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lunes, 13 de marzo de 2017

El Asesino de la Peregrina en León

Se comporta "como un depredador", y no se descarta un móvil sexual. Ésta es la conclusión que los psiquiatras de la unidad central de inteligencia criminal de la Policía han alcanzado en un informe sobre las motivaciones de Miguel Ángel Muñoz Blas, el asesino de la peregrina Denise Pikka Thiem. El cadáver de la mujer fue hallado el 11 de septiembre del 2015, a los cinco meses de su desaparición en Astorga, después de que el presunto asesino cayese en Grandas de Salime.
Una uña, un gorro y 1.132 dólares cambiados en una sucursal local. Estas tres pistas construyeron la "compleja y dificultosa" investigación policial del asesinato de la ciudadana estadounidense Denise Pikka Thiem, ocurrido el 5 de abril de 2015 cerca de Castrillo de los Polvazares (León) mientras hacía en solitario el Camino de Santiago desde Pamplona. De 41 años y soltera, Denise tuvo la desgracia de toparse con Miguel Angel Muñoz, asesino confeso, en una pista despejada y ascendente que cubre los 14 kilómetros de etapa que trascurren entre Astorga y el pequeño pueblo de El Ganso, de apenas 50 habitantes.
Fue en un cruce de caminos, a una hora indeterminada, cuando Denise cayó en la trampa de Miguel Ángel, de 39 años entonces. Se cree que éste cambió la orientación de los carteles para atrapar a la presa. Sus vecinos lo definieron como un tipo huraño, solitario y de difícil trato, que vivía en una casa prefabricada de madera próxima al lugar donde se perdió la pista de la mujer.

Los antecedentes de Miguel Ángel por causar "molestias" a otras peregrinas llamaron la atención desde un primer momento a la Guardia Civil. La unidad cinológica mandó perros de rastreo que llegaron a marcar la finca del acusado 23 días después de la desaparición. Sin embargo, los agentes que patrullaron esa zona rural fueron desplazados en favor de la Policía Nacional, cuyo comisario en Astorga les informó de que era una demarcación de su competencia, según denunció en su momento la Asociación Unificada de la Guardia Civil: "Tuvieron que retirarse de la zona para evitar un conflicto mayor".
Este celo policial demoró algunos meses el resultado de las pesquisas. Cinco en concreto. Esta circunstancia, unida a la dimensión no solo mediática que adquirió la desaparición de Denise, ya que el asunto llegó a la vía diplomática al tratarse de una ciudadana estadounidense desaparecida en el Camino de Santiago, principal activo del turismo rural nacional, provocó un importante despliegue de medios policiales y militares, efectivos de la UME de León, para buscar a la peregrina.
La pocas noticias del caso y la presión de la familia de Denise en Estados Unidos, con cartas a senadores y congresistas e incluso al propio expresidente Barack Obama, tuvieron eco. El senador republicano John McCain ofreció a Mariano Rajoy por carta la colaboración de agentes de enlace del FBI en España para agilizar las pesquisas. Más de 200 personas de 20 nacionalidades llegaron a ser interrogadas.
Miguel Ángel Muñoz fue detenido el 14 de septiembre de 2015 en Grandas de Salime (Asturias) y ese mismo día condujo a la Policía hasta un paraje próximo a su casa, donde señaló el lugar donde había escondido el cuerpo de Denise. "He sido yo. La maté. No lo quería hacer..., pero le di un golpe... y luego otro. No quería matarla.", le dijo a los agentes.
Reconoció que desenterró el cuerpo donde lo había colocado "por si venían los del FBI", según reseñó a las forenses que realizaron el informe de imputabilidad al sospechoso, que rememoró cómo fue todo: "Empezamos a hablar y me explicó (Denise) que se había perdido. Yo me ofrecí a ayudarla, pero algo le inquietó y empezó a ponerse violenta conmigo. Cogí un palo y le pegué en el lado derecho de la cabeza. Al caer, se golpeó con una piedra y empezaron a entrarle convulsiones. Me di cuenta de que había hecho una barbaridad, pero no había vuelta atrás. Decidí cortarle el cuello para que dejara de sufrir. Tenía mucho miedo. Le quité la ropa para que no quedaran restos míos y le corté las manos y las enterré en otro sitio. Lo pasé muy mal, estuve tres días vomitando".
La Fiscalía solicitó una pena de 20 años de prisión y cinco más por el de robo con violencia en el juicio en la Audiencia Provincial de León. Primero se eligió al jurado popular y después declaró el acusado. La vista oral, que tendrá eco en Estados Unidos, se va a prolongar hasta el 4 de abril del 2017 y comparecieron un centenar de testigos.
Miguel Ángel Muñoz, con 40 años, contó con todo detalle cómo mató a la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem en el Camino de Santiago, en abril de 2015. Lo hizo durante la reconstrucción del crimen junto a la comisión judicial. Pareció un paseo bajo la lluvia, en el que el hombre habló con naturalidad sobre cómo conoció a la joven, cómo la ayudó hasta que le "cambió el chip" y cómo acabó con su vida y ocultó el cuerpo.
Denise Thiem desapareció el 5 de abril de 2015 y nunca más se supo de ella. Hasta octubre de ese año, cuando su cadáver fue encontrado enterrado cerca de Astorga. Muñoz fue inmediatamente detenido y, tras rechazar ser el autor del crimen, acabó confesando.
El detalle del asesinato se conoció con esta reconstrucción judicial, en la que el asesino, con algunos momentos de duda, detalló en primera persona y con toda precisión como mató a la peregrina. Sus palabras son elocuentes.
Desde que el 4 de abril del 2015 Denise, de origen chino-americano de 41 años, enviara un correo electrónico a su familia en el que relató su intención de acudir a misa en Astorga (León) antes de reanudar su ruta hacia El Ganso un día más tarde, nadie volvió a saber nada de ella.
Denise estaba en paro y decidió emplear sus ahorros para viajar por medio mundo. A mediados de diciembre del 2014 dejó su casa de Phoenix (Arizona) y comenzó un largo periplo. Visitó diferentes lugares como Manila, Camboya, Singapur y Francia. París fue su último destino antes de viajar a España con la única idea de hacer el Camino de Santiago, que inició sola en Pamplona el 6 de marzo del 2015.
Finalmente, el día 11 de septiembre de ese mismo año 2015, y tras un despliegue policial sin precedentes en la zona de Castrillo de los Polvazares en León, la Policía Nacional detuvo a Miguel Ángel Muñoz, que había abandonado su vivienda, una cabaña prefabricada de madera en pleno monte. Se movía sin móvil, pero el día de su detención intentó sacar dinero de un cajero en Grandas de Salime (Asturias) y la Policía, que tenía sus tarjetas intervenidas, fue a por él.
Una vez detenido, confesó tanto a los agentes como ante el juez ser el autor de la muerte de la mujer y condujo a la Policía hasta el lugar donde se encontraba el cadáver, ya en avanzado estado de descomposición y escondido entre ramajes en una zona comprendida entre las localidades de San Martín del Agostedo y Santa Catalina de Somoza.

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