Los hechos se remontan al 25 de marzo del 2015,cuando el cadáver de Brittney Gargol apareció cerca de un vertedero de basura en la ciudad canadiense de Saskatoon. Junto al cuerpo se localizó un cinturón de un modelo y con una hebilla muy característicos. Como cualquier otra prueba localizada junto al cuerpo, fue debidamente recogida y clasificada por la policía científica de Saskatoon, ciudad situada en el centro de Canadá.
Brittney Gargol, la víctima |
Muy pronto los detectives de homicidios descubrieron que la víctima
mantenía una relación de intensa amistad con Cheyenne
Rose Antoine y con la que se le había visto en las horas anteriores a la
aparición del cadáver en los márgenes de una carretera que pasa junto
al vertedero de la localidad. Los policías hablaron con Antoine y ella
no negó que hubiera estado ese día con su amiga Brittney Gargol, pero
declaró que después de haber estado tomando unas copas se separaron.
Según la interrogada, Gargol decidió irse con un desconocido y ella optó
por marcharse a casa de su tío. Había que confirmar la coartada que
ofrecía la chica.
Cheyenne Rose Antoine |
Los criminólogos no pasaron por alto que
Antoine, una joven que debido a sus circunstancias familiares había
vivido en centros públicos de acogida, ya tenía pendiente un
procedimiento judicial abierto. Había sido acusada de amenazar con una
jeringuilla infectada con el virus del VIH al vigilante de unos grandes almacenes que la había sorprendido mientras
robaba.
La policía enseguida descubrió que la coartada de Antoine
no se aguantaba, había tratado de convencer a su tío de que dijera
que había estado con ella, pero no era cierto. Los investigadores
revisaron la páginas de Facebook, que presentaban el tráfico típico de
dos chicas de 18 años y descubrieron que había escrito
muy poco después de la hora de la muerte de su amiga fijada por el
forense este texto que se reveló un intento de despiste algo infantil:
“¿Dónde estás? No tengo noticias tuyas. Espero que llegaras bien a
casa”.
Foto del obituario de Brittney Gargol |
Y entonces los policías vieron la foto, la imagen de ambas
subida a la citada red social en la que Antoine llevaba puesto el
cinturón que apareció junto al cadáver. La policía había dado con la
pieza final de convicción que necesitaba para formalizar las
acusaciones.
En paralelo, hubo un testigo sorpresa, un joven al que
Antoine, movida por la culpa y quizás por el remordimiento,
le confesó el crimen.
Hubo un segundo interrogatorio, en esta ocasión la chica no
trató de defenderse de la acusación. Explicó que ambas estuvieron
consumiendo alcohol y drogas y que en algún momento de la noche
discutieron y que la estranguló, aunque dijo no recordar ni cómo ni el
motivo por el que estaban riñendo.
“Jamás me perdonaré. Nada puedo decir o hacer para traerla
de vuelta. Lo siento muchísimo”, dijo la chica condenada por el
homicidio de su querida amiga Brittney Gargol.
“Mi clienta tenía problemas personales muy graves
con los que estaba lidiando y desgraciadamente desembocó en una
situación muy trágica para todos los que la rodeaban”, dijo la abogada
Lisa Watson al tribunal que juzgó a Cheyenne Rose Antoine,de ahí la vital importancia de la criminología para prevenir situaciones con los jóvenes que presentan cuadros de inestabilidad debido a que han vivido dramas familiares o han estado en ambientes inadecuados ó inseguros.Cheyenne Rose Antoine sucumbió a la letal traición cerebral con la pulsión subconsciente para acabar por asesinar a su mejor amiga,cuando supo de la verdadera pérdida y tuvo el arrepentimiento de lo que hizo,era tarde,su laguna neurológica se llevó a su íntima amiga Brittney.
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