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lunes, 23 de octubre de 2017

Arcan ,el Asesino de Hielo

Pietro Arcan tenía una manía, rastrear las ventanas de los vecinos de la calle  Perú de Coslada (Madrid) en busca de mujeres con poca ropa. Allí vivió unos meses. 'Siempre estaba mirando con sus prismáticos desde el balcón', 'A veces bajaba a fumar un cigarrillo con nosotros, otras, le encontrábamos sentado en las escaleras del portal. Cuando le veía ahí, con sus chanclas, me daba miedo y evitaba pasar sola delante de él'.
En el jardín donde se ubica el bloque de edificios del número 14 de la calle Perú están convencidos de que Arcan ,el hombre de origen moldavo que asesinó al abogado Arturo Castillo en Pozuelo, no actuó solo. 'Iba siempre con otro rumano llamado Kata; juntos robaban coches en Toledo. Cuando Pietro desaparecía, llamaba a Kata al móvil. Kata siempre sabía cuándo Pietro iba a regresar'.
Definimos a Arcan como un tipo 'frío, poco hablador y dado a los accesos de cólera'. 'Es altísimo y delgado, con unas piernas exageradamente largas, la piel blanca, el rostro huesudo, los dientes sucios y los ojos azules', recuerda una de las vecinas de la planta cuarta, ayudada por otra del 3º. En la letra D del tercer piso viven seis rumanos. Una mujer de mediana edad, al salir de la casa, afirma asustada que no entiende castellano ni conoce al asesino. Pero allí vivió durante varios meses. Dos días antes del crímen de Pozuelo varios testigos aseguran haber visto a Arcan en esa dirección.


La policía lo condujo al 3º D casi al mismo tiempo en el que era enterrado el abogado Castillo. 'En la calle había por lo menos 15 agentes. Estuvieron arriba con él unos tres cuartos de hora'. Los investigadores, que no encontraron nada de importancia en la vivienda, sabían que Arcan tenía otro domicilio en el mismo Coslada. Un juego con tres misteriosas llaves es la única pista.
'Al salir de la casa, Pietro iba esposado. Sonrió al pasar a nuestro lado', asegura la joven que le veía sentado en las escaleras. 'Muchos de los que estaban asomados a las ventanas y en la calle en ese instante comenzaron a insultarle, a llamarle asesino e hijo de puta. Pietro hizo un amago de irse a por ellos, pero los policías le sujetaron por los brazos', recuerda la joven.
 Cuando Arcan residía en el 14 de la calle Perú, se le veía a menudo con buenos automóviles. 'Me insinuaba que eran robados. Le gustaba mucho presumir de ello. Después los abandonaba en Coslada y se iba a Toledo a dejar uno y coger otro para regresar. En esos viajes se llevaba a Kata con él. Antes de abandonar los coches les quitaba el radiocassette. Siempre tenía muchos billetes en la cartera'. 'Se gastaba el dinero en cambiar los cristales de los coches por otros ahumados, lo hacía para que le duraran más. Le importababa poco la policía. No parecía temer a nada. Por aquí conducía como un loco, a mucha velocidad, igual que Kata, sin respetar las señales de tráfico. Un día estrellaron un coche y huyeron corriendo del lugar, pero al rato, al ver que no pasaba nada, regresaron a recoger sus cosas'. 'A veces, si le picabas un poco, entraba en el supermercado y robaba. Con Kata iba a El Corte Inglés de la Puerta del Sol; sabían cómo desmontar el chivato.  Les gustaban mucho los walkman'.  Arcan actuaba siempre sólo, al menos en las entradas a los domicilios particulares. En las ocasiones en las que fue detenido sólo aparecen sus huellas. Los investigadores del crímen de Pozuelo saben que Arcan tiene un amigo rumano y le buscan desde hace tiempo.

En el interior del chalé donde Pietro Arcan asesinó al abogado Arturo Castillo, hirió de gravedad a su mujer Ángela y agredió a sus hijas en la noche del 15 de octubre del 2001, sólo hay huellas del criminal . 'Por la ruta de huida de Arcan [hacia el centro comercial de Hipercor], trataba de alcanzar el apeadero de Renfe, por lo que es posible que llegara a la zona en tren'. El último cercanías pasa por Pozuelo a las 23.35 y el primero a las 6.02. Entre medias no hay servicio. 'No era una vivienda de fácil acceso. Debió de elegirla porque tenía dos ventanas abiertas. El sofisticado sistema de seguridad del chalé no se hallaba conectado en la madrugada del crimen, pero Arcan ni siquiera intentó desactivarlo. Carlos Juanes, director de Tecsegur, la compañía de seguridad contratada por los Castillo, la familia 'estaba muy concienciada y todos sabían poner y quitar la alarma'. Juanes sostiene que muchas personas creen de forma equivocada que el mayor peligro de asalto reside en las vacaciones o en las ausencias. Un año atrás, la alarma del chalé detectó la presencia de una persona en el garaje. Al ser detenido, éste argumentó que se había confundido. 'El objetivo real de Arcan no era el robo en sí, sino la agresión, que incluye el robo. El objetivo supremo era causar daño', asegura Gonzalo Martínez Fresneda, penalista y prestigioso criminólogo. 'Lo ocurrido no se corresponde al tradicional robo con escalo. Entrar de ese modo, haciendo tanto ruido como para despertar a la mujer [llamó por primera vez al 112 a las 4.14] y sin preocuparse por su seguridad, tiene como fin dejar patente su presencia. Lo que se pretende en estos casos es saciar un deseo brutal de castigar a un mundo que es la antítesis del suyo. Esa vivienda se corresponde a la imagen de lo que odia'. Otra hipotésis es que Arcan conociera la casa a través de un tercero. Los Castillo habían contratado servicios procedentes del Este, sobre todo de la ex Yugoslavia. 'En un caso así, se investiga al entorno de la víctima, y eso incluye al personal doméstico, es algo de manual, pero eso no significa que se sospeche de nadie'. El psiquiatra Luis Vega sostiene que la actuación de Arcan es 'la típica de un psicópata que sabe lo que hace'. La falta de respuesta emocional tras su detención y su frialdad es la típica, dicen los médicos, de un transtorno sociopático de personalidad. 'Ahora pretenderá mostrarse más loco de lo que está para librarse de la cárcel', dice Vega; 'Arcan es plenamente responsable de todos sus actos, pues es consciente del daño que ha causado'.

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