La dirección de la Escola Vedruna de Gràcia de Barcelona decidió en
el año 2015 mantener en su puesto al profesor encarcelado por
agresiones sexuales a menores, pese a que entonces ya estuvo imputado y
quedó en libertad.
Los Mossos d'Esquadra detuvieron en diciembre del 2017,es decir,2 años después, al profesor de cultura religiosa y coordinador de informática de la Escola Vedruna y que también era monitor de un centro escultista, acusado de mas delitos de agresiones sexuales a menores, por el que ya si, ha sido ingresado en prisión.
El profesor de 32 años, ya fue imputado por tocamientos a menores en el 2015 ocurridos fuera del ámbito de la escuela, pero entonces no se encontraron pruebas contra él.
Sin embargo, en diciembre del 2017 fue detenido de nuevo, después de que un alumno del que tenía una foto en su ordenador denunciara que fue víctima no sólo de tocamientos, sino de agresión sexual.
Tras su primera detención en el 2015, cuando quedó en libertad por orden del juez, siguió ejerciendo como profesor en la escola Vedruna, instalada en el barrio de Gràcia de Barcelona desde 1862, con lo que toma relieve el hecho constatado de la reincidencia de las personas delictivas y criminales.
Según la escola Vedruna, en el 2015 el colegio tuvo "conocimiento indirecto de la investigación en curso de los hechos ocurridos en el ámbito escolar que implicaban al profesor del centro".
El colegio decidió no apartarle de sus funciones, al no haber denuncias de las familias.
La dirección de la escuela informó a los profesores de confianza en diferentes ámbitos, que también preguntaban a sus alumnos sobre la valoración que hacían de él.
Con el encarcelamiento, la dirección de la escuela decidió en diciembre suspender ,ya si, su relación laboral con el docente e informó al Consorcio de Educación de Barcelona y a la inspección del departamento de Educación, "como marcan los protocolos vigentes, y también a profesores, alumnos y familias de la escuela".
El colegio informó a las familias con una carta enviada por correo electrónico el 18 de diciembre del 2017 en la que lamentaron "profundamente la situación y la gravedad de los hechos ocurridos". Las familias de las víctimas y en general han levantado la mano en contra de la Institución.
"Desde el respeto al derecho, la escuela hizo el seguimiento de todo el proceso para aclarar los hechos, en colaboración con las autoridades correspondientes", añadía la carta.
La escola Vedruna aseguró que en el 2015 activó el protocolo interno "para detectar cualquier tipo de comportamientos inadecuados".
También aseguró que no tuvo ningún indicio de comportamientos inadecuados del profesor, que llevaba 8 años en la escuela, "en etapas anteriores".
"Tampoco tuvo ningún tipo de denuncia de los padres ni de los alumnos sobre comportamientos inadecuados, ni ninguna información o requerimiento judicial o policial".
Los Mossos les aconsejaron discreción "para no entorpecer la investigación" con la condición de que les advertirían "de cualquier circunstancia relevante", hasta que fue detenido el 12 de diciembre del 2017.
"La escuela siguió en las indicaciones y las recomendaciones de los Mossos", que suspendió la relación laboral con el profesor.
La escuela, lleva 150 años formando a los menores del barrio de Gràcia, defendió que su trabajo "es beneficiar a las generaciones" y que entre sus motivaciones estan "la defensa de los derechos de los niños, especialmente los más vulnerables".
"Por ello, el proyecto educativo también quiso dar a los niños aquellas herramientas que les permitan defenderse de los abusos y de cualquier injusticia".
Los Mossos d'Esquadra detuvieron en diciembre del 2017,es decir,2 años después, al profesor de cultura religiosa y coordinador de informática de la Escola Vedruna y que también era monitor de un centro escultista, acusado de mas delitos de agresiones sexuales a menores, por el que ya si, ha sido ingresado en prisión.
El profesor de 32 años, ya fue imputado por tocamientos a menores en el 2015 ocurridos fuera del ámbito de la escuela, pero entonces no se encontraron pruebas contra él.
Sin embargo, en diciembre del 2017 fue detenido de nuevo, después de que un alumno del que tenía una foto en su ordenador denunciara que fue víctima no sólo de tocamientos, sino de agresión sexual.
Tras su primera detención en el 2015, cuando quedó en libertad por orden del juez, siguió ejerciendo como profesor en la escola Vedruna, instalada en el barrio de Gràcia de Barcelona desde 1862, con lo que toma relieve el hecho constatado de la reincidencia de las personas delictivas y criminales.
Según la escola Vedruna, en el 2015 el colegio tuvo "conocimiento indirecto de la investigación en curso de los hechos ocurridos en el ámbito escolar que implicaban al profesor del centro".
El colegio decidió no apartarle de sus funciones, al no haber denuncias de las familias.
La dirección de la escuela informó a los profesores de confianza en diferentes ámbitos, que también preguntaban a sus alumnos sobre la valoración que hacían de él.
Con el encarcelamiento, la dirección de la escuela decidió en diciembre suspender ,ya si, su relación laboral con el docente e informó al Consorcio de Educación de Barcelona y a la inspección del departamento de Educación, "como marcan los protocolos vigentes, y también a profesores, alumnos y familias de la escuela".
El colegio informó a las familias con una carta enviada por correo electrónico el 18 de diciembre del 2017 en la que lamentaron "profundamente la situación y la gravedad de los hechos ocurridos". Las familias de las víctimas y en general han levantado la mano en contra de la Institución.
"Desde el respeto al derecho, la escuela hizo el seguimiento de todo el proceso para aclarar los hechos, en colaboración con las autoridades correspondientes", añadía la carta.
La escola Vedruna aseguró que en el 2015 activó el protocolo interno "para detectar cualquier tipo de comportamientos inadecuados".
También aseguró que no tuvo ningún indicio de comportamientos inadecuados del profesor, que llevaba 8 años en la escuela, "en etapas anteriores".
"Tampoco tuvo ningún tipo de denuncia de los padres ni de los alumnos sobre comportamientos inadecuados, ni ninguna información o requerimiento judicial o policial".
Los Mossos les aconsejaron discreción "para no entorpecer la investigación" con la condición de que les advertirían "de cualquier circunstancia relevante", hasta que fue detenido el 12 de diciembre del 2017.
"La escuela siguió en las indicaciones y las recomendaciones de los Mossos", que suspendió la relación laboral con el profesor.
La escuela, lleva 150 años formando a los menores del barrio de Gràcia, defendió que su trabajo "es beneficiar a las generaciones" y que entre sus motivaciones estan "la defensa de los derechos de los niños, especialmente los más vulnerables".
"Por ello, el proyecto educativo también quiso dar a los niños aquellas herramientas que les permitan defenderse de los abusos y de cualquier injusticia".
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