Para quienes han podido ver la película "Verónica",dirigida por Paco Plaza y protagonizada por Sandra Escacena,Ana Torrent y Leticia Dolera entre otras,largometraje que ha obtenido éxito en carteleras de cine y que entra dentro del género del terror,todo puede parecer mera fantasía e imaginación muy bien plasmada en pantalla y excelentemente ambientada en el verano de 1991,con la mas rabiosa actualidad musical del momento como fueron uno de los grupos de rock mas universales del panorama español como Héroes del Silencio,de quien la protagonista de la cinta es fan.
Sin embargo,por más que queramos evitar que todo lo que se narra en "Verónica" es pura ciencia ficción,asombrosamente hemos de reportar que todo fue real,pasó de verdad,es verídico y está documentado en los archivos policiales,forenses y testados.
La única diferencia,que la protagonista no se llamaba Verónica,sino Estefanía,con tal de preservar la identidad de sus familiares,también el guión adaptado para ser mas efectivo y con enganche,se añadieron personajes como por ejemplo,las hermanas pequeñas de la chica,el hermano pequeño,el padre difunto y la monja invidente.Todo lo demás,refleja los acontecimientos que supuso el caso más inquietante e inexplicable jamás acontecido en España.
Madrugada del 27 de Noviembre de 1992, Madrid:
Un caso que saltó a las oídos de todos los españoles y corrió como la pólvora entre los más aficionados al mundo del ocultismo y la parapsicología. Lo que en aquella casa del barrio de Vallecas sucedió fue ratificado por cuatro agentes de la Policía Nacional en la madrugada del 27 de Noviembre de 1992 en un posterior informe donde alegaban literalmente que: “pudimos observar como las puertas de los armarios que se encontraban cerradas totalmente se abrían de forma súbita y totalmente antinatural, lo que nos llevó a determinar sobre la seriedad de nuestras sospechas.”
La historia de la familia Gutiérrez no empieza ahí, ni mucho menos. Un año antes, la tragedia se volcó con ésta familia humilde madrileña. La muerte de la pequeña Estefanía, de tan solo 14 años, sacudió a la familia de manera trágica. Las extrañas circunstancias de la muerte de la pequeña hicieron merma en el ánimo de la familia desencadenando una serie de sospechas que más tarde pudieron tener su confirmación y su respuesta.
La joven Estefanía Gutiérrez Lázaro, la mayor de los hijos de la familia, falleció en el Hospital Gregorio Marañon la noche del 15 de Junio de 1991, bajo un diagnostico extraño, a los 14 años de edad. Los médicos no aclararon bien que la pequeña Estefanía había muerto bajo una “asfixia repentina”. La vida de la joven no era la de cualquier niña normal de su edad. Pronto empezó a moverse en el mundo del ocultismo y las “Ouijas”, juego paranormal el cuál llega a realizar en su mismo instituto junto a otras amigas cuando es sorprendida por una de sus profesoras, la cuál tras el hallazgo de la tabla, rompe ésta contra el suelo. Dicho hecho provoca en Estefanía una reacción paranormal tras la cuál la joven empieza a manifestar síntomas psicológicos extraños a lo que los médicos no encuentran una explicación razonable. Alucinaciones, extrañas contestaciones, convulsiones. Para muchos expertos la joven había sido poseída por el mismo diablo. El 15 de Junio de 1991 la muerte visita el cuerpo de Estefanía dejando una serie de incógnitas inexplicables entre los familiares.
A partir de ése momento, la familia empieza a recibir en su casa voces extrañas, movimientos del mobiliario inadecuados y sobrenaturales, como encendido de electrodomésticos y otros.
Voces cercanas a la familia y con creencias católicas, concluían que aquellos fenómenos paranormales después de la muerte de la pequeña Estefanía podrían verse explicados a raíz de una venganza del más allá dirigida por el abuelo de la joven. Un abuelo cuya relación con su hija Concepción (madre de Estefanía) no había sido nada buena, aparentemente por razones económicas, en la fecha en que éste fallece. Pero esto son solo “habladurías” de todo aquel que quiso ponerle algún tipo de explicación a aquellos fenómenos extraños que se sucedían en la casa de los Gutiérrez a raíz de la muerte de la pequeña Estefanía.
Después del informe policial, en el que se contrastan las situaciones anómalas que suceden en la vivienda, la historia se hace eco a nivel nacional. Algunos “profesionales” de la parapsicología quisieron tener su pizca de protagonismo y visitaron la casa con el fin de contactar o dar alguna explicación sobre los hechos inexplicables que allí se sucedían.
Al parecer la presencia de dos espíritus rondaba la casa intentando atemorizar a la familia a través del más allá. Según dichos “expertos” podría tratarse de las energías de la pequeña Estefanía y la de su abuelo. La primera, sería una energía menos desafiante, siendo la del abuelo una energía más insultante y amenazadora.
A día de hoy el caso no ha podido ser explicado de manera lógica o científica. Quizás éste caso pudiera haber pasado a la historia como cualquier otro en temas de brujería y ocultismo, pero quizás es el dato del informe pericial de la propia Policía Nacional, el que ha generado que se convierta en uno de los más mediáticos de nuestra historia reciente, y el único en el que la propia Policía admite el hecho de fenómenos extraños sin explicación razonable.
Estefanía comenzó a interesarse por el mundo del ocultismo en su instituto junto a varias compañeras para contactar con el novio de una de ellas, fallecido en un accidente de moto.
Los hechos avanzados por teléfono fueron confirmados por los cuatro agentes de Policía, que en el testado policial señalaron como «situación de misterios y rarezas». Según se recoge en el escrito, cuando están sentados junto a la familia, «pudieron oír y observar como las puertas de un armario perfectamente cerradas, cosa que comprobaron después, se abrieron de forma súbita y totalmente antinatural». Así se desencadenó «una serie de sospechas serias».
«No habían salido de la sorpresa y comentando la misma,cuando se produjeron fuertes ruidos en la terraza donde pudieron comprobar que no había nadie». Tales sospechas «aumentaron y se reforzaron», hasta confirmarse definitivamente que «momentos después pudieron percatarse y observar como en la mesita que sostenía el teléfono y, concretamente, en un mantelito, aparecieron unas manchas de color marrón consistente identificada como babas». No sólo eso, en su ronda por las habitaciones de la casa observaron un crucifijo en el que el Cristo estaba separado de la cruz, al tiempo que el póster sobre el que se ubicaba contenía las huellas de un arañazo.
Sin embargo,por más que queramos evitar que todo lo que se narra en "Verónica" es pura ciencia ficción,asombrosamente hemos de reportar que todo fue real,pasó de verdad,es verídico y está documentado en los archivos policiales,forenses y testados.
La única diferencia,que la protagonista no se llamaba Verónica,sino Estefanía,con tal de preservar la identidad de sus familiares,también el guión adaptado para ser mas efectivo y con enganche,se añadieron personajes como por ejemplo,las hermanas pequeñas de la chica,el hermano pequeño,el padre difunto y la monja invidente.Todo lo demás,refleja los acontecimientos que supuso el caso más inquietante e inexplicable jamás acontecido en España.
Madrugada del 27 de Noviembre de 1992, Madrid:
-Policía Nacional, dígame.Así empieza la historia del único caso clasificado por la misma policía nacional como un asunto extraño donde incomprensiblemente algo se escapa de “lo normal”. Hablamos del famoso expediente Vallecas, de principios de los noventa. El director Paco Plaza ha tomado como punto de partida éste caso real para dar a conocer su película de misterio “Verónica”.
-Si, perdonen, pero están pasando cosas muy extrañas en mi casa. Hay alguien en nuestro baño!!!
-¿Alguien señora?
-Si. Además las puertas de los armarios no dejan de chirriar y moverse. Por favor vengan, por favor!!!
-¿Desde dónde nos llama?
-Calle Luis Marín, número 8, Vallecas. Rápido por favor!!!
-Vamos para allá. Le mandamos una patrulla.
Un caso que saltó a las oídos de todos los españoles y corrió como la pólvora entre los más aficionados al mundo del ocultismo y la parapsicología. Lo que en aquella casa del barrio de Vallecas sucedió fue ratificado por cuatro agentes de la Policía Nacional en la madrugada del 27 de Noviembre de 1992 en un posterior informe donde alegaban literalmente que: “pudimos observar como las puertas de los armarios que se encontraban cerradas totalmente se abrían de forma súbita y totalmente antinatural, lo que nos llevó a determinar sobre la seriedad de nuestras sospechas.”
La historia de la familia Gutiérrez no empieza ahí, ni mucho menos. Un año antes, la tragedia se volcó con ésta familia humilde madrileña. La muerte de la pequeña Estefanía, de tan solo 14 años, sacudió a la familia de manera trágica. Las extrañas circunstancias de la muerte de la pequeña hicieron merma en el ánimo de la familia desencadenando una serie de sospechas que más tarde pudieron tener su confirmación y su respuesta.
La joven Estefanía Gutiérrez Lázaro, la mayor de los hijos de la familia, falleció en el Hospital Gregorio Marañon la noche del 15 de Junio de 1991, bajo un diagnostico extraño, a los 14 años de edad. Los médicos no aclararon bien que la pequeña Estefanía había muerto bajo una “asfixia repentina”. La vida de la joven no era la de cualquier niña normal de su edad. Pronto empezó a moverse en el mundo del ocultismo y las “Ouijas”, juego paranormal el cuál llega a realizar en su mismo instituto junto a otras amigas cuando es sorprendida por una de sus profesoras, la cuál tras el hallazgo de la tabla, rompe ésta contra el suelo. Dicho hecho provoca en Estefanía una reacción paranormal tras la cuál la joven empieza a manifestar síntomas psicológicos extraños a lo que los médicos no encuentran una explicación razonable. Alucinaciones, extrañas contestaciones, convulsiones. Para muchos expertos la joven había sido poseída por el mismo diablo. El 15 de Junio de 1991 la muerte visita el cuerpo de Estefanía dejando una serie de incógnitas inexplicables entre los familiares.
A partir de ése momento, la familia empieza a recibir en su casa voces extrañas, movimientos del mobiliario inadecuados y sobrenaturales, como encendido de electrodomésticos y otros.
Voces cercanas a la familia y con creencias católicas, concluían que aquellos fenómenos paranormales después de la muerte de la pequeña Estefanía podrían verse explicados a raíz de una venganza del más allá dirigida por el abuelo de la joven. Un abuelo cuya relación con su hija Concepción (madre de Estefanía) no había sido nada buena, aparentemente por razones económicas, en la fecha en que éste fallece. Pero esto son solo “habladurías” de todo aquel que quiso ponerle algún tipo de explicación a aquellos fenómenos extraños que se sucedían en la casa de los Gutiérrez a raíz de la muerte de la pequeña Estefanía.
Después del informe policial, en el que se contrastan las situaciones anómalas que suceden en la vivienda, la historia se hace eco a nivel nacional. Algunos “profesionales” de la parapsicología quisieron tener su pizca de protagonismo y visitaron la casa con el fin de contactar o dar alguna explicación sobre los hechos inexplicables que allí se sucedían.
Al parecer la presencia de dos espíritus rondaba la casa intentando atemorizar a la familia a través del más allá. Según dichos “expertos” podría tratarse de las energías de la pequeña Estefanía y la de su abuelo. La primera, sería una energía menos desafiante, siendo la del abuelo una energía más insultante y amenazadora.
A día de hoy el caso no ha podido ser explicado de manera lógica o científica. Quizás éste caso pudiera haber pasado a la historia como cualquier otro en temas de brujería y ocultismo, pero quizás es el dato del informe pericial de la propia Policía Nacional, el que ha generado que se convierta en uno de los más mediáticos de nuestra historia reciente, y el único en el que la propia Policía admite el hecho de fenómenos extraños sin explicación razonable.
Estefanía comenzó a interesarse por el mundo del ocultismo en su instituto junto a varias compañeras para contactar con el novio de una de ellas, fallecido en un accidente de moto.
Los hechos avanzados por teléfono fueron confirmados por los cuatro agentes de Policía, que en el testado policial señalaron como «situación de misterios y rarezas». Según se recoge en el escrito, cuando están sentados junto a la familia, «pudieron oír y observar como las puertas de un armario perfectamente cerradas, cosa que comprobaron después, se abrieron de forma súbita y totalmente antinatural». Así se desencadenó «una serie de sospechas serias».
«No habían salido de la sorpresa y comentando la misma,cuando se produjeron fuertes ruidos en la terraza donde pudieron comprobar que no había nadie». Tales sospechas «aumentaron y se reforzaron», hasta confirmarse definitivamente que «momentos después pudieron percatarse y observar como en la mesita que sostenía el teléfono y, concretamente, en un mantelito, aparecieron unas manchas de color marrón consistente identificada como babas». No sólo eso, en su ronda por las habitaciones de la casa observaron un crucifijo en el que el Cristo estaba separado de la cruz, al tiempo que el póster sobre el que se ubicaba contenía las huellas de un arañazo.
2 comentarios:
Para ser un Gabinete de Criminología Judicial, el tema lo tratan de manera sensacionalista. Obviamente, existe una explicación racional. Basta razonar y redactar menos amarillismo. No es serio.
Gracias por su comentario, en ese caso también podemos decir que programas como Cuarto Milenio no son serios. Este es un caso que está reflejado en un informe policial y está dentro de un caso de la parapsicología.
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