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miércoles, 22 de mayo de 2024

Heidi Paz, Desmembrada por El Rey del Cachopo

El 13 de agosto del año 2018 se encontró una maleta en una nave industrial del número 3 de la calle Sebastián Gómez de Usera (Madrid) con un torso en su interior. El tórax tenía seccionadas las extremidades y el pecho, presentando dos cortes de 15 y 2,5 centímetros a la altura del ombligo. La nave estaba a nombre de César Román en régimen de alquiler. Los restos, como se comprobó meses después, eran de Heidi Paz,una hondureña que habia dejado su San Pedro de Sula,considerada la ciudad más peligrosa del mundo, para acabar siendo descuartizada de forma horrorosa en Madrid. Su madre entregó en noviembre de ese año muestras de ADN a las autoridades, cuando su hija llevaba desaparecida cuatro meses.
Los forenses que analizaron los restos y que declararon en el juicio, esas dos incisiones a la altura del ombligo tenían como objetivo eliminar la cicatriz de la cesárea de la joven, que había dado a luz dos veces, como intento de evitar su identificación. Además, el torso había sido rociado con sosa cáustica, por lo que la maleta estaba rodeada de fluidos blanquecinos y del cadáver, en un alto grado de descomposición. En uno de esos botes se halló una huella de Román, que también dejó ADN en la maleta. Además, el hallazgo se produjo porque en el montacargas del lugar, muy cerca de la maleta, se había iniciado un fuego con restos de papeles y palés de madera para quemar los implantes mamarios de la víctima que tienen su número de serie y algunos de sus objetos personales. La Policía y los Bomberos que testificaron en su momento señalaron que las ventanas de la nave estaban cerradas y que el humo "salía por una rejilla del techo". También se encontró un cuchillo con sosa cáustica que pertenecía al restaurante del condenado.
Otra de las pruebas de cargo en contra de César Román fue una llamada al servicio de Teletaxi y la posterior declaración del taxista que le trasladó de su domicilio en Vallecas a la nave de Usera el domingo 5 de agosto del 2018, cuando el jurado determinó que se había producido la muerte de Heidi Paz. El trabajador reconoció a Román y también explicó que le ayudó con la maleta, que "pesaba mucho y le costó un triunfo levantarla".
Aunque todo esto se conocería después de que Román protagonizara una fuga de película que, en principio, se tomó como desaparición. La familia de Heidi Paz denunció que había desaparecido el 23 de julio de 2018, la de Román hizo lo propio el 30 de julio. SOS Desaparecidos distribuyó carteles del hombre, era muy conocido en Madrid por sus locales,El Rey del Cachopo donde preparaba el famoso cachopo que supuestamente había ganado en premio por su calidad. Todo eso era falso, como la desaparición.
Tras el crimen de su exnovia, César Román huyó a Zaragoza, donde fue detenido el 16 de noviembre de ese año. El empresario se había cambiado totalmente la imagen: se había rapado el pelo, llevaba barba y pesaba diez kilos menos. También usaba un nombre falso, José Rafael Rujano, y decía ser de Maracaibo (Venezuela). Aunque su jefa, la propietaria del bar Casa Gerardo de la capital aragonesa donde trabajaba de cocinero, vio su foto por la televisión y le reconoció. Ella fue quien alertó a la Policía. El arresto se produjo un día después de que se difundiera el resultado de la prueba de ADN que confirmó que el cuerpo aparecido en agosto era el de Heidi Paz. "Soy el hombre que buscan", señaló en la cocina cuando aparecieron las autoridades. Los cargos contra él no solo contemplaban que fuera el principal sospechoso de haber dado muerte a su ex, también se le acusaba de lesiones, estafa, falsedad documental y quebrantamiento de una orden de alejamiento respecto de otra mujer. Durante el juicio, la dueña del restaurante hizo hincapié en su "destreza cortando y deshuesando piezas de carne" y en que no aceptaba bien las críticas y "mentía continuamente". Estuvo trabajando allí un mes.
César Román y Heidi Paz se conocieron en abril del 2018, cuando ella comenzó a trabajar en su restaurante. Poco después, iniciaron una relación y se fueron a vivir juntos. No pasaron ni tres meses y la joven rompió con él a través de una nota que dejó antes de irse de la casa. La madrugada del 5 de agosto del 2018, ella regresó a la casa y, según la Fiscalía, Román "no aceptaba el fin del noviazgo", así que "movido por el hecho de que ella era mujer, con la intención de quitarle la vida, o al menos, representándo dicho resultado, le causó la muerte".
Posteriormente, para evitar ser descubierto y que se pudiera identificar el cadáver y "sin importarle el ultraje y la deshonra que ello suponía para el cuerpo sin vida" de Heidi Paz, el condenado "separó del cuerpo la cabeza y las extremidades y se deshizo de ellos, sin que pudiera determinar la forma en que lo hizo". Con su tronco, "después de meterlo en una bolsa de plástico negra, lo introdujo en una maleta" y lo trasladó a la nave de Usera. Allí, en días posteriores, intentó deshacerse de lo que quedaba de la víctima. La familia de la fallecida no pudo recuperar los restos mortales hasta cinco años después, la abogada de Román se negaba a entregarselos por si servían en alguna investigación, ya que han recurrido la sentencia a todos los tribunales, el último el Tribunal Constitucional. Finalmente César Román fue sentenciado a 25 años de prisión.

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