Ulrich Schulz, de nacionalidad alemana , condenado a cadena perpetua por más de mil casos de abusos sexuales con menores. Sobre él pesó una orden de busca y captura de la BKA alemana desde el
año 2002 hasta el día 27 de junio del 2008.
La Policía Judicial lusa localizó y detuvo al fugado Ulrich Schulz en Lisboa. El pederasta alemán estuvo residiendo en el pueblo portugués de Vila Nova de Cerveira y frecuentaba la ciudad española de Vigo. Las últimas pistas del fugado llevaron a la Policía española hasta Ibiza y las islas Canarias.
El inspector jefe Martínez, responsable del Grupo de Localización y Fugitivos de la Policía española, dijo que ha sido un elemento muy importante para que, después de seis años de búsqueda, finalmente se detuviera a Ulrich Schulz".
En la orden de detención europea contra Schulz, que también era conocido con los nombres de Oliver Shanti y Oliver Serrano, se indicó que "era líder de una secta jerárquicamente estructurada" y que "abusó sexualmente de niños entre siete y 13 años al menos en 115 ocasiones entre los años 1990 y 1998". La Policía alemana recordaba en su orden de busca y captura internacional que los hechos se produjeron tanto "en Alemania como en Portugal".
Ulrich Schulz editó 10 discos con música de relajación y ritmos orientales bajo el nombre artístico de Oliver Shanti. También tuvo una productora musical en Sudáfrica.
'Ulrich Schulz, el Hamelín de los pederastas' fue el título que utilizó en su serie sobre los fugitivos para recordar que el pederasta alemán se servía de sus dotes de músico para embaucar a los menores de los que después abusaba.
Ulrich Schulz fue visto en ocasiones en la playa viguesa de Samil, un escenario de captación de nuevos adeptos, y en una farmacia de Tui acudió para adquirir el antidepresivo Seroxat o Lithium, un fármaco utilizado para el tratamiento de trastornos de tipo obsesivo-compulsivo.
Ulrich Schulz, Oliver Shanti, Olivier Serrano. Un nombre y dos pseudónimos idolatrados en Vila Nova de Cerveira, la localidad portuguesa donde residió durante veintidós años. Vecinos y autoridades de este pueblo situado a 20 kilómetros de Tui proclamaron que su vinculación con 116 abusos a menores y con una secta fundada por él mismo en los años 80 fue la mayor sorpresa de sus vidas.
"Para la gente del pueblo era Dios". La contundente afirmación
de la propietaria de un bar restaurante situado en la freguesía de
Loivo, donde el alemán, de 58 años de edad, tenía varias propiedades, es
corroborada, jaleada, por los clientes, que al oír su nombre
desatienden de inmediato las partidas de cartas y el programa de
televisión con los que ocupaban su tiempo.
La casa donde residía, rodeada por una finca enorme en la que criaba aves exóticas y perros y albergaba varios invernaderos, tiene varias entradas y está completamente oculta entre muros y portalones. Abre un portugués de larga melena rubia que, con timidez y visible desagrado, reconocía que vive en la casa y conoce desde hace años al alemán "pero nunca vi nada de pedofilia".
Asegura que "no sabemos nada de él. Se fue hace años y no tenemos ni idea de donde está". Huidizo, enojado, el joven, sobrino de un funcionario de los bomberos de Vila Nova, se negó a dar información sobre el número de residentes en la propiedad e insiste: "Nunca vi pedofilia".
Acude a la vivienda desde hace años y viaja a Alemania en numerosas ocasiones para aprender el idioma.
Los habitantes de Vila Nova destacaban el elevado poder adquisitivo del pederasta, su continuada y generosa contribución a todo tipo de actividades lúdicas y culturales de la villa. El vereador de Vila Nova ,equivalente al primer teniente de alcalde, Fernando Nogueira, explicó que "tenía una productora musical que era su fuente de ingresos. Trabaja con gente tan conocida como el grupo germano Scorpions".
"Participaba económicamente en todas las fiestas y convites de la villa, que visitaba con frecuencia, aunque fue verdad que pasaba largas temporadas ausente", añadía el mandatario municipal, quien había hablado con él en varias ocasiones y que "apenas podía expresarse en portugués". "Uno de sus hijos fue a la escuela de Primaria y después a la de Secundaria de la villa y todos sabíamos que en esa casa siempre había muchos jóvenes alemanes y amigos portugueses de sus hijos". Los Bombeiros Voluntarios de Vila Nova certificaron, y mostraron, que les donó cinco ambulancias. "No quería notoriedad, ni popularidad. Dejaba las llaves y se iba".
La Policía Judicial lusa localizó y detuvo al fugado Ulrich Schulz en Lisboa. El pederasta alemán estuvo residiendo en el pueblo portugués de Vila Nova de Cerveira y frecuentaba la ciudad española de Vigo. Las últimas pistas del fugado llevaron a la Policía española hasta Ibiza y las islas Canarias.
El inspector jefe Martínez, responsable del Grupo de Localización y Fugitivos de la Policía española, dijo que ha sido un elemento muy importante para que, después de seis años de búsqueda, finalmente se detuviera a Ulrich Schulz".
En la orden de detención europea contra Schulz, que también era conocido con los nombres de Oliver Shanti y Oliver Serrano, se indicó que "era líder de una secta jerárquicamente estructurada" y que "abusó sexualmente de niños entre siete y 13 años al menos en 115 ocasiones entre los años 1990 y 1998". La Policía alemana recordaba en su orden de busca y captura internacional que los hechos se produjeron tanto "en Alemania como en Portugal".
Ulrich Schulz editó 10 discos con música de relajación y ritmos orientales bajo el nombre artístico de Oliver Shanti. También tuvo una productora musical en Sudáfrica.
'Ulrich Schulz, el Hamelín de los pederastas' fue el título que utilizó en su serie sobre los fugitivos para recordar que el pederasta alemán se servía de sus dotes de músico para embaucar a los menores de los que después abusaba.
Ulrich Schulz fue visto en ocasiones en la playa viguesa de Samil, un escenario de captación de nuevos adeptos, y en una farmacia de Tui acudió para adquirir el antidepresivo Seroxat o Lithium, un fármaco utilizado para el tratamiento de trastornos de tipo obsesivo-compulsivo.
Ulrich Schulz, Oliver Shanti, Olivier Serrano. Un nombre y dos pseudónimos idolatrados en Vila Nova de Cerveira, la localidad portuguesa donde residió durante veintidós años. Vecinos y autoridades de este pueblo situado a 20 kilómetros de Tui proclamaron que su vinculación con 116 abusos a menores y con una secta fundada por él mismo en los años 80 fue la mayor sorpresa de sus vidas.
La casa donde residía, rodeada por una finca enorme en la que criaba aves exóticas y perros y albergaba varios invernaderos, tiene varias entradas y está completamente oculta entre muros y portalones. Abre un portugués de larga melena rubia que, con timidez y visible desagrado, reconocía que vive en la casa y conoce desde hace años al alemán "pero nunca vi nada de pedofilia".
Asegura que "no sabemos nada de él. Se fue hace años y no tenemos ni idea de donde está". Huidizo, enojado, el joven, sobrino de un funcionario de los bomberos de Vila Nova, se negó a dar información sobre el número de residentes en la propiedad e insiste: "Nunca vi pedofilia".
Acude a la vivienda desde hace años y viaja a Alemania en numerosas ocasiones para aprender el idioma.
Los habitantes de Vila Nova destacaban el elevado poder adquisitivo del pederasta, su continuada y generosa contribución a todo tipo de actividades lúdicas y culturales de la villa. El vereador de Vila Nova ,equivalente al primer teniente de alcalde, Fernando Nogueira, explicó que "tenía una productora musical que era su fuente de ingresos. Trabaja con gente tan conocida como el grupo germano Scorpions".
"Participaba económicamente en todas las fiestas y convites de la villa, que visitaba con frecuencia, aunque fue verdad que pasaba largas temporadas ausente", añadía el mandatario municipal, quien había hablado con él en varias ocasiones y que "apenas podía expresarse en portugués". "Uno de sus hijos fue a la escuela de Primaria y después a la de Secundaria de la villa y todos sabíamos que en esa casa siempre había muchos jóvenes alemanes y amigos portugueses de sus hijos". Los Bombeiros Voluntarios de Vila Nova certificaron, y mostraron, que les donó cinco ambulancias. "No quería notoriedad, ni popularidad. Dejaba las llaves y se iba".
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