Alexandre Basciu fue detenido en una localidad cercana a Madrid, de 46 años y de nacionalidad rumana, abusó
sexualmente de cinco
niñas, de entre cinco y siete años, a las que además grababa en vídeo y distribuyó las imágenes de una red pedófila.
Está considerado por los investigadores como uno de los pedófilos “más peligrosos” de los últimos años en España. Las víctimas eran del entorno del detenido (incluida una prima suya), que se ganó la confianza de sus progenitores para poder cometer los abusos de carácter sexual.
Además, en el dispositivo policial se han intervenido cinco microcámaras, algunas de ellas artesanales y con capacidad para enviar datos vía wifi, que colocaba en los baños para grabar a las niñas antes de abusar de ellas.
Además compartía los archivos en una web pedófila ubicada en la red TOR, espacio web en la que los pedófilos “más peligrosos” intercambian todo tipo de contenidos e informaciones relacionadas con sus aberrantes actividades.
La Task Force Argos de la Policía de Queensland (Australia) compartió en la base de datos International Child Sexual Exploitation (ICSE), gestionada por Interpol y donde se vuelcan las imágenes de abusos sexuales encontradas por las policías de todo el mundo, una nueva serie de grabaciones en la que aparecían varias menores de nacionalidad rumana víctimas de abusos por un adulto.
Los investigadores de la Unidad Central de Ciberdelincuencia que visionaron los vídeos, expertos en la identificación de víctimas, observaron varios objetos que indicaban que se habrían grabado en distintos escenarios de España. Ese visionado “exhaustivo” permitió identificar y localizar a cinco víctimas, una de ellas prima del arrestado.
El análisis de los archivos llevó a los agentes hasta una localidad cercana a Madrid en la que residen un elevado número de personas de nacionalidad rumana, la misma que las niñas abusadas.
Además, identificaron varios objetos que aparecían “fugazmente” en el vídeo y que posteriormente les conducirían hasta el detenido. Unas “manos muy singulares” acotaron la actividad laboral a la que podría dedicarse el abusador, centrándose la búsqueda en los talleres mecánicos de la localidad.
En uno de ellos había una lona similar a la que aparecía en una de las grabaciones, por lo que se estableció un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones.
Al anochecer vieron salir del local a un hombre que podría encajar en el perfil del sospechoso, por lo que le siguieron hasta su domicilio comprobando que tenía algunas características que podrían encajar con el escenario de algunos de los abusos sexuales grabados.
A la mañana siguiente, cuando se dirigía a trabajar fue abordado por los agentes para ser identificado. Los policías comprobaron que en uno de sus brazos tenía un tatuaje que también había quedado grabado en los vídeos, por lo que fue inmediatamente detenido como presunto responsable de delitos de abuso sexual, producción y distribución de pornografía infantil.
Paralelamente, agentes peinaban la localidad para intentar localizar a las presuntas víctimas de los hechos. Las gestiones fueron difíciles ya que la única pista con la que contaban era los nombres de los archivos informáticos con los que el pedófilo clasificaba el material. Finalmente se logró la identificación de cinco niñas, todas ellas entre cinco y siete años, que fueron reconocidas en los videos por sus progenitores.
A continuación se realizó el registro del domicilio del detenido que permitió localizar algunos de los escenarios de los abusos a las menores, entre ellos la vivienda de dos de ellas. Los agentes intervinieron una elevada cantidad de material informático destacando cinco microcámaras para ocultar, algunas de ellas de fabricación artesanal y con capacidad para retransmitir datos vía wifi.
El detenido, según la Policía, es “un peligroso depredador sexual obsesionado con menores en edades previas a la pubertad”. En su conducta delictiva, grababa a las niñas cuando acudían al baño, utilizando las cámaras intervenidas y posteriormente abusaba de ellas.
Además, intercambiaba el material pornográfico obtenido por otro similar a través de su teléfono móvil, utilizando redes anónimas para evitar dejar rastro. En el momento del arresto portaba un terminal con un elevadísimo número de archivos de contenido pedófilo.
Entre las funciones de la Unidad Central de Ciberdelincuencia se encuentra la identificación y puesta en protección de los menores de edad que intervienen en los videos de pornografía infantil que son compartidos por pedófilos de todo el mundo, además de poner a disposición de la justicia a los autores de los abusos.
Para llevar a cabo esa función se cuenta con la herramienta ICSE, gestionada por Interpol, y donde se vuelcan todas las imágenes de abusos sexuales que son encontradas por policías de todo el mundo.
Además, ICSE permite el contacto directo entre los distintos cuerpos policiales y posibilita la realización de consultas entre ellos. Tiene especial relevancia que un material pedófilo sea novedoso o desconocido ya que indica que es relativamente reciente y, por lo tanto, que los menores pueden estar en peligro actual.
Por otro lado, la Policía explica que esta la herramienta reconoce como “serie” aquellos archivos informáticos relativos a abusos sexuales a menores de edad que están vinculados, ya que sea porque un mismo autor abuse de varios menores o porque todos los archivos se refieran al mismo niño.
Está considerado por los investigadores como uno de los pedófilos “más peligrosos” de los últimos años en España. Las víctimas eran del entorno del detenido (incluida una prima suya), que se ganó la confianza de sus progenitores para poder cometer los abusos de carácter sexual.
Además, en el dispositivo policial se han intervenido cinco microcámaras, algunas de ellas artesanales y con capacidad para enviar datos vía wifi, que colocaba en los baños para grabar a las niñas antes de abusar de ellas.
Además compartía los archivos en una web pedófila ubicada en la red TOR, espacio web en la que los pedófilos “más peligrosos” intercambian todo tipo de contenidos e informaciones relacionadas con sus aberrantes actividades.
La Task Force Argos de la Policía de Queensland (Australia) compartió en la base de datos International Child Sexual Exploitation (ICSE), gestionada por Interpol y donde se vuelcan las imágenes de abusos sexuales encontradas por las policías de todo el mundo, una nueva serie de grabaciones en la que aparecían varias menores de nacionalidad rumana víctimas de abusos por un adulto.
Los investigadores de la Unidad Central de Ciberdelincuencia que visionaron los vídeos, expertos en la identificación de víctimas, observaron varios objetos que indicaban que se habrían grabado en distintos escenarios de España. Ese visionado “exhaustivo” permitió identificar y localizar a cinco víctimas, una de ellas prima del arrestado.
El análisis de los archivos llevó a los agentes hasta una localidad cercana a Madrid en la que residen un elevado número de personas de nacionalidad rumana, la misma que las niñas abusadas.
Además, identificaron varios objetos que aparecían “fugazmente” en el vídeo y que posteriormente les conducirían hasta el detenido. Unas “manos muy singulares” acotaron la actividad laboral a la que podría dedicarse el abusador, centrándose la búsqueda en los talleres mecánicos de la localidad.
En uno de ellos había una lona similar a la que aparecía en una de las grabaciones, por lo que se estableció un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones.
Al anochecer vieron salir del local a un hombre que podría encajar en el perfil del sospechoso, por lo que le siguieron hasta su domicilio comprobando que tenía algunas características que podrían encajar con el escenario de algunos de los abusos sexuales grabados.
A la mañana siguiente, cuando se dirigía a trabajar fue abordado por los agentes para ser identificado. Los policías comprobaron que en uno de sus brazos tenía un tatuaje que también había quedado grabado en los vídeos, por lo que fue inmediatamente detenido como presunto responsable de delitos de abuso sexual, producción y distribución de pornografía infantil.
Paralelamente, agentes peinaban la localidad para intentar localizar a las presuntas víctimas de los hechos. Las gestiones fueron difíciles ya que la única pista con la que contaban era los nombres de los archivos informáticos con los que el pedófilo clasificaba el material. Finalmente se logró la identificación de cinco niñas, todas ellas entre cinco y siete años, que fueron reconocidas en los videos por sus progenitores.
A continuación se realizó el registro del domicilio del detenido que permitió localizar algunos de los escenarios de los abusos a las menores, entre ellos la vivienda de dos de ellas. Los agentes intervinieron una elevada cantidad de material informático destacando cinco microcámaras para ocultar, algunas de ellas de fabricación artesanal y con capacidad para retransmitir datos vía wifi.
El detenido, según la Policía, es “un peligroso depredador sexual obsesionado con menores en edades previas a la pubertad”. En su conducta delictiva, grababa a las niñas cuando acudían al baño, utilizando las cámaras intervenidas y posteriormente abusaba de ellas.
Además, intercambiaba el material pornográfico obtenido por otro similar a través de su teléfono móvil, utilizando redes anónimas para evitar dejar rastro. En el momento del arresto portaba un terminal con un elevadísimo número de archivos de contenido pedófilo.
Entre las funciones de la Unidad Central de Ciberdelincuencia se encuentra la identificación y puesta en protección de los menores de edad que intervienen en los videos de pornografía infantil que son compartidos por pedófilos de todo el mundo, además de poner a disposición de la justicia a los autores de los abusos.
Para llevar a cabo esa función se cuenta con la herramienta ICSE, gestionada por Interpol, y donde se vuelcan todas las imágenes de abusos sexuales que son encontradas por policías de todo el mundo.
Además, ICSE permite el contacto directo entre los distintos cuerpos policiales y posibilita la realización de consultas entre ellos. Tiene especial relevancia que un material pedófilo sea novedoso o desconocido ya que indica que es relativamente reciente y, por lo tanto, que los menores pueden estar en peligro actual.
Por otro lado, la Policía explica que esta la herramienta reconoce como “serie” aquellos archivos informáticos relativos a abusos sexuales a menores de edad que están vinculados, ya que sea porque un mismo autor abuse de varios menores o porque todos los archivos se refieran al mismo niño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario