El silencio y la sorpresa preside el hospital
Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid). Los trabajadores y
los pacientes no salían de su asombro cuando una auxiliar de enfermería, Beatriz L. D., de 37 años, era detenida el 5 de agosto
acusada de haber matado a una mujer de 86, cuando estaba a punto de
recibir el alta médica. "Era una persona muy normal, que estaba
integrada en el grupo y que nunca había dado problemas", reconoce un
trabajador que teme hablar por represalias.
La auxiliar estaba destinada en la unidad de Medicina Interna, situada en la quinta planta. La policía ya estaba sospechando de la muerte de otra mujer registrada dos años atrás y de la que no se pudo recabar pruebas suficientes como para imputar algún delito a la empleada. La propia presidenta regional reconoció que la policía les había comunicado de la investigación abierta y pidió que esta se mantuviera "sigilosa" para evitar que se frustrara.
Los compañeros de la detenida aseguran que ya estaban tras la mujer porque se había dado un caso extraño mientras ella estaba de servicio. Lo que no logran entender es que ella pudiera matar a las pacientes inyectándolas aire en las venas. "Como es auxiliar, no tiene acceso a la medicación ni a nada relacionada con ella. Su trabajo se basa en limpiar la habitación, en ayudar a los pacientes, en servirles la comida y en asearlos, entre otras funciones", comentaron los empleados.
Varios trabajadores consultados mantienen la versión de los investigadores de que la detenida actuaba sola, por lo que descartan más detenciones. "No sabíamos nada. Cuando nos ha llegado la noticia, pensábamos que se trataba de una persona contratada para cubrir las vacaciones. Nunca pensamos que pudiera llevar tanto tiempo y que nadie se diera cuenta de lo que estaba pasando", añadía una empleada.
Beatriz L. D. llevaba en el hospital más de 10 años y siempre estuvo en planta. Es soltera y con una hija de nueve años. Residía en el centro de Alcalá de Henares.
La detención se produjo el 5 de agosto por parte de los agentes de la comisaría de la Policía Nacional de la localidad alcalaína. La detenida pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de la localidad, que ordenó su ingreso en prisión como autora de un delito de asesinato con alevosía. Esta calificación puede cambiar en función de las investigaciones. Fue trasladada al módulo de mujeres de la prisión de Alcalá-Meco. El caso se trasladó al Juzgado de Instrucción número 4, que fue el que inició las investigaciones. Precisamente, este juzgado fue el que archivó dos años atrás el caso ante la falta de pruebas.
En su cuenta de Facebook, la detenida tenía numerosas fotografías suyas, algunas vestida con el uniforme del hospital y delante del tablón de anuncios de su unidad. También hace referencia a las guardias que le tocaba pasar en el centro. En otras imágenes, sale con su hija y sus padres.
La auxiliar estaba destinada en la unidad de Medicina Interna, situada en la quinta planta. La policía ya estaba sospechando de la muerte de otra mujer registrada dos años atrás y de la que no se pudo recabar pruebas suficientes como para imputar algún delito a la empleada. La propia presidenta regional reconoció que la policía les había comunicado de la investigación abierta y pidió que esta se mantuviera "sigilosa" para evitar que se frustrara.
Los compañeros de la detenida aseguran que ya estaban tras la mujer porque se había dado un caso extraño mientras ella estaba de servicio. Lo que no logran entender es que ella pudiera matar a las pacientes inyectándolas aire en las venas. "Como es auxiliar, no tiene acceso a la medicación ni a nada relacionada con ella. Su trabajo se basa en limpiar la habitación, en ayudar a los pacientes, en servirles la comida y en asearlos, entre otras funciones", comentaron los empleados.
Varios trabajadores consultados mantienen la versión de los investigadores de que la detenida actuaba sola, por lo que descartan más detenciones. "No sabíamos nada. Cuando nos ha llegado la noticia, pensábamos que se trataba de una persona contratada para cubrir las vacaciones. Nunca pensamos que pudiera llevar tanto tiempo y que nadie se diera cuenta de lo que estaba pasando", añadía una empleada.
Beatriz L. D. llevaba en el hospital más de 10 años y siempre estuvo en planta. Es soltera y con una hija de nueve años. Residía en el centro de Alcalá de Henares.
La detención se produjo el 5 de agosto por parte de los agentes de la comisaría de la Policía Nacional de la localidad alcalaína. La detenida pasó a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de la localidad, que ordenó su ingreso en prisión como autora de un delito de asesinato con alevosía. Esta calificación puede cambiar en función de las investigaciones. Fue trasladada al módulo de mujeres de la prisión de Alcalá-Meco. El caso se trasladó al Juzgado de Instrucción número 4, que fue el que inició las investigaciones. Precisamente, este juzgado fue el que archivó dos años atrás el caso ante la falta de pruebas.
En su cuenta de Facebook, la detenida tenía numerosas fotografías suyas, algunas vestida con el uniforme del hospital y delante del tablón de anuncios de su unidad. También hace referencia a las guardias que le tocaba pasar en el centro. En otras imágenes, sale con su hija y sus padres.
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