El caso O. J. Simpson fue un juicio criminal llevado a cabo en la Corte Superior de Los Ángeles, en el que el exjugador estrella de la NFL y actor O. J. Simpson fue juzgado por dos cargos de asesinato por las muertes de su exesposa Nicole Brown Simpson y Ron Goldman, amante de ésta, ocurridas el 12 de junio de 1994. El juicio se alargó por once meses desde la toma de juramento a los miembros del jurado el 9 de noviembre de 1994,hasta las declaraciones iniciales el 24 de enero de 1995,hasta un veredicto el 3 de octubre de 1995, cuando Simpson fue declarado no culpable de asesinato. El caso ha sido descrito como el juicio criminal más mediático de la historia.
Simpson fue representado por un equipo de abogados de alto perfil, conocido como el "Dream Team", liderado inicialmente por Robert Shapiro y luego por Johnnie Cochran. El equipo también incluía a F. Lee Bailey, Alan Dershowitz, Robert Kardashian, Shawn Holley, Carl E. Douglas y Gerald Uelmen. Barry Scheck y Peter Neufed fueron dos abogados adicionales especializados en la evidencia basada en ADN. Marcia Clark, fiscal de distrito adjunta, creía tener un caso fuerte contra Simpson, pero Cochran fue capaz de convencer a los miembros del jurado de que había una duda razonable respecto a la evidencia basada en ADN (un tipo de evidencia relativamente nueva en los juicios en ese entonces), incluyendo la alegación de que la sangre recogida como evidencia había sido manipulada de forma errónea por científicos y técnicos de laboratorio, y respecto a las circunstancias que rodeaban a otras exhibiciones judiciales. Cochran y el equipo de defensa también alegaron una mala praxis por parte del Departamento de Policía de Los Ángeles . La condición de celebridad de Simpson y el extenso juicio televisado hicieron del llamado "juicio del siglo" un hecho de interés nacional. Hacia el final del juicio criminal, encuestas nacionales mostraron diferencias dramáticas en la apreciación de la culpabilidad o inocencia de Simpson entre estadounidenses negros y blancos.
Tras el juicio criminal, las familias Brown y Goldman presentaron una demanda civil contra Simpson, y el jurado declaró a Simpson "responsable" de las dos muertes el 4 de febrero de 1997. Las familias recibieron un total de 33,5 millones de dólares en daños compensatorios y punitivos.
O. J. Simpson y Nicole Brown se casaron el 2 de febrero de 1985, cinco años después de que Simpson se retirara del fútbol americano profesional. La pareja tuvo dos hijos, Sydney Brooke Simpson (en 1985) y Justin Ryan Simpson (en 1988). El matrimonio duró siete años, durante ese tiempo Simpson fue investigado varias veces por la policía por violencia doméstica y en 1989 no se le refutaron los cargos por abuso conyugal. Nicole Brown pidió el divorcio el 25 de febrero de 1992, citando "diferencias irreconciliables".
Ambas víctimas llevaban muertas unas 2 horas antes de ser descubiertas por la policía. Robert Riske, uno de los primeros oficiales en la escena, encontró un único guante sangriento, entre otras evidencias.
Detectives se dirigieron a la propiedad de Simpson en Rockingham para informarle de que su ex esposa había sido asesinada. En el fondo de su casa, encontraron un Ford Bronco blanco con sangre en su interior y en su exterior. Posteriormente, el detective Mark Fuhrman saltó por encima de una pared externa y desbloqueó el portón para permitir a los otros tres detectives ingresar a la propiedad. Los detectives declararon haber entrado sin una orden de registro debido a circunstancias urgentes. Simpson no estaba presente cuando los detectives llegaron temprano en la mañana; había tomado un vuelo a Chicago a últimas horas de la noche anterior. Los detectives entrevistaron brevemente a Kato Kaelin, quien estaba en la casa de huéspedes de Simpson. En una recorrida por la propiedad, Fuhrman descubrió un segundo guante sangriento que luego se determinó que era la pareja del guante encontrado en la escena del crimen. A través de pruebas de ADN, posteriormente se pudo determinar que la sangre en el guante provenía de ambas víctimas. Esto, junto con otra evidencia recogidaa en ambas escenas, fue considerado como causa probable para emitir una orden de arresto contra Simpson.
Los abogados convencieron al Departamento de Policía de Los Ángeles de permitir que Simpson se entregase a las 11 de la mañana del 17 de junio de 1994, pese a que el cargo de doble asesinato significaba que no se fijaría fianza alguna y que una condena por asesinato en primer grado podría resultar en la pena de muerte. Más de 1.000 periodistas esperaron a Simpson en la estación de policía, pero nunca apareció. A las 2 de la tarde, el Departamento de Policía emitió un boletín de búsqueda. A las 5 de la tarde, Robert Kardashian, un amigo de Simpson y uno de sus abogados defensores, leyó frente a los medios de prensa una carta escrita por Simpson. En la carta, el ex jugador de fútbol americano envió saludos a 24 amigos y escribió, "Primero todos quiero que entiendan que no tuve nada que ver con el asesinato de Nicole... No sientan pena por mí. He tenido una gran vida". Para muchos,sonaba como una nota de suicidio, y los periodistas se unieron a la búsqueda de Simpson. Robert Shapiro, abogado de Simpson, también estaba presente en la conferencia de prensa de Kardashian y dijo que los psiquiatras de Simpson estaban de acuerdo con la interpretación de la carta como una nota de suicidio. A través de la televisión, Shapiro solicitó a Simpson que se entregase.
Alrededor de las 6:20 de la tarde un automovilista en el Condado de Orange notificó a la policía haber visto a Simpson en un Ford Bronco blanco conducido por Al Cowlings, viejo amigo de Simpson. Posteriormente la policía rastreó llamadas realizadas por Simpson desde su teléfono móvil. A las 6:45 de la tarde un oficial de policía vio el Ford Bronco dirigiéndose hacia el sur por la Interestatal 405. Cuando el oficial se acercó al Ford Bronco con las sirenas encendidas, Al Cowlings gritó que Simpson estaba en el asiento trasero del vehículo apuntándose con un arma en la cabeza. El oficial retrocedió, pero siguió al vehículo a 56 km/h, con hasta 20 coches de policía participando en la persecución.
Más de nueve helicópteros terminaron sumándose a la persecución; el alto grado de participación de la prensa provocó señales provenientes de canales de televisión incorrectos. La estación de radio KNX también transmitió en vivo la persecución a baja velocidad. Pete Arbogast, presentador deportivo de la Universidad del Sur de California, y Oran Sampson, productor de estación, contactaron a John McKay, ex entrenador del equipo de fútbol americano de la USC, para que saliera al aire e incentivara a Simpson a abandonar la persecución. McKay estuvo de acuerdo y pidió a Simpson que estacionara y se entregara en lugar de suicidarse. Tom Lange, detective que había entrevistado a Simpson previamente a los asesinatos, se percató de que tenía el número del teléfono de Simpson y lo llamó repetidamente. Un colega conectó una grabadora al teléfono de Lange y registró una conversación entre Lange y Simpson en la que Lange reiteradamente le pedía a Simpson que "arrojase el arma por la ventana" por el bien de su madre y sus hijos. Simpson se disculpó por no haberse entregado antes en el día y respondió que era "el único que merecía ser lastimado" e iba "simplemente a irse con Nicole". En la grabación puede escucharse a Al Cowlings pidiéndole a Simpson que se entregase y terminase la persecución pacíficamente. Durante la persecución y sin tener la posibilidad de escuchar la conversación grabada, Al Michaels, amigo de Simpson, interpretó sus acciones como una admisión de la culpa.
Las tres grandes cadenas de televisión estadounidense y CNN al igual que agencias de noticias locales interrumpieron su programación habitual, con 95 millones de espectadores a nivel nacional. Mientras que NBC continuó con la cobertura de la quinta final de la NBA entre los New York Knicks y los Houston Rockets en el Madison Square Garden, el juego fue transmitido en un pequeño cuadrado en la esquina de la pantalla mientras Tom Brokaw cubría la persecución como presentador. La misma fue transmitida en vivo por los presentadores de ABC News , Peter Jennings y Barbara Walters, los cuales esa semana tuvieron unas de sus mayores audiencias de la historia. Beneficiándose del evento que ocurría en la tarde, Domino's Pizza declaró que sus ventas de pizza por reparto durante la persecución fueron tan altas como en el domingo del Super Bowl.
Miles de curiosos llenaron los pasos a desnivel a lo largo del camino recorrido en espera del Ford Bronco blanco. En un ambiente festivo, muchos portaban carteles pidiendo a Simpson que huyese. Ellos y los millones mirando la persecución por televisión se sintieron parte de una "experiencia emocional común", escribió un autor, "preguntándose si O. J. Simpson se suicidaría, escaparía, sería arrestado o se involucraría en algun tipo de enfrentamiento violento. Pasase lo que pasase, la aventura compartida le dio a millones de espectadores un interés personal, un sentimiento de participación y la sensación de estar dentro de un drama nacional en desarrollo".
Según los reportes, Simpson puso como condición el poder hablar con su madre antes de entregarse. La persecución terminó a las 8 de la tarde en su casa de Brentwood, 80 kilómetros después, donde Jason, su hijo, salió corriendo de la casa.Después de permanecer en el Ford Bronco unos 45 minutos,se permitió a Simpson entrar en su casa por una hora; un portavoz de la policía declaró que habló con su madre y bebió un vaso de zumo de naranja, lo que provocó risas en los periodistas. Shapiro llegó y Simpson se entregó a las autoridades unos minutos después. En el Ford Bronco la policía encontró 8.000 dólares en efectivo,ropa, una pistola 357 Magnum cargada, un pasaporte, fotografías familiares y barba y un bigote falsos. Ni las imágenes de la persecución del Bronco ni los objetos encontrados dentro del automóvil se mostraron al jurado como evidencia durante el juicio.
Simpson, perdido y destrozado emocionalmente en su primera aparición en el juicio el 20 de junio de 1994, se declaró no culpable de los asesinatos. Se formó un gran jurado para ver si tenía que ser procesado por ambos homicidios. Este primer jurado fue despedido dos días más tarde a causa de la excesiva cobertura por parte de los medios, lo cual podría influir en la decisión del gran jurado. Después de una semana de audiencia, un juez de la corte superior de California estimó que había suficientes pruebas para culpar a Simpson de los asesinatos. En su segunda aparición en el juzgado, el 22 de julio de 1994, Simpson se declaró, en tono desafiante:"cien por cien absolutamente no culpable".
El proceso criminal duró 133 días y fue televisado y ampliamente publicitado. Durante esos ocho meses testificaron 150 testigos. Muchos de los allí presentes se convirtieron en personajes famosos, incluyendo al juez Lance Ito, que fue parodiado por muchos comediantes, incluyendo a Jay Leno en su programa Tonight Show.
El juicio comenzó el 24 de enero de 1995 con la acusación, liderada por Marcia Clark, argumentando que Simpson mató a su mujer en un ataque de celos. Abrió su caso con una llamada telefónica al 911 (número de emergencias en Estados Unidos) realizada por Nicole Brown en 1989, donde expresaba su miedo a que su marido la maltratase físicamente. La acusación también presentó a expertos que, a partir de huellas genéticas o de un análisis de las pisadas, situaban a Simpson en la escena del crimen.
O.J. Simpson contrató a un equipo de nueve abogados, carísimo 4 millones de dólares en total y muy bien preparado, en el que se incluían F. Lee Bailey, Barry Scheck, Robert Shapiro, Alan Dershowitz, Robert Kardashian, Johnnie Cochran y Galo Chacón Pazmiño, quienes argumentaron que Simpson estaba siendo víctima de una trampa policial y de procedimientos descuidados que manipularon las pruebas de ADN. La defensa de Simpson (llamado "Dream Team" por la prensa) argumentó que el detective de la policía de Los Ángeles, Mark Furhman, había colocado esas evidencias en la escena del crimen.
En marzo de 1995, Furhman negó que fuese racista o que alguna vez hubiese usado la palabra nigger (término despectivo para referirse a la raza negra) para describir aafroamericanos. Más tarde, la defensa encontró cintas de audio en las que se podía oír repetidamente a Furham diciendo dicha palabra. Estas cintas se convirtieron en una de las piedras fundamentales de la defensa para acusar al testimonio de Furham de falta de credibilidad. El detective fue llamado de nuevo en septiembre de 1995, pero se negó a declarar. Tiempo después escribió un libro sobre el caso, titulado Asesinato en Brentwood. Cabe destacar que 10 de los 12 miembros del jurado eran afroamericanos, por lo que un acto de racismo por parte de la acusación era muy importante.
El 15 de junio de 1995, un abogado de la acusación, Christopher Darden, pidió a Simpson que se pusiese un guante de cuero que fue hallado en la escena del crimen. El guante era demasiado pequeño para la mano de Simpson. Un abogado de O. J. Simpson, Johnnie Cochran, se sirvió de esta prueba para repetir una frase que ya había dicho antes: ("Si no se ajusta, se le debe absolver"). La acusación respondió argumentando que el guante empapado de sangre se contrajo al secarse. La acusación también afirmó que la sangre de Simpson encontrada en la escena del crimen era el resultado del goteo de sangre del dedo corazón de la mano izquierda de Simpson que vio la policía el 13 de junio (el día siguiente al asesinato), y que la policía aseguró que se debía al ataque contra Ronald Goldman. Sin embargo, ninguno de los guantes encontrados tenía corte alguno. Además, mientras que el guante encontrado en la escena del crimen estaba ensangrentado, no había rastro de sangre en el guante hallado en la casa de Simpson.
La acusación estaba segura de haber presentado un argumento sólido y estaba convencida de la victoria judicial. En las encuestas, la mayoría de los afroamericanos del país no estaba convencida o pensaba que Simpson no había cometido el crimen y que procesarle sería dar luz verde a la conducta abusiva de la policía contra los afroamericanos. En el otro lado, la mayoría de los blancos pensaba que los argumentos contra Simpson eran sólidos. Las tensiones raciales crecieron durante el proceso y la policía temía que se repitiesen los disturbios de Los Ángeles en 1992 si finalmente Simpson era condenado. A las diez de la mañana del 3 de octubre de 1995, tras solo tres horas de deliberación y frente a una audiencia televisiva de 150 millones de espectadores, el jurado dio el veredicto de "no culpable".
El veredicto de no-culpabilidad fue un choque tanto para la acusación como para gran parte de la sociedad. Muchos blancos se tomaron la sentencia como una afrenta personal, según se pudo desprender de la reacción de aquellos que vieron la declaración en directo. Este enfado aumentó con la celebración por parte de la comunidad negra. Las diferencias sobre el caso aún se mantienen en la actualidad, varias décadas después de la sentencia. De hecho, aquellas diferencias sirvieron para hacer ver que la tensión racial seguía existiendo en el país. Algunos, opuestos a la sentencia, dijeron que el veredicto demostraba los efectos que el dinero podía tener en el sistema judicial. Otros acusaron directamente al jurado, que, según ellos, no había tenido en cuenta las abrumadoras pruebas contra Simpson (especialmente la prueba de ADN). Estos mantuvieron que no hacer caso a la prueba de ADN era atribuible a la ignorancia sobre el tema y tildaron al jurado y a la acusación de incompetencia. En entrevistas posteriores, algunos miembros del jurado dijeron que creían que Simpson cometió realmente el crimen, pero que la acusación había cometido una chapuza.
Eso mismo declaró el famoso abogado Vincent Bugliosi que dirigió el caso de Charles Manson, como se pudo ver en su libro ("Ultraje: las 5 razones por las que O. J. Simpson se libró de su delito de asesinato"). Bugliosi fue muy crítico con los abogados de la acusación y denunció muchos fallos cometidos durante el proceso. Los acusó, por ejemplo, de no usar la nota que Simpson escribió antes de huir. Según él, aquella carta "apestaba" a culpabilidad. Denunció también que al jurado nunca se le informó de lo hallado en el Ford Bronco de Simpson. Acusó a los abogados de no haber incidido en los abusos a los que O.J. Simpson sometía a su mujer Nicole Brown.
Tras el juicio, Simpson dijo que haría lo posible por encontrar al verdadero asesino, del que sospechaba que era un asesino a sueldo. Cuando los medios le grabaron jugando al golf, los humoristas hicieron bromas ironizando con el "esfuerzo" que estaba haciendo para hallar al asesino.
Simpson ha mantenido que fue un asesino a sueldo quien mató a Ronald y Nicole. Los que apoyan esta opinión dan los siguientes detalles:
- El asesino de Ronald y Nicole estaba entre un grupo de asesinos asociados con ambos y con Simpson. Casimir Sucharski, amigo de Simpson, fue asesinado dos semanas después de Ronald y Nicole. El 19 de marzo de 1995, otro amigo suyo y promotor de una compañía de discos, Charles Minor, fue asesinado. El 30 de julio de 1993, once meses antes del doble homicidio, Brett Cantor, amigo de Ronald, fue asesinado con un cuchillo de igual manera que Ronald Goldman y Nicole Brown: por detrás, en la garganta y con múltiples puñaladas en brazos y pecho. Michael Nigg, camarero de Mezzaluna (restaurante de Los Ángeles donde también trabajó Ronald) fue asesinado a tiros en la cabeza. Otro camarero del mismo restaurante fue gravemente herido por un coche bomba.
- Muchos de los trabajadores en Mezzaluna estaban relacionados con la mafia o el tráfico de drogas.
- Se encontraron fotos de Nicole Brown con famosos criminales de la droga en la cama. O.J. Simpson dijo estar trastornado cuando vio a sus hijos asociados con el ambiente de narcotráfico en el que Nicole estaba aparentemente envuelta.
- Barry Hoestler, investigador privado contratado por el abogado de la defensa Shapiro, dijo que Nicole había hablado sobre la idea de abrir un restaurante con Goldman, y financiarlo con los beneficios de la cocaína. Hoestler aseguró que Nicole y sus amigos estaban en contacto con distribuidores de droga.
- La mejor amiga de Nicole era Faye Resnick, una adicta a la cocaína. Después de que alguien entrase en la casa de Resnick en busca de fotos y documentos, esta abandonó la ciudad. La defensa argumentó que la muerte de Nicole y Ronald era una amenaza a Resnick para que pagase su deuda. La acusación dijo que no había prueba alguna sobre esto.
- Había un rastro de ADN en el volante del coche que no pertenecía ni a Simpson ni a Nicole ni a Goldman.
El último episodio sobre el asesinato de Nicole Brown y su amante Ronald Goldman no se cerró con la absolución en 1995 de O.J. Simpson. La última revelación sobre el apuñalamiento de Nicole y su amante tuvo lugar con la sorprendente aparición de un cuchillo, probablemente el arma utilizada para consumar el doble asesinato en la casa que Simpson tenía en Brentwood.
Según la explicación de la policía, en el año 2002 un antiguo agente llamado George Maycott recibió el cuchillo de manos de un albañil que se encontraba trabajando en la propiedad. Una pregunta preocupa a los investigadores del caso: ¿por qué hasta entonces no había aparecido aquel cuchillo manchado de sangre? Al parecer, Maycott, que se retiró del cuerpo de policía en 1998, trabajaba como guarda de seguridad para una cadena de televisión y cuando recibió el cuchillo llamó a su supervisor para informarle. «Le dijeron que el caso de O.J. Simpson estaba cerrado y que las autoridades no podían hacer nada. Así que él decidió guardar el arma en su caja de herramientas y se olvidó»,aseguró a través de un comunicado el abogado de Maycott.
Por su parte O.J. Simpson observa los hechos desde su celda en Nevada, donde está encarcelado desde 2008 por motivos que no tienen nada que ver con los crímenes de Nicole Brown y de Ronald Goldman. Fue detenido por secuestro y robo en un hotel de Las Vegas, y sentenciado a 33 años de cárcel con posibilidad de libertad condicionada tras nueve años de prisión.
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