La llamada "molécula de Dios" ha llegado a España y
ya hay lista de espera para poder comprarla. Bajo la falsa apariencia
del turismo chamánico, el periplo les lleva a sus consumidores por las
fiestas privadas de Ibiza, Tarifa y Marbella.
Sitios de playa donde los "facilitadores” de las “escamas del sapo” –otra de las denominaciones– les organizan rituales a los adictos a estas sustancias supuestamente ancestrales.
El negocio florece y ya se habla de una ruta de turismo chamánico. Sin duda alguna es la droga de moda, el DMT, también conocido por ser el alucinógeno más potente del mundo y que ya está –misterios de la globalización– al alcance de cualquier bolsillo. Los “tahúres” que la ofrecen en nuestro país en ceremonias privadas, puntualizan que es una “medicina y no una droga”.Toda una farsa, ya que es una bomba en toda regla para la salud.
Un matiz que claramente rebaten los doctores consultados por este medio, que alertan sobre el consumo de esta sustancia: “una elevada producción de DMT se ha relacionado con trastornos como el autismo o la esquizofrenia".
Cuando solo se ingieren pequeñas "tomas" de poca cantidad, "el estado de ansiedad que genera es un gran peligro para la salud”. Sus "facilitadores" en España, como pretenden repetidamente que se les llame, explican que “lo que ocurre es que hay intereses muy grandes en la sociedad para que la gente no despierte y sigan sus conciencias dormidas. Por eso critican la 'medicina del sapo”. Y de esta manera una de las personas que se encarga de su distribución, realiza lo que enfáticamente llama "rituales" al precio, eso sí, de 200 euros cada sesión con esta supuesta “droga mágica”.
Bajo esa apariencia de medicina alternativa y ritual chamánico, los 'distribuidores' han comenzado a hacer conocida la bufotonina en nuestro país, una sustancia extraída de las glándulas de un sapo endémico de la frontera entre México y Estados Unidos, y que es usada para acabar con las adicciones químicas y emocionales de la gente.
Unas afirmaciones que quedan en evidencia cuando se contrastan con la Policía. La agencia antidroga de Estados Unidos, la DEA, ha catalogado la "molécula de Dios" como una sustancia controlada de tipo 1 (las más peligrosas y penadas) en Estados Unidos.
La decisión de la DEA, tomada después de una evaluación de todo un año, hará que la posesión, el uso y el tráfico del DMT sea ilegal y colocado, de esta manera, por las autoridades norteamericanas al mismo nivel de ilegalidad que el LSD o la heroína. La decisión de la DEA se toma por su similitud con las "propiedades farmacológicas" y "los efectos" del LSD y la mescalina.
En España, de momento, los 'distribuidores' actúan en citas muy privadas de zonas de playa. Su impulsor en México, Octavio Rettig, que trae las “escamas del sapo” del desierto de Sonora a España, las coloca ahora en Marbella, Tarifa y en Ibiza. Las ceremonias estrella las realiza él personalmente, y en su página web ya se ha colgado el cartel de “cupo completo”.
El llamado ritual se hace en la playa a imagen y semejanza de las ceremonias tribales donde acuden a “vapear” las 'escamas del sapo' y, en cuestión de segundos, viven una transmutación y experimentan ese nuevo “renacer” que les prometen, a base de visiones y alucinaciones. La transformación es dantesca: algunos gritan, otros escupen, la mayoría lo ve todo oscuro y borroso… Todo un trance peligroso.
Para Enrique, el "facilitador" a 200 euros la sesión, "se trata de un alimento para el cerebro, que al reabsorberlo, propicia tu conexión espiritual. Te sientes que eres uno con el todo. Que no hay distancia entre el observador y lo observado… y ves pasar la película de tu vida en cuestión de segundos". Preguntado sobre si es consciente de que se ha convertido en la droga de moda del momento, afirma que es así "porque es muy poderosa; por eso gusta a todo el mundo".
Este verano, de momento, hay una larga lista de espera porque el sapo del que se extrae el alucinógeno vive en el desierto de Sonora, bajo tierra y solo sale en la época del monzón, es decir, dos veces al año. Una vez que se consigue el batracio, se le exprimen sus escamas para luego cristalizarlas y que sean aptas para el consumo. La Policía Nacional ha tomado nota del repunte en algunas fiestas de moda, aunque la preocupación, aún, no llega a las cotas que provocan "las drogas clásicas" y se espera que, como toda moda, sea pasajera y más si, como esta, viene impulsada por la televisión.
Enrique vuelve a insistir en que "la medicina del sapo no es una droga recreativa y que por eso debe ser administrada por alguien con experiencia que medie y tutele el proceso”. Eso sí, cuando se les interroga, los 'distribuidores' reconocen que no es legal. “Hay un vacío legal, y es en ese espacio en el que nos movemos".
Sitios de playa donde los "facilitadores” de las “escamas del sapo” –otra de las denominaciones– les organizan rituales a los adictos a estas sustancias supuestamente ancestrales.
El negocio florece y ya se habla de una ruta de turismo chamánico. Sin duda alguna es la droga de moda, el DMT, también conocido por ser el alucinógeno más potente del mundo y que ya está –misterios de la globalización– al alcance de cualquier bolsillo. Los “tahúres” que la ofrecen en nuestro país en ceremonias privadas, puntualizan que es una “medicina y no una droga”.Toda una farsa, ya que es una bomba en toda regla para la salud.
Un matiz que claramente rebaten los doctores consultados por este medio, que alertan sobre el consumo de esta sustancia: “una elevada producción de DMT se ha relacionado con trastornos como el autismo o la esquizofrenia".
Cuando solo se ingieren pequeñas "tomas" de poca cantidad, "el estado de ansiedad que genera es un gran peligro para la salud”. Sus "facilitadores" en España, como pretenden repetidamente que se les llame, explican que “lo que ocurre es que hay intereses muy grandes en la sociedad para que la gente no despierte y sigan sus conciencias dormidas. Por eso critican la 'medicina del sapo”. Y de esta manera una de las personas que se encarga de su distribución, realiza lo que enfáticamente llama "rituales" al precio, eso sí, de 200 euros cada sesión con esta supuesta “droga mágica”.
Bajo esa apariencia de medicina alternativa y ritual chamánico, los 'distribuidores' han comenzado a hacer conocida la bufotonina en nuestro país, una sustancia extraída de las glándulas de un sapo endémico de la frontera entre México y Estados Unidos, y que es usada para acabar con las adicciones químicas y emocionales de la gente.
Unas afirmaciones que quedan en evidencia cuando se contrastan con la Policía. La agencia antidroga de Estados Unidos, la DEA, ha catalogado la "molécula de Dios" como una sustancia controlada de tipo 1 (las más peligrosas y penadas) en Estados Unidos.
La decisión de la DEA, tomada después de una evaluación de todo un año, hará que la posesión, el uso y el tráfico del DMT sea ilegal y colocado, de esta manera, por las autoridades norteamericanas al mismo nivel de ilegalidad que el LSD o la heroína. La decisión de la DEA se toma por su similitud con las "propiedades farmacológicas" y "los efectos" del LSD y la mescalina.
En España, de momento, los 'distribuidores' actúan en citas muy privadas de zonas de playa. Su impulsor en México, Octavio Rettig, que trae las “escamas del sapo” del desierto de Sonora a España, las coloca ahora en Marbella, Tarifa y en Ibiza. Las ceremonias estrella las realiza él personalmente, y en su página web ya se ha colgado el cartel de “cupo completo”.
El llamado ritual se hace en la playa a imagen y semejanza de las ceremonias tribales donde acuden a “vapear” las 'escamas del sapo' y, en cuestión de segundos, viven una transmutación y experimentan ese nuevo “renacer” que les prometen, a base de visiones y alucinaciones. La transformación es dantesca: algunos gritan, otros escupen, la mayoría lo ve todo oscuro y borroso… Todo un trance peligroso.
Para Enrique, el "facilitador" a 200 euros la sesión, "se trata de un alimento para el cerebro, que al reabsorberlo, propicia tu conexión espiritual. Te sientes que eres uno con el todo. Que no hay distancia entre el observador y lo observado… y ves pasar la película de tu vida en cuestión de segundos". Preguntado sobre si es consciente de que se ha convertido en la droga de moda del momento, afirma que es así "porque es muy poderosa; por eso gusta a todo el mundo".
Este verano, de momento, hay una larga lista de espera porque el sapo del que se extrae el alucinógeno vive en el desierto de Sonora, bajo tierra y solo sale en la época del monzón, es decir, dos veces al año. Una vez que se consigue el batracio, se le exprimen sus escamas para luego cristalizarlas y que sean aptas para el consumo. La Policía Nacional ha tomado nota del repunte en algunas fiestas de moda, aunque la preocupación, aún, no llega a las cotas que provocan "las drogas clásicas" y se espera que, como toda moda, sea pasajera y más si, como esta, viene impulsada por la televisión.
Enrique vuelve a insistir en que "la medicina del sapo no es una droga recreativa y que por eso debe ser administrada por alguien con experiencia que medie y tutele el proceso”. Eso sí, cuando se les interroga, los 'distribuidores' reconocen que no es legal. “Hay un vacío legal, y es en ese espacio en el que nos movemos".
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