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jueves, 2 de noviembre de 2017

María del Carmen Rivas López. "Maruchi" , Violada y Asesinada por un Pedófilo














El miércoles día 16 de septiembre de 1992, a las dos de la tarde, María del Carmen 'Maruchi' Rivas López, una niña de sólo nueve años, salió del colegio Manuel Mato Vizoso, de Villalba (Lugo), donde estaba estudiando cuarto curso de EGB. Era su primer día de clase. Desde el interior del autobús escolar, de vuelta a casa, los niños vieron aparecer un Ford Fiesta blanco, que los adelantaba a gran velocidad, en dirección a Goiriz.
Al llegar a su parada, Maruchi se bajó y su primo Paquito, de 11 años, la acompañó hasta un camino de tierra situado a cien metros de su casa. Poco después, el propio Paquito y otras dos mujeres pudieron ver cómo del camino salía el Ford Fiesta que había adelantado al autocar, esta vez en dirección Villalba. Debía de ir con prisa, porque se saltó un stop. Uno de los testigos fue Pilar López, prima de Mari Carmen, que describió al conductor como un hombre moreno y con el pelo rizado, cuyo rostro le pareció conocido. La madre de Maruchi había oído el ruido de un maletero al cerrarse, pero al salir a la calle ya no vio nada.
Pasadas las cuatro de la tarde Ernesto Rivas Díaz e Isabel López Rey, los padres de Maruchi, que ya estaban alarmados, presentaron denuncia por la desaparición de su hija en el cuartel de la Guardia Civil, que comenzó las tareas de búsqueda.
El cadáver de Maruchi apareció tres días después, el sábado 19 de septiembre de 1992. Unos voluntarios de la Cruz Roja de Villalba la encontraron a unos 200 metros de su domicilio, una casa de labradores de la parroquia de Goiriz. Los restos mortales estaban irreconocibles por el avanzado estado de putrefacción y los agentes de la Policía Judicial tuvieron que recurrir al cotejo necrodactilar para certificar su identidad. La niña apareció decapitada y quemada con ácido de cintura hacia arriba, en medio de un monte situado junto al cementerio municipal. Estaba tapada con ramas y maleza y al lado había unos guantes de plástico, quizás abandonados por el asesino. Durante tres días, helicópteros de la Xunta, unos 40 Guardias Civiles con perros adiestrados, la Policía Local, la Cruz Roja de Villalba y los vecinos de la zona habían estado buscándola sin éxito. Un miembro de la Policía Local declaró, "No nos quedaron ni cinco centímetros por rastrear". 















 Según los forenses, había sido violada y estrangulada, y después había sido golpeada con un sable o un cuchillo de grandes dimensiones, habiendo fallecido unas 48 horas antes. No había sido decapitada, dado que la cabeza estaba separada del tronco debido a la putrefacción y a que el asesino había rociado a la víctima de cintura para arriba con un líquido abrasivo -probablemente aguafuerte- para evitar que la reconocieran. Según el juez, Miguel Ángel Pérez Moreno, "Si tardamos unos días más en encontrarlo posiblemente el tronco y la cabeza, que estaban rociados con el líquido, hubiesen desaparecido". La versión del juez difería de la que había circulado en un principio: el secuestrador había matado a Maruchi golpeándola diez veces en la cabeza con un arma blanca muy pesada; cinco mientras estaba de pie y otras cinco después de caer al suelo.
 El día 21 de ese mes hubo una manifestación de unas 5000 personas, a pesar de que había una fuerte tormenta. El alcalde, Agustín Bahamonde, declaró que era "... la respuesta lógica del pueblo ante una situación tan terrorífica y tan trágica". El día siguiente fue declarado de luto oficial, para que los vecinos de Goiriz pudieran asistir al entierro, que fue oficiado por el obispo de Mondoñedo-Ferrol, monseñor José Gea Escolano. El obispo leyó una carta del arzobispo,Antonio Rouco. "... Que no haya nunca más niños amenazados, maltratados, vilipendiados, agredidos o asesinados en ninguna parte del mundo".
En un principio se comentó que José Fraiz Parga, condenado a 25 años de prisión por el asesinato de la niña de Lugo Marie Claire Paredes Rivas, de siete años, el 8 de julio de 1980, no había vuelto a la cárcel de Porixe, dónde al parecer tendría que haber regresado el 16 de septiembre, por lo que podría estar implicado en el crimen. Pero el director de la prisión lo desmintió: Fraiz no había disfrutado nunca de un permiso. Derrumbada la teoría del "culpable más probable", esta vez no hubo ningún Comandante de ningún puesto de la Guardia Civil que se desplazara hasta la cárcel para verificar la información, tal y como sucedería con Miguel Ricart en el caso Alcàsser.
De modo que el sospechoso número uno pasó a ser un hombre de 29 años, José María Real López, con antecedentes por robo a los 19 años y condenado a 12 años de cárcel en 1986 por la violación en un callejón de Lugo de una niña de 11 años. Tras haber cumplido tres cuartas partes de su condena en la prisión de Bonxe, estaba en libertad condicional desde julio de 1992. 

















Real se había ido a vivir con sus padres al barrio Fingoi, de Lugo. Los vecinos solían verlo los sábados, cuando lavaba el camión frigorífico de su padre, o cuando había ayudado a pintar la fachada de la casa. Su vecino de al lado, Ramón, lo vio por última vez cuando ayudó a su esposa con una carga de leña. "...Para mí siempre fue una buena persona..." "... Sé que tuvo lo que tuvo y que otra vez que entró en un chalét de aquí al lado, apareció el propietario y le dio una paliza al chaval. Pero para mí siempre fue una buena persona".
El caso es que Real, el mismo día del asesinato de Maruchi, había desaparecido de su domicilio. Le había dicho a su madre que tenía que irse porque lo perseguían unos delincuentes. Pero fue detenido el día 1 de octubre después de que se declarara una psicosis colectiva en la zona entre rumores de nuevos intentos de secuestro y una persecución rocambolesca por parte de varios vecinos de Padrón (Coruña), que lo retuvieron hasta que se presentó la Guardia Civil. Llevaba unos cuantos días vagabundeando. En Picareña durmió en el interior de un vehículo abandonado y después se bajó los pantalones delante de una mujer que le había reprendido, para aterrorizar después a los niños de una escuela cercana, que la maestra cerró con llave.  Real llevaba un enorme cuchillo,curiosa forma de intentar pasar inadvertido, después de haber cometido un terrible asesinato. Sin darse cuenta de lo grotesco de la redacción del artículo, un diario afirmaba: "... Entre las numerosas personas que se congregaron alrededor del poste, sin saber todavía quién era el detenido, una mujer esgrimía una vara, amenazándolo: '¡Como seas el de Villalba, merecías unos golpes!".
De modo que Real, sin que todavía hubieran transcurrido tres meses desde su puesta en libertad condicional, volvió a ingresar en la prisión de Bonxe. A pesar de que Pilar, la prima de Maruchi, no pudo identificar la foto de Real como la del hombre que conducía el Ford Fiesta blanco que se había llevado a la niña. Se descubrió que Real había intentado alquilar urgentemente un vehículo en dos agencias, visiblemente drogado. Como no lo consiguió, por tener antecedentes, le pidió ayuda a un amigo cubano llamado Orlando, alias El Negro, que tramitó el alquiler del Fiesta blanco con el que Real secuestraría a Maruchi. 























El 15 de marzo de 1994,  Real había sido condenado a 56 años de cárcel: 8 por rapto, 19 por violación y 29 por asesinato; destierro de Lugo y Villalba durante los 6 años siguientes a su salida de prisión, y al pago de una indemnización de 30 millones de pesetas a los padres de la víctima.
Dos psiquiatras declararon que Real sufre síndrome de Klinefelter, una anomalía sexual genética. Los seres humanos tienen 23 pares de cromosomas. Los primeros 22 pares son los llamados autosomas y el par restante lo forman los gonosomas,cromosomas sexuales. El par XX confiere sexo femenino y el par XY, masculino. Real presenta una trisomía gonosómica: tenía tres cromosomas sexuales con la disposición XXY. Esto le hace proclive a la paidofilia, según el informe psiquiátrico. Este factor fue considerado como atenuante por el Tribunal. El Manual del Residente en Psiquiatría, de SmithKline Beecham, describe el síndrome de Klinefelter del siguiente modo: Al nacimiento se les suele asignar sexo masculino, pero al llegar a la pubertad algunos desarrollan ginecomastia y contornos femeninos, y el impulso sexual con frecuencia es débil. Pese a que la educación suele generar una identificación masculina, con frecuencia se presentan alteraciones de la identidad sexual que van desde el transexualismo hasta el travestismo intermitente. Suelen precisar atención y otros hallazgos que van desde inestabilidad emocional. Como puede verse, no se menciona que tenga tendencias paidofilicas. En cambio, siguiendo la pista del transexualismo, he encontrado que una de las modelos estrella transexuales, Kimber James, tiene síndrome de Klinefelter. Así que, hasta el momento, no he podido encontrar un texto legal en el que se asocie el síndrome de Klinefelter con la paidofilia. Afortunadamente. Dado que en España existen unos 22 millones de personas de sexo masculino, y que el ratio del síndrome de Klinefelter es, aproximadamente, uno de cada 500 nacidos varones... ¿los psiquiatras que intervinieron en el caso pretendían decirnos que existen alrededor de 44.000 personas en España con una predisposición genética hacia la paidofilia?.
Kimber James. Véase la longitud de sus extremidades  y su frágil constitución, características del síndrome XXY.

  Por su parte, el DSM , (Diagnostic and statistical manual of mental disorders) -un manual de diagnóstico de los trastornos mentales- define la paidofilia del siguiente modo:  La característica esencial de la pedofilia supone actividades sexuales con niños prepúberes generalmente de 13 o menos años de edad. El individuo con este trastorno debe tener 16 años o más y ha de ser por lo menos 5 años mayor que el niño. En los adolescentes mayores que presentan este trastorno no se especifica una diferencia de edad precisa, y en este caso debe utilizarse el juicio clínico; para ello, debe tenerse en cuenta tanto la madurez sexual del niño como la diferencia de edades. La gente que presenta pedofilia declara sentirse atraída por los niños dentro de un margen de edad particular. Algunos individuos prefieren niños; otros, niñas, y otros, los dos sexos. Las personas que se sienten atraídas por las niñas generalmente las prefieren entre los 8 y los 10 años, mientras que quienes se sienten atraídos por los niños los prefieren algo mayores. La pedofilia que afecta a las niñas como víctimas es mucho más frecuente que la que afecta a los niños. Algunos individuos con pedofilia sólo se sienten atraídos por niños (tipo exclusivo), mientras que otros se sienten atraídos a veces por adultos (tipo no exclusivo).

La gente que presenta este trastorno y que «utiliza» a niños según sus impulsos puede limitar su actividad simplemente a desnudarlos,  observarlos,  exponerse frente a ellos,  masturbarse en su presencia o acariciarlos y tocarlos suavemente. Otros, efectúan felaciones o cunnilingus,  penetran la vagina, la boca, el ano del niño con sus dedos, objetos extraños y el pene, utilizando diversos grados de fuerza para conseguirlo. Estas actividades se explican con excusas de que pueden tener «valor educativo» para el niño, que el niño obtiene «placer sexual» o que el niño es «sexualmente provocador», temas que por lo demás son frecuentes en la pornografía pedofílica. Los individuos pueden limitar sus actividades a sus propios hijos, a los ahijados o a los familiares, pueden hacer víctimas a niños de otras familias. Algunas personas con este trastorno amenazan a los niños para impedir que hablen. Otros, particularmente quienes lo hacen con frecuencia, desarrollan técnicas complicadas para tener acceso a los niños, como ganarse la confianza de la madre, casarse con una mujer que tenga un niño atractivo, comerciar con otros que tengan el mismo trastorno o incluso, en casos raros, adoptar a niños de países en vías de desarrollo o raptarlos. Excepto los casos de asociación con el sadismo sexual, el individuo puede ser muy atento con las necesidades del niño con el fin de ganarse su afecto, interés o lealtad e impedir que lo cuente a los demás. 

















 El trastorno empieza por lo general en la adolescencia, algunos individuos manifiestan que no llegan a sentirse atraídos por los niños hasta la edad intermedia de la vida. La frecuencia del comportamiento pedofílico fluctúa a menudo con el estrés psicosocial. El curso es habitualmente crónico, en especial en quienes se sienten atraídos por los individuos del propio sexo. El índice de los individuos con pedofilia que tienen preferencia por el propio sexo es aproximadamente el doble de los que prefieren al otro sexo. La sentencia consideró probado que Real, tras vagar borracho durante tres días por distintas carreteras, se había sentido atraído por Maruchi al verla bajar del autobús escolar. La siguió por el camino hasta su casa en Goiriz y, al llegar a un tramo en hondonada, la arrastró hasta el coche de alquiler que conducía y la metió en el maletero, circulando unos tres kilómetros hasta parar en un robledal, el bosque das Chousas. Allí la golpeó brutalmente hasta dejarla semiinconsciente y después la violó , y después matarla con un hacha de carnicero. Cubrió el cadáver con ramas y huyó. La sentencia utilizaba el término violación aunque Real declaró que estaba bajo los efectos del alcohol y de dos pastillas de Tranxilium, no recordaba si había llegado a eyacular porque "no se exige a efectos de consumación que la penetración sea completa". 
 El Tranxilium cita los siguientes efectos secundarios e interacciones: Somnolencia diurna, apatía (falta de emoción, motivación o entusiasmo), disminución del estado de alerta, confusión, fatiga, dolor de cabeza, mareo, debilidad muscular, alteraciones de la marcha o visión doble. Estos fenómenos aparecen predominantemente al principio del tratamiento y normalmente desaparecen tras la administración repetida. Ocasionalmente se han comunicado otros efectos secundarios como alteraciones gastrointestinales, cambios en el apetito sexual o reacciones cutáneas. También pueden aparecer alteraciones de la memoria que podrían dar lugar a conductas inapropiadas. Interacciones con otros medicamentos de TRANXILIUM: La siguiente combinación no está recomendada: Alcohol: El efecto sedante puede potenciarse cuando se administra el producto en combinación con alcohol, lo que puede afectar a la capacidad de conducir o utilizar maquinaria. Debe de evitarse el consumo de bebidas alcohólicas durante el tratamiento con este producto.











 El 20 de diciembre de 2013, habiendo sido anulada la doctrina Parot por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, José María Real López fue puesto en libertad. Y decidió establecerse en Almagro. No sabía lo que le esperaba. 
 El 31 de enero de 2014 se produjo una impresionante manifestación en la plaza de Almagro. La ciudadanía estaba alarmada, como es lógico, por la llegada de un individuo con los antecedentes de Real, a quien no le quedó más remedio que recoger sus pertenencias y abandonar la ciudad. Lo que no queda claro es su paradero actual y el por qué no se ha repetido constantemente lo que le sucedió en Almagro: que llegue a una localidad, se empadrone, se filtre el hecho a la ciudadanía y se inicie una protesta generalizada. A Real le sucedió algo muy parecido a lo que le pasó a Miguel Ricart, la única cara visible -hasta que tuvo que desaparecer- de los supuestos culpables de los crímenes de Alcàsser. ¿Dónde están ahora ambos?

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