Dicha pnL, presentada por el Psoe y Podemos, fue complementada y enriquecida con varias enmiendas que finalmente se convirtió en una transaccional que obtuvo el respaldo mayoritario de los grupos de la cámara baja.
La referencia a la necesidad de profesionalizar la figura de los criminólogos y mediadores fue introducida por Irene Montero,diputada de Podemos y por Juan Carlos Campo, portavoz del PSOE en la Comisión de Justicia -magistrado en servicios especiales, ex secretario de Estado de Justicia y ex vocal del Consejo General del Poder Judicial- “para dar garantías de profesionalidad y calidad a la actividad”, explicó.
Y propusieron la elaboración de un estatuto mínimo de la formación, así como especificar los derechos y deberes de éstos.
Montero y Campo sostuvieron que, además de realizarse campañas de sensibilización sobre el uso de la criminología en procesos de reclamación de manera previa al litigio, “se incorporen profesionales de la mediación en los centros educativos, que vaya desde la educación infantil hasta la universitaria, para que vayan incorporándola en su sistema de vida, transformando así realmente la sociedad”.
En su intervención, Irene Montero ha lamentado la sensación de “eterno retorno nietzscheniano” ante el debate sobre una iniciativa cuyo contenido se contempla por completo en la disposición segunda de la ley 5/2012, de mediación en asuntos civiles y mercantiles- en vigor- y en una recomendación europea que data del año 98.
“¿Cuántos años más tenemos que esperar para construir los cimientos de la criminología y la mediación?” preguntó en el hemiciclo el martes dia 28 de marzo, cuando tuvo lugar la votación, proponiendo “avanzar en algo más que meras declaraciones de intenciones”.
“El crecimiento de la criminología pasa por la regularización y como profesión y no como una actividad más de profesionales con 100 horas de formación en mediación y en realizar numerosos Congresos de Criminología que no hace más que conllevar gastos a sus estudiantes y ejercientes. Elevar su estatus a rango universitario, darle un lugar específico en nuestra sociedad. Visibilidad. ¿Dónde creemos o queremos situar a la criminología? ¿Queremos potenciar, dar a conocer? Pues creemos un cuerpo de profesionales que estén en nuestros juzgados, en nuestros colegios, en nuestros hospitales… ¿Y qué mejor campaña de difusión que la ciudadanía los encuentre en las instituciones?”, propusieron.
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