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domingo, 29 de octubre de 2017

Ismael Rodríguez , el Cazador Homicida de Aspa

El crimen protagonizado por éste  cazador contra dos agentes rurales en Aspa (Lleida) en enero del 2017 sucedió que Ismael Rodríguez, el homicida confeso, vació el cargador de su escopeta sobre las víctimas, recargó, y efectuó un cuarto disparo. Hasta ahora no ha explicado por qué mató a dos hombres desarmados y su defensa, en manos de la abogado Montserrat Torres, se ha referido a un «lapsus» durante el que actuó movido «por un acto reflejo». Este detalle, sin embargo, apunta a un comportamiento menos irreflexivo y automático, dado que el cuarto tiro requirió de una pausa para recargar y disparar nuevamente.
El escrito del juez repasa los hechos tal y como los confesó el homicida, desde que llegó al coto de caza sobre las 10.15 horas hasta que se encontró cara a cara con los agentes asesinados Xavier Ribes y David Iglesias, sobre las 10.50, en un instante en el que se encontraba solo en un campo de olivos. «Buenos días, somos del Seprona (unidad de la Guardia Civil), descargue el arma»,en ese momento, el cazador no siembra dudas más allá de la confusión sobre el cuerpo al cual pertenecían las víctimas. A partir de ahí, sin embargo, efectuó los disparos a unos 10 o 15 metros. Una inspección de la heridas, concluída por el informe pericial, determina que la distancia fue mucho menor,casi a quemarropa.

  Los cuerpos de las víctimas presentaban cuatro impactos. Uno de los agentes recibió disparos en la cara y en el cuello, ambos de trayectoria horizontal. El otro fue alcanzado en el tórax y en la zona parietal. Ismael Rodríguez, no obstante, asegura que disparó solo tres veces. El arma que portaba, una escopeta Raffaelo Power Bore, solo tiene capacidad para tres cartuchos. La discrepancia entre el número de impactos y el de disparos que asegura haber efectuado, el juez concluye: «Ha manifestado que el arma no es susceptible de manipulación para admitir más cartuchos, de modo que de ser eso cierto no puede sino concluirse que, tras efectuar los tres disparos, recargó el arma y realizó un disparo más». El acusado tiene como mínimo 10 años de experiencia como cazador, con lo cual sabía que los agentes rurales, en situaciones como esta, no van armados. A la vista de estos hechos e indicios, el juez considera que se trata de un caso de asesinato y no solo de homicidio. Ismael Rodríguez Clemente, mató a los agentes rurales en Aspa (Lleida), tenía caducado el permiso E, necesario para usar la escopeta Benelli del calibre 12 con la que cometió el crimen. La Guardia Civil obliga a depositar las armas bajo custodia de la unidad de intervención mientras se renuevan los permisos. Pero Rodríguez sorteó esta exigencia simulando que la escopeta cambiaba de propietario.

 Cambiar de nombre puede hacerse en una armería. El único requisito es que el nuevo dueño debe estar en posesión del permiso correspondiente. Rodríguez vinculó la escopeta, que acababa de adquirir, a un conocido de su confianza. Este cómplice tenía la obligación de quedarse con el arma hasta que Rodríguez renovara su permiso y cambiaran nuevamente de nombre el arma. Pero dejó que este segundo se la llevara. El día que se topó con los dos agentes rurales, estaba utilizando sin permiso esta escopeta. Y disparó a los dos hombres.

 Tras asesinar a los dos agentes rurales, Rodríguez se echó a correr "pero los tres cazadores que lo acompañaban en esa jornada lograron que entrara en razón y que llamara al 112 para contar lo ocurrido".  La muerte de Xavier y de David, de 43 y 39 años, asestó un duro golpe a los Agentes Rurales. "Estamos sobrepasados", explicó Gerard Armengol. Al lunes siguiente por la tarde se celebró en Lleida una emotiva ceremonia para despedirlos a ambos. Las muestras de dolor y respeto fueron continuas en Catalunya y en el resto de España.

 El cazador no medió discusión con los agentes rurales, la abogada de Ismael Rodríguez, aseguró que su cliente disparó a los dos agentes rurales sin ningún motivo. La letrada negó que el crimen se desencadenara tras una discusión motivada por la ausencia de permiso por parte del homicida confeso. "Él no se explica por qué lo hizo. Afirma que disparó por un acto reflejo, mecánico, pero dice que no discutió con los agentes en ningún momento, no sabe qué le paso".  Rodríguez, tras los disparos, entró en shock y solo quería correr. A instancias de sus compañeros cazadores llamó al 112 para alertar de lo que acababa de hacer.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me ha encantado el informe.

Anónimo dijo...

El informe no es completo y esta mal redactado puesto que los dos fallecidos no son miembros del SEPRONA,que es un servicio de la protección de la naturaleza y de la guardia civil....Los fallecidos son agentes rurales,guardas forestales o agentes medioambientales y no tienen carácter de agentes judiciales,no van armados y son agentes de carácter administrativo.....No pienso que se identificarán como SEPRONA....Por lo demás el artículo o informe esta bien redactado.