser fatal para la investigación. Sin embargo, el equipo de policía británica, llegada desde Inglaterra para asistir en la investigación, encontraron a principios de agosto, manchas microscópicas de sangre sobre la pared del apartamento donde estaba Madeleine y que no había sido advertido por la policía portuguesa. Usando perros especialmente entrenados y la tecnología de la luz ultravioleta, descubrieron la sangre, que fue enviada al Reino Unido para un análisis de ADN, a pesar de que el apartamento había sido limpiado y reocupado. Después esta información fue hecha pública, Sousa dijo, “la familia no es sospechosa. Ésta es la posición oficial.” Luego el 11 de agosto Sousa agregó que el nuevo indicio había reforzado la posibilidad de que Madeleine hubiera sido asesinada. Sin embargo, un análisis de ADN coincidió en un 88% con el de Madeleine Mccann, pero al no tener una certeza del 100% no puede usarse como prueba para sostener una acusación formal.
Se han reportado gran cantidad de avistamientos de la pequeña Madeleine en diversas partes del mundo, concentradas mayormente en países del continente europeo.
En La Valeta, Malta, se denunciaron cinco avistamientos a fecha 21 de junio. El primer avistamiento reportado lo hizo una pareja de turistas británicos, quienes alegaron haber visto una pequeña muy similar a Madeleine en una popular zona, frecuentada por turistas.
Se reportaron otros avistamientos de la pequeña en varios puntos de la mencionada isla localizada en pleno mar mediterráneo. A día 27 de junio, las denuncias habían llegado a 29. En casi todos los reportes, se testificó sobre una niña rubia disfrutando feliz en compañía de adultos, lo que creó muchas dudas de si se trataba de la pequeña.
En Bélgica se reportaron dos avistamientos. La primera fue en mayo, en Lieja y la segunda ocurrió el 28 de junio en una terraza de Tongeren. En el último caso, la terapeuta Katleen Sampermans dijo que Madeleine estaba en compañía de un hombre holandés y una mujer inglesa. Sin embargo, pruebas de ADN sacadas de una botella usada por las personas dieron resultados negativos.
En España, se produjo un avistamiento a mediados del mes de agosto en la ciudad de Cartagena. Al parecer, dos mujeres denunciaron a la policía haber visto a la niña en una estación de servicio de Belmonte, en la carretera local de Tentegorra. Un individuo adulto introdujo a la supuesta Madeleine en un Citroën CX de extrañas maneras.
A mediados de septiembre se hicieron públicas dos avistamientos en Marrakech,Marruecos. El primero fue por un turista británico no identificado, que según el diario Sunday Mirror de Inglaterra, vio a una niña con gran parecido a Madeleine en una gasolinera de dicha ciudad marroquí.
Sus declaraciones coincidieron con las de Marie Pollard, una mujer noruega radicada en la ciudad española de Fuengirola y su esposo británico. Esta entró en contacto con la policía el 10 de mayo de 2007, diciendo que había visto a una niña muy similar a Madeleine, en la misma estación de gasolina en Marrakech. La supuesta Madeleine, que según la mujer parecía en estado de tristeza, estaba acompañada de un hombre de alrededor de 40 años.
Tanto el británico, como la noruega y su marido, se hospedaban en el hotel Ibis, próximo a la gasolinera donde fue vista la pequeña.
Las declaraciones de Pollard se tomaron en cuenta por las autoridades y se hicieron públicas a mediados de septiembre, 4 meses más tarde, asunto que desconcertó a los McCann, puesto que pudo haber servido de pista para localizar a su niña.
El 25 de septiembre se reveló a los medios que Clara Torres, turista española que visitó Marruecos a finales de agosto, tomó el 31 de agosto una fotografía en la que aparecen tres adultos con vestimentas magrebíes. Uno de los adultos, una dama, lleva a sus espaldas a una niña rubia.
Torres no le dio importancia a la imagen tomada hasta que el 24 de septiembre, se enteró de que algunos turistas aseguraban haber visto a Madeleine en Marruecos; tras ello, descargó la fotografía en su computador y concluyó que el parecido de la niña rubia con Madeleine era "escalofriante". Informó de esto a la policía española y al Scotland Yard. El 26 de septiembre se reveló que la Interpol investigaba las imágenes para concluir si se trataba de la pequeña, lo que no resultó efectivo: la niña rubia era una marroquí de 3 años llamada Bouchra Benaissa.
El 22 de enero del 2008 en Chile, un contratista oriundo de Santiago que trabajaba en el museo de Gabriela Mistral en el poblado de Vicuña, Región de Coquimbo, dijo haber visto a Maddie junto con el sospechoso cuyo dibujo fue revelado hacía unos días, acompañado de una señora y un menor de unos 3 años. A este testigo le llamó la atención la diferencia de color del pelo y piel. Durante 20 horas, la Policía de Investigaciones chilena trabajó casi exclusivamente al encuentro de tales personas. La búsqueda terminó cuando el detective a cargo, anunció a la prensa que la menor era una niña estadounidense, muy parecida a Madeleine pero no lo era, y sus acompañantes eran sus abuelos de nacionalidad chilena; por lo que fue un simple mal entendido. Sin embargo, Investigaciones aseguraron que seguirán colaborando con sus homólogos portugueses e ingleses.
En 2008 en Venezuela, un empresario británico que reside parte del año en la Isla de Margarita, aseguró haber visto el 16 de mayo de ese año en un restaurante de Porlamar a Madeleine. Trevor Francis, de 64 años, dijo a la Policía en el Reino Unido que vio a la pequeña junto a tres mujeres en un restaurante en la isla, sin embargo, no alertó a nadie porque no quería hacer un escándalo y empeorar la situación.
El 04 de marzo del 2008 llegó a Paraguay el investigador privado Miraz Ullah Ali y allí manifestó al periódico local ABC Color: “Mi equipo y yo recibimos la información que Madeleine llegó a Paraguay hace uno o dos meses y está viviendo en Areguá bajo la custodia de una mujer”. Con esta información Miraz Ullah Ali señaló que hay dos millones de euros de recompensa para quienes den una pista seria que lleve a las autoridades a dar con el paradero de la menor. Una parte de esa recompensa la pone el magnate inglés Richard Branson. Ante esta situación, Interpol de Paraguay comunicó el caso a Interpol Manchester, cuyos agentes respondieron inmediatamente el mensaje emitido desde la capital Asunción, manifestando que el mencionado no es miembro del equipo policial a cargo de la investigación de la persona perdida y sus acciones no son mandadas ni autorizadas por la fuerza del orden del Reino Unido. Miraz Ullah Ali estuvo cuatro días en el país, solo fue hasta Areguá, donde tomó fotografías y luego retornó a Europa.
Sobre las semanas siguientes a la desaparición, los padres de Madeleine realizaron una campaña publicitaria que mantuvo la desaparición en el ojo público en muchos países aunque había críticas de que la atención de los medios era excesiva. La desaparición lideró las noticias en el Reino Unido por una semana con la cobertura diaria de los acontecimientos. Había cobertura regular en Portugal y cobertura periódica en otros países. Para la búsqueda fue colgado en Internet y una fundación, conocida como Madeleine's Fund: Leaving No Stone Unturned . Los fondos ascendieron a varios millones de euros. Posteriormente se invirtieron en la hipoteca familiar. La policía portuguesa llamó a los visitantes de las áreas alrededor del secuestro, para proporcionar las copias de cualquier fotografía relevante tomada durante su estancia, en un intento por identificar un secuestrador.
Los padres tenían una audiencia con el Papa y emprendieron un viaje a varios países europeos y norteafricanos, junto con una visita a los Estados Unidos para hablar en la televisión previo pago. Hubo súplicas de muchos líderes políticos y personalidades de todo tipo, hasta se ofreció una recompensa de casi £1 millón de libras esterlinas. La publicidad invadió la red informática con sitios de internet falsos que pedían recolectas y personas que ofrecían datos falsos por una cantidad de dinero. Se convirtió en una campaña muy beneficiosa y rentable económicamente aunque los padres fueron finalmente declarados sospechosos.
A lo largo de la investigación, se manejaron diferentes hipótesis sobre el verdadero paradero de Madeleine McCann. Desde una desaparición por la propia huida de la niña por no estar cerrada la puerta, pasando por un accidente en la misma habitación.
Siguiendo el rastro de sangre que se descubrió en el apartamento donde estuvo alojada la familia McCann, la idea que se mantiene con más fuerza a día de hoy es que Maddie podría haber muerto la misma noche de su desaparición, cosa que los padres niegan.
Durante el mes de agosto, la investigación dio un giro de 180º al hacerse saber que en la vivienda de los McCann en Portugal se habían hallado rastros de sangre, así como en un automóvil alquilado por la familia. La muestra de sangre fue analizada y los medios británicos aseguraron que el ADN correspondía al de Madeleine; sin embargo, luego se supo que la Policía Judicial sólo estaba segura al 88%. La abuela de la niña admitió el uso de pastillas para dormir proporcionados a los niños dada su condición de médicos.
Se declararon sospechosos a los padres de Madeleine de manera "oficial" - la hipótesis sobre la muerte de la niña- podría ser que la madre, Kate, le dio pastillas para dormir a Madeleine y al fallecer ésta se deshizo del cuerpo de la pequeña, quien se habría golpeado en la habitación. La noticia de la búsqueda actuaría como "cortina de humo" para que la investigación no se centrara en torno a ellos.
El 21 de julio de 2008, la agencia de prensa Reuters informó desde Lisboa que el Fiscal General de Portugal decidió archivar el caso de la desaparición de Madeleine McCann y exoneró a sus padres de las sospechas de implicación por falta de evidencias absolutas.
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